Salvador Nasralla, el designado presidencial divorciado del gobierno

De pieza clave para que Xiomara Castro llegara a la presidenta, Nasralla se ha convertido en el principal opositor del gobierno del “socialismo democrático”, aun siendo designado.

Tegucigalpa, Honduras. –Cuando Salvador Nasralla acordó una alianza política, el 13 de octubre de 2021, con la presidenta Xiomara Castro para sacar del poder a la dictadura del Partido Nacional, muchos rechazaron esa coalición al considerar—sin error alguno—que los choques ideológicos pronto saldrían a flote. Efectivamente pasaron pocas semanas para que Nasralla se convirtiera en el principal opositor del gobierno del que forma parte como designado presidencial.

La estrategia era clara: él deponía sus intenciones presidenciales con el Partido Salvador de Honduras (PSH) y aceptaba ser un designado presidencial para dejar que Castro, del Partido Libertad y Refundación (Libre) y que lideraba las encuestas como candidata de la oposición, fuera la cabeza de la coalición, en la que también entró el Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (Pinu-SD), con Doris Gutiérrez, la otra designada.

Y funcionó: 1.7 millones de hondureños le dieron la victoria a la alianza opositora en la contienda electoral del 28 de noviembre de 2021, más de 400 mil marcas de las que obtuvo Nasry Asfura, del Partido Nacional, el principal contrincante.

“Tras esa alianza yo los hice ganar las elecciones a ellos, por mí hoy están en el poder. Ninguno de los otros designados les aportó votos, probablemente Doris Gutiérrez aportó 5 mil votos y el otro que es un doctor de San Pedro Sula no aportó nada”, alardeó a un año y medio del hecho.

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Salvador Nasralla
El desingado presidencial, Salvador Nasralla, se ha quedado sin presupuesto para pagar la planilla de sus doce empleados y para ejecutar proyectos. (Foto: Horacio Lorca-Criterio.hn).

Lo que ha ocurrido con Nasralla era algo previsible, si se toma en cuenta sus posturas ultraconservadoras frente a un partido Libre, que se autoproclama ideológicamente de izquierda. Bajo esa premisa es que desde las primeras semanas de gobierno comenzó a reprochar las posturas de la administración Castro. Y aún más, rebasó la diplomacia y comenzó a reclamarle en público por dejar que su esposo, Manuel Zelaya Rosales, tome decisiones de país, desde su cargo de asesor, invisibilizándolo a él que es designado.

Han pasado casi 16 meses del estreno del gobierno y desde entonces, cada vez que tiene oportunidad, reprocha a Castro por no otorgarle el poder de gobernanza que, según él, le prometió cuando se concretó la alianza que funcionó para quitar la hegemonía nacionalista durante 12 años.

El señor de la televisión, conocido así por sus más de 40 años de experiencia en la pantalla chica en la dirección de programas deportivos y de entretenimiento de la cadena televisiva de mayor tradición y poder económico en Honduras, tras un intercambio de mensajes por WhatsApp, accedió a una conversación telefónica con Criterio.hn, en la cual expresó, entre otras cosas, que ya no hay forma de conciliar con Castro, producto de las decisiones que se han ejecutado y de las que no.

“De mi parte no hay ninguna posibilidad y por ningún motivo habrá una reconciliación con Xiomara Castro. Ellos firmaron la alianza y quedaron como unos mentirosos, por lo tanto, de mi parte es imposible volver a confiar en ellos”, puntualizó.

“Yo no tengo nada que ver con este gobierno, mi postura no va cambiar. Más difícil está ahora que este gobierno va aceleradamente peor, el país está prácticamente al borde del comunismo, se encuentra al borde de ser una nueva Venezuela o Cuba”, expuso Nasralla denotando una vez más su postura ideológica adversa con el partido de gobierno, y más aún, su ignorancia política al sacar a colación un modelo económico desfasado.

potencial ruptura de alianza política con Xiomara Castro
Salvador Nasralla y Xiomara Castro, el 13 de octubre de 2021, cuando pactaron la alianza de hecho.

PARA EL EJECUTIVO LA ALIANZA TERMINÓ EN 2022

El desencanto de Nasralla inició pocos meses después de su asunción como designado presidencial, el 27 de enero de 2022, cuando, comenzó a denunciar que, de forma indirecta estaba siendo marginado de las decisiones importantes en el gobierno de Castro.

Nasralla, ha venido denunciado en medios de comunicación que el gobierno de Castro lo ha marginado en la toma de decisiones importantes del país porque se sienten opacados por su nivel académico. Este extremo, lo ha expuesto a constantes críticas por quienes lo tildan de egocéntrico y altanero, porque alardea de ser ingeniero civil industrial y master en administración de empresas de la Universidad Pontificia Católica de Chile.

“Si la presidenta no autoriza que Nasralla pueda tomar decisiones vamos a seguir estancados, no se toman decisiones por un sesgo político”, denunció Nasralla en septiembre de 2022.

Posteriormente, Zelaya, el presidente que fue derrocado en junio de 2009, anunció el 14 de octubre del año pasado el fin de la alianza que no se formuló para las pasadas elecciones, sino desde los comicios de 2017, cuando Nasralla era el presidenciable y fue objeto de un fraude electoral por parte de Juan Orlando Hernández.

“Considero que la alianza se ha roto desde que insulta a la presidenta Xiomara Castro y menosprecia todo lo que se está haciendo a favor del pueblo y nos compara con la dictadura”, señaló Zelaya Roasales desde Twitter.

Nasralla, en consecuencia, formuló desde ese momento una defensa que resulta altiva para unos y acertada para otros: “Mis conocimientos se están desperdiciando y no sé si es porque políticamente me ven como un rival”.

Pero, pese a la ruptura, se mantiene en la cúpula del Estado viviendo, dijo, un martirio debido a que desde enero de este año no le han hecho efectivo el presupuesto mensual, que oscila en un millón de lempiras, de los cuales 600 mil lempiras han sido orientados a proyectos sociales y el resto pagar la planilla de los 12 empleados de su despacho, según sus reportes.

Entre los proyectos que ha ejecutado, destaca, Nasralla, la reparación de centros educativos y de salud, así como la construcción de un puente en la colonia Torocagua, de Comayagüela, y transportar alimentos para 32 mil niños.

Y, para ratificar el divorcio, el anterior 11 de mayo sorpresivamente le llegó a su despacho una carta, firmada por el secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor de María y Campos, para informarle que tendría que despedir a sus empleados porque hasta mayo se le asignarían los fondos.

“Y sugieren que, si mis empleados quieren ir a buscar chamba, que se vayan a Casa Presidencial, y en mi caso, dicen, que me seguirán pagando mi salario como lo manda la ley, pero ese salario nunca me lo quedé, siempre lo doné”, aseveró.

En respuesta Rodolfo Pastor aseguró que en 2023 no han dado el presupuesto que le corresponde a Nasralla porque no ha sido transparente a la hora de demostrar en qué lo gasta.

“Como resultado de la voluntad de la presidenta Xiomara Castro se le dio un recurso para que operara una serie de programas, pero cuando le hemos solicitado que liquide de manera transparente la gestión de esos recursos, hemos encontrado que no se ha cumplido con ello y, por lo tanto, no se le pueden dar nuevos recursos”, argumentó Pastor.

Para Nasralla, aunque con circunstancias en contra, no es opción renunciar y tampoco acepta una destitución, ya que su objetivo, asevera, era y es apoyar al pueblo hondureño a través de los pocos proyectos que le permitan impulsar como designado.

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¿ES DECORATIVA SU FUNCIÓN?

A criterio de Nasralla, su función como designado presidencial es simplemente una figura decorativa, razón por la cual propone que sea borrada y regresada a un sólo vicepresidente de la República, aunque también “es lo mismo, porque todos los políticos son iguales”.

“La figura de designado presidencial sí es decorativa, pero en el acuerdo que hicimos no iba ser decorativa: Mel a mí me dijo: vos vas a gobernar más que Xiomara porque vos sabes que a ella no le gusta, pero no fue así, quien gobierna es él”, expuso.

Tiene claro, en consecuencia, que él cumple con una figura decorativa ya que considera que en su gestión ha sido incapaz, al no poder contribuir con los hondureños de la manera en la que tenía plasmado en su agenda como designado.

Sin embargo, mencionó que la segunda designada presidencial, Doris Gutiérrez, está cumpliendo con proyectos que le asignó la presidenta Castro, como el Plan Trifinio.

“Doris desde antes del gobierno pedía ese plan y se lo dieron. Esa es su dedicatoria al 100%”, destacó.

Contrario a Salvador Nasralla, la designada presidencial, Doris Gutiérrez, mantiene una buena relación con la familia presidencial, pese a pertenecer a otro partido político. (Foto: Horacio Lorca-Criterio.hn)

Para el analista constitucional Oliver Erazo la gestión de Nasralla es admirable pese a los marginamientos a los que lo han sometido.

“Valorar lo que Salvador Nasralla ha hecho como designado es engañarlo y faltarle el respeto porque realmente no ha tenido el espacio para gobernar como se pactó en la alianza con la familia que está en el poder”, justificó.

De acuerdo con Erazo la postura de Nasralla, de hacerle oposición al gobierno, siendo parte del mismo, es admirable porque está consciente que, entre las consecuencias que le ha traído, es la privación al presupuesto como designado.

“Él tiene el valor de decirle a la familia del gobierno lo que están haciendo mal, por qué lo hacen mal y cómo deben de hacer para que las cosas marchen bien y eso claramente no les gusta, porque a los políticos no les gusta la verdad y más cuando vienen desde el propio gobierno”, valoró Erazo.

Sin embargo, el sociólogo Pablo Carías argumentó que la situación que enfrenta Nasralla es fruto de las palabras de división que sembró y continúa sembrando contra el gobierno en el poder y ahora le están pasando factura.

“Siempre he creído que Salvador Nasralla tiene ese problema que conocemos como incontinencia verbal (…) él ha dicho y dice muchas cosas que se pueden cuestionar”, opinó.

Carías piensa que Nasralla no tiene futuro en la política porque tiene muy pocos elementos de juicio que se lo puedan respaldar. “Su planteamiento cada vez es menos calificado, menos académico y menos científico”, agregó.

El analista está en contra de la postura que Nasralla adquirió a querer ejercer funciones como presidente de la república, siendo un designado presidencial, pero asegura que se le debe dar la cuota de poder que exige porque se pactó en la alianza política.

La Constitución de la República establece que es tarea de los designados presidenciales cumplir con labores representativas del presidente y la única forma que pueden suplir la función es cuando la ausencia sea mayor de 15 días y de forma definitiva. Esto último bajo un proceso en el Congreso Nacional. Por carecer de funciones constitucionales, la carta fundamental del Estado tampoco estipula un presupuesto para los designados presidenciales.

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OTRA VEZ BUSCARÁ LA PRESIDENCIA

Ahora Nasralla, aunque en el pasado no era una opción, acepta una alianza con el Partido Nacional o con el Partido Liberal, siendo él quien tome la candidatura presidencial con la finalidad de saciar sus ansias de continuar en el estamento de la burocracia.

“Si Dios me da vida, para las próximas elecciones, seré candidato presidencial. Yo quiero ser la cabeza de una alianza entre el Partido Nacional y Liberal porque sé que tienen personas buenas, honestas. El problema está en la cúpula de esos partidos que son los corruptos”, argumentó Nasralla en la entrevista con Criterio.hn.

“Yo invito a toda esa gente buena que se sume a mí porque voy por la candidatura, pero no estoy diciendo que me voy a unir o meter al Partido Nacional, Liberal o Libre. Si Dios me da vida para las próximas elecciones seré candidato presidencial”, anunció.

Para el abogado Raúl Pineda Alvarado, en tanto, Nasralla aproveche  las próximas elecciones para aliarse con los nacionalistas y liberales, con el objetivo de conseguir de una vez por todas la presidencia y así sacar del poder al partido que lo marginó, no es la opción más viable.

“Al hacer una alianza con la carta política de siempre, impulsado por una actitud de resentimiento y frustración tendrá resultados negativos”, analizó.

“El ingeniero Salvador como un político experto, jugado, ya con tres procesos electorales encima, debe entender que una cosa es estar en el gobierno y otra en el poder. Nadie desconoce que hay un sector de la población que cree en él, pero no la suficiente”, añadió.

El artículo 240 de la Constitución de la República indica que quienes se desempeñen durante los seis meses anteriores a la fecha de las elecciones como designados presidenciales, entre otros cargos, no podrán optar a la presidencia de la República. Pero, aun así, Nasralla, insiste en que seguirá en la próxima contienda, en la competencia, por llegar a ser el número uno del Palacio José Cecilio del Valle.

Salvador Nasralla recibió en su despacho al equipo de Criterio.hn (Foto: Horacio Lorca-Criterio.hn).

NASRALLA, EN LA ACADEMIA Y POLÍTICA

Aunque muchos consideran al designado presidencial como un hombre soberbio porque presume sus conocimientos, a nivel académico tiene peculiaridades interesantes, que no necesariamente lo hacen experto en temas relacionados a las gestiones públicas, analizan otros.

Por ejemplo, estudió en la Pontificia Universidad Católica de Chile en 1976, en donde obtuvo el título de ingeniero civil industrial con especialidad en construcción y una maestría en Administración de Empresas.

Cuando regresó a Honduras, después de su estancia en Chile, comenzó a trabajar como gerente general de la Pepsi-Cola y, paralelamente, dio clases en la facultad de Ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), durante ocho años, pero renunció porque sus alumnos tenían un bajo nivel.

En 1981 comenzó su trayectoria en la televisión con el programa Cinco Deportivo y fue jefe de prensa de la selección de fútbol de Honduras en el Mundial de España 1982.

Nueve años más tarde lanzó X-0 da Dinero, un programa de concursos con premios en efectivo, el cual sigue transmitiendo todos los domingos, mientras hacía apariciones como presentador y director de programas y eventos especiales como el certamen de belleza Miss Honduras o el programa Bailando por un sueño.

La popularidad que goza Nasralla se debe a la manera creativa en la que narraba los partidos de la selección hondureña de fútbol.

En 2013 fue cuando incursionó en la arena política como candidato presidencial del Partido Anticorrupción (PAC), logrando un poco más de 400 mil votos en las elecciones generales, una cifra que, consideraron analistas, en ese momento, como aceptable por tratarse de su primera aparición.

Para las siguientes elecciones, en 2017, fue el candidato presidencial de la Alianza Oposición Contra la Dictadura integrada por Libertad y Refundación (Libre) y el Pinu-SD, pero fue objeto de un fraude electoral por parte de Juan Orlando Hernández, quien, además de robarse las elecciones abusó de su poder al evocar un fallo ilegítimo de la anterior Corte Suprema de Justicia.

Nasralla, en aquel entonces, denunció en varias ocasiones que el candidato del Partido Nacional estaba coludido con el narcotráfico y su campaña política había sido financiada por grandes capos de la droga, como el mexicano Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Con el tiempo, las acusaciones de Nasralla fueron teniendo más sentido: después de las dos gestiones, JOH, conocido así por sus iniciales, fue arrestado y luego extraditado a Estados Unidos por tener presunta relación con el narcotráfico.

Pese a que forma parte del actual gobierno, Nasralla se declara el opositor número uno de la administración Castro, y confirmó a Criterio.hn que buscará la candidatura presidencial en los próximos comicios.

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