Actualmente la alcaldía capitalina ejecuta un proyecto en pequeña escala de producción de abono orgánico, conformado en su mayoría por mujeres, utilizando los desechos sólidos y líquidos que se generan en la Procesadora Metropolitana de Carnes (Promdeca).
Por: Kelly Ortez
Edición: Emy Padilla
Tegucigalpa. – Eran las doce del mediodía, uno de estos dìas en los que el calor ha calado y sofocado a los hondureños. Un pequeño arbusto acoge a un grupo de mujeres que sostienen entre sus manos herramientas.
Tras ver al equipo de Criterio.hn, enseguida, se ponen de pie, y se acercan, saludan y entre risas posan para una foto, una de ellas, de estatura media, un poco sudada por el calor, cuenta que llevan apenas cinco meses realizando la labor, dice que no todas son familia, pero si algunas.
Entre el grupo se encuentra don Lázaro, un hombre de tez trigueña que deja al descubierto las huellas que ha dejado el sol y su trabajo en el campo. Deja la pala con la que trabajaba y accede a responder algunas de nuestras consultas, sobre el proyecto de abono orgánico que dirige.
Don Lázaro Pineda, tiene 50 años, pero aparenta un poco más de edad, él ha reunido a un grupo de mujeres para elaborar abono orgánico utilizando para ello los desechos de las reses, previo a ser sacrificadas y los líquidos que se producen con el destace en la Procesadora Metropolitana de Carnes (Promdeca), ubicada a 10 kilómetros de la capital, en la carretera de conduce al departamento de Olancho.
Coordina un grupo de nueve mujeres jóvenes cuyas edades anda entre los 20 y 30 años, quienes se encargan de realizar todo el proceso que comienza con la recolección del estiércol y la mezcla con la tierra, hasta obtener el producto final.
La actividad se efectúa a través de una microempresa contratada por la Gerencia de Aseo Municipal de la Alcaldía del Distrito Central (AMDC), que le brinda un contrato a él, quien a su vez subcontrata a nueve personas más para realizar la elaboración de los abonos orgánicos.
Para la tarea se requiere de: estiércol, (como insumo principal y que se toma de Promdeca), melaza, harina de trigo, desechos de verduras y zacate. Estos insumos son mezclados en un barril, posteriormente se extienden en camas de tierra durante tres meses para que se descompongan. Una vez el abono está listo, se lleva a los parques para la siembra de árboles en la capital.
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LAGUNAS DE DESECHOS
En la parte posterior de Promdeca, hay dos lagunas, una donde se deposita la sangre y en la otra se echan las vísceras y otros desechos de las reses que a diario se sacrifican en este lugar.
El gerente de Promdeca, Moises Castillo, explicó a Criterio.hn que las lagunas son tratadas con sustancias no tóxicas las que permiten reducir la contaminación e impacto ambiental y evitar el esparcimiento de olores nauseabundos como ocurría en el pasado en la zona que ahora luce poblada. Mientras los cuernos son utilizados para realizar concentrado para mascotas.
Castillo contó que el proyecto de la creación de abono orgánico surgió porque en la procesadora de carnes, a diario se recolecta una cantidad importante de estiércol de los semovientes, que antes de ser sacrificados, permanecen al menos 48 horas en los establos, donde son sometidos a un proceso de evaluación para determinar si están aptos o no para el destace.
El funcionario explicó que para este proyecto, Promdeca trabaja de la mano con la Secretaría de Ganadería y Agricultura (SAG) y la Unidad de Aseo Municipal y de Medio Ambiente de la Alcaldía Municipal del Distrito Central. Anteriormente, para su estructuración, trabajó con el Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop) quienes se encargaron de la formación de las personas involucradas.
Detalló que una vez el abono está listo es tomado por la Unidad de Aseo Municipal quien lo distribuye a los distintos viveros y parques de la capital.
“La aspiración es que dentro de un tiempo tener por lo menos dos maquinas chapeadoras industriales para remover todo el zacate, las cuales rondan en el precio de un millón de lempiras cada una, por ello se espera que para el siguiente año se tenga una asignación presupuestaría para ampliar los servicios”, apuntó Castillo.
APRENDIZAJE PARA FUTURO E INGRESOS ECONÓMICO
Delmis Yadira Rodríguez, es una ama de casa de 33 años, madre de una niña de dos años, ella es una de las mujeres que participa en la elaboración de abono orgánico.
La joven mujer contó a Criterio.hn que empezó a trabajar debido a que una de las involucradas en el proyecto le comentó sobre este al cual accedió, aunque confiesa que al principio tenia ciertas duda debido a que desconocía el tema.
Antes de iniciar las labores ella y sus compañeras estuvieron una semana en capacitación por parte de técnicos del Infop, “ahí nos explicaron un montón cosas, por ejemplo, el tiempo para que esté listo el abono es de 60 días, para ello, se tiene que mezclar a diario cuando está en el barril”.
El abono no debe llevar químicos y el proceso avanza más rápido en verano, comentó, como parte de otra de las enseñanzas.
De momento se tienen siete camas para dejar reposar y, como una conocedora del tema, nos recalcó la importancia del estiércol fresco, para que se disuelva bien en el agua, misma que no puede ser clorada.
Una vez reunido todos los insumos se incorporan en un barril, “es necesario revolver bien con un palo, se coloca una tapa, pero siempre debe ingresar aire y se dejar reposar por tres días”, continuó explicando.
Un día común inicia a las ocho de la mañana, Delmis y sus compañeras recogen el estiércol de los establos de las reses retiradas utilizando para ello palas, carretas, guantes y botas que son proporcionados por la gerencia de Promdeca.
Pero, “cuando está listo, nosotras lo tocamos con nuestras manos, ya no huele mal y se siente una buena textura, como que sólo fuera tierra”, comenta.
Delmis destacó que gracias al proyecto ha obtenido un beneficio económico que, aunque decidió no mencionar la cantidad, le ha ayudado a solventar su diario vivir y el de su familia, “mi esposo trabaja, entonces mi mamá me cuida a la niña cuando yo no estoy, yo llegó temprano porque el horario de aquí es de ocho de la mañana a cuatro de la tarde”, dijo la hondureña, al tiempo que contó que vive en una de las colonias aledañas a la procesadora.
Otros de los beneficios que Delmy destaca del proyecto, que en la actualidad es su fuente de empleo, es que a futuro le puede generar independencia económica, porque, incluso, “hay personas que ya lo hacen aparte y lo venden, entonces se puede pensar que en futuro lo podamos realizar de esa manea”, así concluyó Delmy, el diálogo con Criterio.hn.
POBLADORES DENUNCIAN MALOS OLORES
Aunque aparentemente el problema de los desechos en Promdeca se solventa al darle un uso favorable, el malestar se traslada a los vecinos del lugar, a través de los malos olores.
Criterio.hn visitó el vecindario del sector, que a raíz del huracán Mitch, en 1998, se incrementó con el surgimiento de asentamientos humanos de familias que resultaron damnificadas por el fenómeno natural.
Entre las colonias está la Villa Cepudo, el convento Villa de las Niñas y un plantel donde se están efectuando trabajos de estructuración para la construcción de la colonia Villa Solidaridad en la cual la alcaldía ha anunciado ubicará a los damnificados por un socavón en la colonia Guillen de la capital.
Durante el recorrido que realizó el equipo de este medio digital se conversó con pobladores de la colonia Villa Cepudo, quienes expusieron, en primera instancia, los malos olores que se desprenden de la procesadora de carnes que está a pocos metros. Los lugareños tienen varias hipótesis.
La primera casa que visitamos fue la de Aura Castro, una joven que venía de la pulpería cuando se sorprendió al ver la presencia de los reporteros, en seguida entró a su vivienda y relató que en el lugar se sienten ciertos malos olores,
con mayor intensidad en temporada de verano, sobre todo al mediodía, cuando el sol azota con mayor intensidad.
Asimismo, a las seis de la tarde se siente mal olor y se observa humo que sale de las instalaciones de Promdeca, se cree, dijo Aura, se debería a la quema de desechos, como cachos de las reses.
Su sentir es compartido con otros vecinos, por lo que ya se han reunido para interponer la queja a la procesadora de carnes, que se instaló en la zona desde 1979 en más de 40 manzanas, propiedad de la Alcaldía Municipal del Distrito Central. Esta extensión de tierra se concibió fuera de la ciudad precisamente para evitar las quejas de los capitalinos, sin embargo, luego del huracán Mitch, en 1998, la alcaldía capitalina ha ido cediendo tierras para alojar a familias que han presentado problemas en sus viviendas por daños ocasionados por huracanes, tormentas tropicales, inundaciones y hudimientos de tierra.
“Ellos [Promdeca] nos dicen que es propiedad de ellos, y eso no está bien porque eso representa un mal para la salud, porque el humo daña a los pulmones”, lamentó Aura.
Sí, bien la queja de los vecinos es válida, Criterio.hn constató, durante su visita intempestiva, que había olores, pero en un nivel aceptable, tomando en cuenta que a pocos metros hay una procesadora de carnes donde a diario se sacrifican al menos 160 reses.
También se verificó, que tanto las unidades de destazo como las lagunas donde se manejan los desechos, se aplicaban normas de higiene aceptables.
A pesar que las autoridades de Promdeca explicaron a este medio de comunicación, sobre la salubridad al manejar los desechos en las lagunas, la joven contó que varios vecinos, entre ellos su familia, han visto animales muertos en las lagunas.
“Yo tengo seis años de vivir aquí y puedo decir que desde hace como dos años es que se han sentido con intensidad los malos olores, eso es porque tiran animales a las lagunas, yo los miraba cuando salía a correr con mi cuñada”, aseguró la joven.
Seguimos el recorrido por la colonia, entre las calles de tierra y pendientes, observamos las casas, en las que más que la bulla de la gente se escuchaba música con sonidos estridentes.
Fue así como llegamos a la vivienda de un joven que pintaba un vehículo. Rafael Mejía se detuvo de pintar el automóvil, se limpió las manos y su cara, se acercó a conversar y con mucha soltura nos dio su hipótesis, sobre los malos olores.
Según Rafael el mal olor viene de la Villa de las Niñas, “ellas tienen plantas de oxidación, que cada cierto tiempo hacen una descarga, ahí tiene un desagüe grande y se viene el mal olor”, aseguró.
Sin embargo, apuntó que el mal olor en invierno se origina en Promdeca, debido a que las tormentas provocan el rebalse en las lagunas y hace que se sienta mal olor, pese a que el agua es tratada con químicos, “lo que pasa es que al llover el agua se rebalsa y el químico se bota, y después el olor se revuelve”, analizó el poblador.
Finalmente contó que debido a los malos olores tanto de Villa de las Niñas como de Promdeca, ha sido evidente el incremento de los insectos como mosquitos y zancudos.
Destacó que los olores se sienten con mayor intensidad de las doce del mediodía a las siete de la noche, y añadió que pese a las multiples quejas y protestas realizadas como comunidad, ni las autoridades de Villa de las Niñas ni de Promdeca asumen alguna responsabilidad.
ABONO PARA LAS ÁREAS VERDES DE LOS BULEVARES
Sobre la denuncia de malos olores expuesta por pobladores el gerente de la Unidad de Gestión Ambiental de la Alcaldía del Distrito Central, Edwin Natanael Sánchez., aseguró que en Promdeca se realiza el correcto tratamiento de los desechos, “eso [malos olores] puede ser por muchas razones, teniendo en cuenta que la zona no tiene servicio de alcantarillado, por tanto, todo asentamiento humano puede generar impacto”.
El funcionario municipal aseveró que hasta la fecha la Unidad de Ambiente de la Alcaldía no ha recibido ninguna denuncia de pobladores respecto a malos olores, sin embargo, ya se han tomado medidas de prevención como la siembra de árboles, para dispersar los malos olores que se presenten.
Sobre la producción de abono orgánico Sánchez explicó que se tiene planificado distribuirlo en las medianas ubicadas en los 13 bulevares de la capital, donde hay algunas áreas verdes que engalanan las ciudades gemelas de Tegucigalpa y Comayagüela que conforman el municipio del Distrito Central.
Contó que la Unidad de Aseo Municipal de la Alcaldía Municipal acarrea cargamentos de tierra a Promdeca y desechos que se sacan de los mercados para que sirvan de insumos para la producción del abono.
Una vez que el abono está listo, se recoge y reparte en los distintos bulevares de la capital, “de momento se está haciendo limpieza y siembra en las medianas y bulevares como nunca antes se había hecho, la idea es masificar el proyecto para llevarlo a más parques públicos que lo necesiten”, delineó el funcionario municipal.
SITUACIÓN DE LOS ABONOS EN HONDURAS
El elevado precio de los abonos en Honduras ha orillado a muchos productores y campesinos a desistir de las siembras de cultivos de granos básicos y hortalizas.
Según el Sistema de Información de Mercados de Productos Agrícolas de Honduras (SIMPAH), un saco de abono a base de químicos de 8.35 libras (3.79 kg), tiene un valor de 59 lempiras, es decir, 7.07 lempiras la libra. Mientras un saco de abono orgánico o natural de 10.35 libras (4.69 kg), tiene un valor en el mercado hondureño de 84 lempiras, es decir, 8.12 lempiras la libra.
El precio diferenciado se debe a que el abono orgánico lleva un proceso artesanal que al final resulta más caro que el abono químico. Sin embargo, el abono orgánico protege el medio ambiente.
A inicios de 2022, se conoció el aumento de precios de abonos y fertilizantes en el mundo debido a la guerra entre Rusia y Ucrania. A nivel mundial Rusia es uno de los más grandes proveedores de insumos como gasolina, fertilizantes y demás productos utilizados para la siembra.
ALTERNATIVA QUE SE DEBE MASIFICAR
Sobre el tema, el ingeniero agrónomo, Mauro Zelaya, explicó a este medio de comunicación que existe variedad de formas de realizar abonos orgánicos, unos a base de estiércol, cenizas de madera, abono verde, cáscaras de huevo, todos enriquecen el suelo, y son muy eficaces porque son ecológicos y sostenibles.
Zelaya sostiene que el abono orgánico es más conveniente para el medio ambiente, pero si lo que se busca es incrementar la producción se logra con los productos que contienen químicos. Pero advierte que estos deben utilizarse según las instrucciones porque son severos y pueden causar daños y arruinar la planta, mientras con los orgánicos el riesgo de dañar a la plata es mínimo.
“Si se quiere ir a lo segura y no arriesgar es mejor utilizar los abonos orgánicos porque no hay posibilidades de dañar a la planta quemando sus raíces”, dijo Zelaya.
El profesional de la agronomía detalló que entre los beneficios del abono orgánico destaca el PH que es de 6 a 7, que es lo que se necesita, además que mejora la textura de los suelos, aporta nutrientes, fósforo y potasio.
Zelaya aclaró que no está en contra de los agroquímicos, siempre y cuando se utilicen las medidas necesarias para que no contaminan el suelo y el medio ambiente en general.
Si el proyecto de producción de abono orgánico, que integra Delmis junto a ocho mujeres más, se ampliará, sería de beneficio para ellas por el ingreso económico y para los agricultores porque podrían sembrar de manera masiva porque al producirse más el precio sería más bajo, y finalmente útil para el medio ambiente ya que este tipo de abono no contamina el ambiente y aporta muchos ingredientes al suelo.
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