Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.-Honduras fue sacudida nuevamente por el crimen esta madrugada con la muerte violenta de ocho personas, producto de dos masacres simultáneas; una en la capital Tegucigalpa y la otra en la norteña ciudad de San Pedro, con cuatro víctimas en cada escena.
En la colonia El Carrizal, en la salida de Tegucigalpa que conduce al norte de Honduras, se reportó a eso de las 4:30 de la madrugada, la muerte violenta de José Germany Cruz Fonseca (43), sus dos hijos Patrick Xavier (20) y Jhonatan (16), y un sobrino.
Cruz Fonseca era el propietario del balneario y restaurante Sol y Arena, que se ubica en el Valle de Amarateca y la escena del crimen se registró en la misma ruta, frente al restaurante Cancún, a inmediaciones de un puente peatonal que da la bienvenida a la capital hondureña
Se informó que los cuatro hombres se conducían en dirección al norte en una camioneta Mitsubishi café, con placas PDÑ 2632, de la que fueron bajados y luego acribillados.
Dos de los cuerpos quedaron boca abajo sobre el pavimento y dos en la acera.
Mientras se realizaba el levantamiento de los cadáveres, uno de los familiares relató que las víctimas vivían en Amarateca y que posiblemente venían de alguna reunión. “No sabemos de dónde venían”, dijo a la prensa.
Al lugar se hicieron presentes elementos de investigación y forenses para realizar el reconocimiento legal de los cadáveres. Hasta el momento se desconoce el motivo de los hechos.
Un investigador de la escena dijo que a una de las víctimas se le encontró en uno de sus bolsillos, una bolsa con cuatro onzas de cocaína, aunque esta información no ha sido confirmada oficialmente.
Los agentes habían colocado más de 50 números sobre igual cantidad de casquillos de fusil y de arma corta que quedaron en la escena del cuádruple crimen.
LA OTRA MASACRE
En la otra escena violenta, suscitada en la ciudad de San Pedro Sula, se reportó el acribillamiento de cuatro hombres en la salida al municipio de La Lima, en el norte de Honduras.
Los jóvenes fueron despojados de sus camisas las que fueron utilizadas de mordaza y para atarlos de pies y manos.
Los cadáveres quedaron en un área verde atrás de una planta térmica, a pocos metros de una estación de la Policía de Tránsito.
Hasta en horas de la mañana se desconocía la identidad de los jóvenes y si fueron ejecutados con arma blanca o de fuego. La violenta escena trascendió por medio de una llamada anónima formulada a las autoridades policiales.
La violencia en Honduras no cesa, pese a que de acuerdo a un estudio realizado en mayo pasado por la Asociación por una Sociedad Más Justa (ASJ) el 40 por ciento del presupuesto nacional se destina a los militares, quienes a partir de 2013 comenzaron a asumir las tareas de seguridad, relegando en esa función a la Policía Nacional.
Hasta la fecha se han creado al menos 13 unidades militares con tareas de seguridad. De acuerdo a las Naciones Unidas, Honduras reportó en 2014, 90 muertes por cada 100 mil habitantes, mientras el gobierno asegura que la tasa fue de 66.49 por cada 100 mil habitantes.
