La batalla por la justicia

La fábula de Alice y la sombrerera, en el país de las profundidades

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

Los medios formales de comunicación han enfatizado la frase melodramática y vacía de la directora del CNA (respetemos la institución) Sra.  Gabriela Castellanos proclamando que regresa a ver a los corruptos en la cárcel. Seguro que ella entiende que en ese propósito, la acompañamos muchos, y no solo de los partidos con que ha estado vinculada y, hoy insisten en nominar para Fiscal General a prominentes figuras de su nomenclatura.  Concretamente el Partido Nacional y sus socios, bajo cuya égida se la designó para el cargo que ejerce. En cambio las redes sociales han enfatizado la guerra de twitter desencadenada, en que el centro de atención se desplaza hacia el papel de la representante residente de la Organización de Naciones Unidas,  Sra. Alice Shackelford, en la mesa en la que la retornada hizo una sentida proclama política. Y con poca prudencia, varios líderes del Partido de gobierno, se han deslizado a atacar a la Embajadora,  por, supuestamente haber atacado al gobierno ante el cual funge, lo que no viene al caso.

No puede dejar de verse como un triunfo menor, de Gabriela Castellanos, toda proporción a salvo, el sentar junto a ella, para esta ocasión, a la embajadora de mayor rango de la organización mundial que, en este justo momento, lleva a cabo una visita oficial de exploración para concretar su respuesta a la petición del gobierno actual de acompañarlo, con una comisión internacional en la verdadera lucha contra la corrupción. Porque aunque permanezca silente, ese  acompañamiento  no puede sino ser interpretado como un respaldo al heroico mensaje de su perorata auto elogiosa. Después de todo,  aunque Gabriela invocó el acompañamiento de empresarios (no dudo que los haya) y académicos, en realidad, los demás compañeros de mesa eran nada más que sus empleados, los directivos de ASJ, organización que colaboró en forma beligerante con el corruptísimo gobierno de Juan O. Hernández y, notoriamente, doña Julieta Castellanos, su homónima madrina y ex rectora de generales conocidas, autoproclamada su mejor amiga, y antes la de JOH.

Haciendo a un lado el exordio retórico con que se empalaga Castellanos, ahora sí que ha hecho una grave acusación. La escuché de viva voz declarar que las amenazas a su integridad física y la de su amplia familia, por las cuales debió autoexiliarse brevemente, provienen del gobierno, y del interior del Estado hondureño y que son consecuencia de su denuncia,  

Hace unos meses en otro acto de declamación, la directora del CNA acusó a la presidenta de  nepota corrupta, por haber nombrado a tres parientes en su gabinete, lo cual además de extemporáneo parecía incongruente. Acusó al gobierno de estar concentrando el poder porque se consolidó la directiva pluripartidista de  el Congreso bajo la presidencia de Luis Redondo, diputado de otro partido, a quien la Presidenta apoyó contra la pretensión de su propia bancada de imponer una directiva Libre, y porque hay un remoto parentesco con la presidenta que eligieron los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, a su vez electos en un proceso que, a juicio de casi todos los observadores, ha sido el mejor de la historia reciente. Nada de eso tenía mucho sentido, pero la denuncia de la Sra Castellanos ayer de que está siendo acosada por el gobierno debe exponerse ante las instancias competentes y todas las autoridades están obligadas a investigar a fondo. Acudiendo de inmediato, a proveer a la Directora del CNA de toda la seguridad que sea necesaria, investigar a profundidad el extremo de su denuncia y documentar las evidencias que pueda ofrecer la declarante, así como a investigar -para perseguir con toda fuerza de ley y de oficio- a quien resulte responsable de semejante desaguisado. No es opcional, la instrucción debe provenir de la propia presidenta. Aun si la fiscalía que tiene la atribución exclusiva de acusar siga siendo ajena.

Alice Shackleford por su lado, deberá reconocer que, aunque fuera involuntariamente y por error de cálculo o criterio,  ha incurrido en responsabilidad al dejarse conducir a esa emboscada política.  Juzgo que eso es especialmente lamentable en vista de que venía librando una gran labor y desempeña, en este momento, un papel clave para la concreción de la anhelada CICIH. Y debe rendir cuentas por el desliz ante la organización que representa, que tendrá que deducir responsabilidades, por una falla esencialmente de protocolo, que no por  eso es menor, en su circunstancia, porque el protocolo (a diferencia de lo que piensan los insensatos) es consustancial y no accesorio a la diplomacia, tiene fondo y significado, y no solo forma. Fue imprudente, haber aceptado sentarse a la diestra de la mártir. Puede ser que ese error haya minado efectivamente su capacidad para el buen desempeño de su cargo; que se quemó pues. Y no puede defenderse alegando que tenía que estar ahí porque todas las voces deben ser escuchadas, porque no está demostrado que  algo impide a Gabriela Castellanos expresarse, nadie la ha agredido aún nunca, ni a sus parientes. Y la vamos a extrañar sí, por ese paso en falso es retirada 

Por supuesto que nuestros compañeros y simpatizantes deben defender a Xiomara,bajo un ataque directo y tonto. Pero los personeros y consejeros del gobierno no deben tampoco alegar que la Sra. Shackleford atacó a Xiomara, como reza literalmente un tuit de Mel, porque eso no sucedió; y afirmarlo incurre en la misma falla lógica que el razonamiento erróneo que justifica medidas extremas de seguridad, alegando que -por asociación- todos los mareros son responsables de los crímenes de la organización, equivalente a afirmar que todos los nacionalistas son responsables del narcotráfico y la corrupción de su élite, o para el caso, a plantear que LIBRE, mi Partido, es responsable de los excesos y  exabruptos, insultos y agresiones, de los que se hacen llamar colectivos, aunque no defienden a LIBRE ni su bien colectivo, sino que responden a los muy particulares intereses de figuras oscuras. A diferencia de Castellanos, LIBRE sí tiene experiencia de persecución, como los líderes de grupos étnicos y organismos de sociedad civil que tienen mártires entre sus filas. Pero tampoco equivale el incidente a una politización de Naciones Unidas. 

La Embajadora no puede alegar inocencia. Porque a simple vista del estudio cotidiano de la politica al que está obligada,  la Sra. Castellanos es una figura política, una aspirante ubicada en una matriz y en un contexto amplio, apela a las bases políticas del tradicionalismo. Está desplazando instrumentos de propaganda para ponerse al frente de una confrontación con el gobierno, en una tensión extrema. Y luce como la punta de lanza y cara nueva de un proyecto político de la derecha, que quiere arrebatar banderas y recuperar, para las fuerzas más reaccionarias, posiciones de poder que habían perdido del todo ante  los juicios en Nueva York, los cuales ilustran y prueban, más allá de cualquier duda… de dónde proviene la corrupción en Honduras y quiénes han sido sus beneficiarios. Ahí está la nueva edición de la Lista Engels y aunque se diga lo contrario, otra vez, es evidente que la corrupción y la conspiración criminal antidemocrática NO ES DE LIBRE, sino, justamente, de los partidos tradicionales que se buscan recomponer a toda costa, empeñados en rescatar su poder ya centenario. Por supuesto que las NNUU deben tomar partido en contra de la corrupción. Y defender sin ninguna concesión, los derechos de los garífunas y los campesinos, de los obreros atropellados y de cualquier líder opositor… pero no del cartel bipartido, que sigue manejando JOH desde su mazmorra de la Corte del Distrito Sur de Nueva York. Alice debió entender que había sido invitada a tomar un té insípido y rancio en la mesa sucia en que se celebraba otra fiesta de no cumpleaños.

El Carmen, 21 de Julio, 2023.

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