El 44.7% de los niños y niñas de 5 a 17 años que laboran, son trabajadores no remunerados, además el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indica que el 31.8% es del sector privado, el 4.6% trabaja por cuenta propia y el 3.3% son empleados domésticos.
Tegucigalpa, Honduras. – “Ayudo a mi mamá con la venta, después que salgo del colegio me pongo pilas a hacer mis tareas para irme a vender y terminar rápido”, comentó a Criterio.hn Enrique, un adolescente de 14 años que vende verduras en el mercado Zonal Belén de Comayagüela.
Eran las 9 de la noche cuando vi a Enrique por primera vez, me disponía a llenar combustible en una gasolinera de Comayagüela, cuando se acercó a la ventana y me pidió que le comprara algo de lo que llevaba; en ambas manos tenía varias bolsas, unas con tomates, limones, zanahorias y otras con papa. El peso cortaba la circulación y sus manos se veían blancas.
A Enrique lo caracteriza su sonrisa pronunciada –que mantiene aun cuando existe una negativa— y su mirada con un brillo especial que denota su inocencia y las ganas de apoyar a su familia para construir un mejor futuro en un país donde las oportunidades cada vez son más limitadas.
“Tengo tres hermanos, y le ayudo a mi mami para que ellos (sus hermanos) estén bien”, comenta al tiempo que me ofrece una bolsa de tomates. Durante el día, Enrique no logró la meta –vender todo el producto— ante esto él busca puntos estratégicos para lograr vender.
–Me vengo a la gasolinera porque aquí es transitado y es iluminado, hay días que logro vender todo, pero hay días malos— comentó.
Durante la plática, Enrique expresa que quiere seguir estudiando para –en el futuro— ayudar a sus pequeños hermanos y que estos no se tengan que exponer a los peligros de la calle.
Enrique confió que en una ocasión fue víctima de un asalto, “ese día no vendí mucho, sólo llevaba 300 lempiras, y me los quitaron y cuando vieron que no llevaba más dinero me golpearon”.
Enrique forma parte del 44.7% de los niños y niñas de 5 a 17 años que laboran y son trabajadores no remunerados en Honduras, además el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), indica que el 31.8% es del sector privado, el 4.6% trabaja por cuenta propia y el 3.3% son empleados domésticos.
Honduras de acuerdo con INE, para junio de 2022 la población infantil entre 5 y 17 años era de 2,493,468 niños y niñas. 1,246,496 son niños y 1,246,972 son niñas. Ambas cifras representan el 50 %.
Cada 12 de junio se celebra el día internacional contra el trabajo infantil, un flagelo que en Honduras atenta contra los derechos de la niñez hondureña.
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NIÑEZ OBLIGADA A ABANDONAR EL SISTEMA ESCOLAR
Con el trabajo infantil, la vulneración de los derechos fundamentales es más evidente, el derecho a la educación, de acuerdo con estudios es el más afectado.
En ese sentido, la directora nacional de Casa Alianza de Honduras (CAH), Cándida Sauceda, expresó “en Honduras, más de medio millón de niñas y niños entre las edades de 5 y 17 años abandonaron las aulas de clases porque se ven obligados a trabajar”.
Esta situación, de acuerdo con el sociólogo Marco Tinoco, es a causa que las familias hondureñas no pueden resolver las necesidades económicas por la vía del trabajo formal. Además, señaló que más del 30% de la población trabaja en sector informal de la economía –un sector que carece de derechos laborales y los ingresos son pocos—.
“Esta informalidad de la economía genera que todos los miembros de la familia se incorporen a la búsqueda de ingresos, y los niños y las niñas no son ajenos a esa realidad”, refirió el sociólogo.
De acuerdo con el INE, el 74 % de los hogares hondureños se rigen por la pobreza y el 53 % viven bajo la extrema pobreza, ante este panorama todo el núcleo familiar se ve obligado a involucrarse en la tarea titánica de aportar económicamente.
Para Allan Cruz, subdirector del Proyecto Futuros Brillantes de World Vision Honduras, un niño o niña excluido del sistema educativo “está condenado a un futuro de pobreza y de exclusión, porque hoy el niño que no está yendo a la escuela, no se está formando y como no se está formando cuando sea adulto va a tener imposibilidades de poder encontrar un trabajo decente”.
Según datos del INE, el 84% de la niñez de 0 a 17 años se encuentra en situación de pobreza y un 65% en pobreza extrema.
Además el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), los niños y niñas de los grupos con mayor nivel de exclusión de la cobertura educativa son los que viven en la zona rural que representan el 48.7 por %, los que tienen entre 3 y 5 años que son el 65%, además incluye al 55.1 % de adolescentes de entre 12 y al 74.6%de adolescentes entre 14 y 15 a 17 años de edad.
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AFECTACIONES FÍSICAS Y PSÍQUICAS DEL TRABAJO INFANTIL
Un estudio de World Vision destaca que seis de cada 10 niños que trabajan en Honduras están expuestos a sufrir algún tipo de accidente o lesión.
Allan Cruz detalló que los niños que trabajan en la agricultura son los más afectados porque desarrollan las actividades a altas temperaturas y sufren golpes de calor o deshidratación.
“Lo que ocurre con estos niños que empiezan a sufrir estos accidentes a temprana edad, es que se van convertir seguramente en pacientes renales crónicos”, advirtió Cruz.
Otro de los riesgos a los se enfrenta la niñez de la zona rural es la exposición con pesticidas u otros químicos peligroso. Las afectaciones a las que se enfrenta la niñez que labora en la zona urbana, van desde accidentes viales, deformaciones de columna por cargas pesadas, y a ser víctimas de robos o ser cooptados por el crimen organizado.
Por su parte, el sociólogo Marco Tinoco enfatizó, “la otra consecuencia dramática es que estos niños que trabajan en la calle, corren el riesgo de sufrir algún tipo de violencia”
El trabajo infantil, de acuerdo con el psiquiatra Warren Ochoa, afecta a la niñez porque no tienen un adecuado desarrollo neurológico, psicosocial, ni psicoafectivo. “La situación de la niñez es bastante difícil sobre todo porque viene dado por cuestiones estructurales de pobreza”.
Además, recalcó que el trabajo infantil “es una condición que no se deben dar en un Estado de derecho, en una república democrática y en un Estado de bienestar”.
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ACCIONES DESDE EL ESTADO
Este panorama desalentador para la niñez hondureña que además es una de las poblaciones vulnerables en materia de seguridad. Sólo en el 2022, la Red Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), en su monitoreo de medios de comunicación, contabilizó 569 muertes violentas de niños, niñas, adolescentes y jóvenes.
Ante esto, Candida Sauceda, directora de Casa Alianza, realizó un llamado al Poder Ejecutivo, para que se logre la eficaz implementación de la Ley del Sistema Integral de Garantía de Derechos de la Niñez y Adolescencia en Honduras (SIGADENAH), y contrarrestar las situaciones que vulneran los derechos de las y los niños en Honduras.
La implementación del SIGADENAH, de acuerdo con Allan Cruz es “necesaria, es una tarea pendiente que tiene el Estado y que además es un mecanismo para poner orden y articular los esfuerzos”.
En esta lucha contra el trabajo infantil al que se enfrentan 160 millones de niños y niñas a nivel mundial de acuerdo con la Organización de las Naciones Un idas (ONU), el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert F. Houngbo, realizó un llamamiento a la comunidad internacional para apoyar una mayor justicia social y se intensifique la lucha contra el trabajo infantil.
En Honduras existen 325,499 niños trabajando, de los cuales el 62.8% se encuentra en el área rural y el 37.2% está en el área urbana.
Con relación a las actividades que desarrollan, el 41.2% de esta población se agrupa en las actividades económicas de agricultura, silvicultura, caza y pesca; el 23% en comercio por mayor/menor; 10.5% en la industria manufacturera y 5.7% en la construcción.
El INE también destaca que los hogares en donde habitan niños y niñas en condición de trabajo infantil están conformados de la siguiente forma: 1,198,841 (48.1%) niñas y niños que están ocupados viven con ambos padres; 837,175 (33.6%) no son hijos del jefe del hogar; 251,885 (10.1%) viven solo con la madre y 205,565 (8.2%) viven solo con el padre.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas