Xinjiang ante la Nueva Geopolítica y el “Choque entre Titanes”

Trump

Por: John Moran Robleda, MA

john.moran@unah.edu.hn

Desde que el Presidente de Donald J. Trump comenzó gobernar el Mundo (literalmente, pues cada presidente de los EE.UU es un de facto “Cesar” a nivel global) el conflicto interno entre “sombreros blancos” o Patriotas versus “sombreros negros” o Traidores ha consumido el “Deep State” norteamericano. Movidas y contra-movidas han sido la norma y esta guerra interna, al estilo guerra de 4ta generación se siente en cada país, incluyendo Honduras. China no es la excepción tampoco donde el grupo de Trump negocian con Xi Jinping y alejándolo de elementos de su propio “Deep State” aun aliados con los “sombreros negros” del “Deep State” norteamericano.  Mientras escribo, elementos de los “sombreros blancos” están ya en China en reunión con el VP de China.

Hay mucho que resolver: la escalada de la guerra comercial contra China, las amenazas de sanciones sí China compra equipos de defensa rusos. Todo está destinado a interrumpir la única amenaza emergente para un orden global de Washington (promovido por un grupo de los “sombreros negros”. El otro grupo quería instalar el “Siglo Chino” y China como el nuevo centro de poder mundial de parte de las élites Occidentales del Mundo).  Trump y los “sombreros blancos” reconocen el ascenso y lugar de China, pero no su supremacía, y creen que pueden negociar un triunvirato de potencias no a dominar el mundo, pero a llevarlo a una nueva etapa de evolución humana.

Las amenazas de sanciones por las acusaciones de los campos de detención Uigur en Xinjiang, ilustran cómo las autoridades de China están tratando de lidiar con este asalto total.  

¿Quiénes son estos “Uigures” que son el enfoque cínico e hipócrita en este choque entre potencias? Es una etnia grande. Equivalente a lo que son los Garífunas para Honduras. Podemos llamarlos los “Garífunas” de la China.

Un poco de historia: Su patria se encuentra en el extremo occidental de China, junto a Kazajstán y Pakistán. Son un pueblo y de raza turco con una antigua cultura musulmana que no tienen nada en común con China, excepto la proximidad. Tenían fuertes vínculos con los mongoles por Siglos y en el Siglo XVIII fueron conquistados por la dinastía Qing de China. Después de la caída de la monarquía en 1912, los Uigures rebelaron varias veces y lograron ser un país independiente primero entre 1933-34, y entre 1944-1949, ambos verdugos de la República de China bajo los Kuomintang de Chiang Kai-shek

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https://en.wikipedia.org/wiki/First_East_Turkestan_Republic

https://en.wikipedia.org/wiki/Second_East_Turkestan_Republic

Un año después de aplastar a los Uigures, la nueva República Popular de China bajo Mao Zedong comenzó a invadir el Tíbet independiente. El objetivo de China era aplastar la resistencia nacional tibetana y someterlo al gobierno chino y cultura y normas chinas. Lo mismo con los Uigures Islámicos, deseaban eliminar lo más posible la antigua cultura feudal y religiosa Budista del Tíbet. No tuvo mucho resultado. En lo político, lograron su integración y China se conformó con eso. Con tal que no había otro Nacionalismo que la China, todo estaba bien. En el Siglo XXI, en el nuevo choque entre potencias, se interrumpió ese estatus quo.

En este choque entre potencias, Xinjiang es visto como una pieza estratégica de bienes raíces de Asia Central, que incluye Kazajstán, Turkmenistán, Kirguizia, Uzbekistán y Tayikistán (que casualmente tienen minorías rusas). A fines del siglo XIX, surgió el movimiento pan-turco en el Imperio Otomano (hoy día Turquía) que buscaba unir Asia Central bajo la dirección de Estambul. Pero al final, el Imperio Ruso y el Imperio Chino ocuparon Asia Central y así quedo hasta el colapso de la Unión Soviética. Hoy, China es el último que queda.

Beijing, desde tiempos de la monarquía imperial, siempre había visto al islam como un desafío a su gobierno absoluto. Por ende, su actitud hacia los Uigures. Pero Pekín tuvo un gran susto cuando la CIA de los EE. UU. instaló campos en Afganistán a fines de la década de 1970 para entrenar a los Uigures en una fuerza guerrillera anti-china para usarlos en una posible guerra futura entre EE. UU. y China. La invasión Soviética de Afganistán interrumpió ese proyecto. Después de la disolución de la Unión Soviética en la década de 1990, pero antes del 9/11, la CIA trabajó con los mujahideen en Afganistán de Osama bin Laden y se establecieron campos de entrenamiento en Afganistán para capacitar a separatistas Uigures, de la misma manera que los rebeldes libios y luego los extremistas del Estado Islámico en Siria fueron entrenados y armados para derrocar al gobierno sirio y libia décadas después.

Cuando EE. UU. invadió Afganistán en 2001, los antiguos campos de entrenamiento de la CIA para los Uigures se cambiaron descaradamente «campos de entrenamiento terrorista islámico» y se los culpó a Al Qaeda de Osama Bin Laden (otro creación y agente de la CIA y “Deep State”).

Los Presidentes George Bush, Jr, y Barak Obama – bajo el pretexto de la Guerra contra el Terror (Bush) y la intervención humanitaria (Obama) – han drogado, bombardeado y matado a millones de niños, mujeres y civiles musulmanes en una docena de países desde Afganistán hasta Yemen y han desplazado a millones más.

 Esta es la razón por la que los gobiernos musulmanes del mundo no han condenado las acciones de China contra los Uigures islámicos: saben que el “Deep State” de los E.E.U.U. generan problemas en todos los países musulmanes y está comprometido en una guerra irregular a gran escala para desestabilizar a China. Crearon el problema Uigur en Xinjiang al patrocinar a los terroristas – las mismas tácticas que utilizó en Cuba, Venezuela, Vietnam, Irak, Afganistán, Siria y Libia. Lo que se intentó hacer antes de la invasión Soviética en 1979 se está aplicando 40 años después en versión 2.0.

Grupos como el Congreso Mundial de Uigures tienen oficinas en Washington DC y están financiados por el Departamento de Estado de los EE. UU. a través de la ONG Fundación Nacional para la Democracia (NED) – todos con fondos de George Soros – y admiten que apoyan el separatismo en el oeste de China, incluso cuando Estados Unidos condena a los separatistas y las supuestas anexiones en lugares como Donbass y Crimea. 

En 2015, China aprobó su Ley contra el terrorismo, que le permite a Pekín tomar todas las medidas necesarias para reprimir cualquier actividad o comportamiento que considere amenazante para la seguridad y la soberanía del Estado. Estas amenazas pueden resumirse en el a menudo recitado objetivo chino de librarse de «los tres males»: terrorismo, separatismo y extremismo religioso. Aumentó la seguridad, incluidas las patrullas armadas y los puestos de control en lugares importantes para restaurar la ley y el orden, y persigue a los terroristas para evitar que inflijan más violencia. Las autoridades chinas llaman a esto una regulación de alta intensidad y la estrategia ha logrado contener la propagación del terrorismo más allá de Xinjiang y eliminar a los extremistas religiosos y separatistas de la sociedad civil.

Se establecieron institutos en los vecindarios para educar a los ciudadanos sobre los peligros del extremismo religioso y desintoxicar el wahabismo radical. Se implementan programas para erradicar la pobreza con el fin de capacitar y preparar a los Uigures para empleos en pueblos y ciudades.

Sin embargo, las acciones chinas tienen sus críticas. Se critica a China por querer desarraigar la cultura y la identidad musulmana que para los chinos es INCOMPAATIBLE con cultura y nacionalismo criolla chino. Las devociones religiosas, las barbas y la vestimenta islámica tradicional, la propia lengua uigur y las costumbres históricas están prohibidas.

Se critica a China por construir lo que oficialmente se llaman centros de «reeducación» en la región. La ONU informa que hasta un millón de musulmanes han sido encerrados en estos gulags modernos, rodeados de alambre de púas y torres de vigilancia. Lo llaman ‘laogai’. Por supuesto, un millón de musulmanes en las prisiones de China (con una población de 2 billones) palidecen en comparación con los dos millones, en su mayoría negros, en las prisiones estatales y federales de los EE.UU. (con una población circa 350,000 millones, aunque ninguno está acusado de delitos religiosos).  Honduras no es la excepción en la tendencia de encarcelamiento de sus poblaciones. Solo hay que ver a Juan Hernández y su política hacia prisiones.

Se critica a China por llevar a chinos étnicos para asentarse en tierras musulmanas y budistas, y superan implacablemente a la población local que se convierte en una minoría vigilada. ¿Saben cuál país ha hecho lo mismo por 40 años? Israel. El estado sionista ha estado siguiendo la misma política en Gaza, Cisjordania y el Golán. Gaza se ha convertido en una prisión gigante y al aire libre para los palestinos. El gulag de Turkestán de China puede superar a Gaza en el número de prisioneros que posee. Como era de esperar, China rara vez critica a Israel por su represión de los palestinos.

Solo Turquía de Endrogan, está reprendiendo fuertemente a China y dando refugio a los refugiados Uigures, turcos étnicos como ellos. Los autoproclamados «defensores de la fe», Arabia Saudita, han sido mudos, quienes hacen peores cosas contra los yemeníes.

Xinjiang de los Uigures y Yunnan en el sur son los principales motores de la economía china. Mejorar su infraestructura vial, ferroviaria y energética y vincularla estrechamente con el sur de Asia y el sudeste asiático es esencial para que China siga creciendo, todo esto impulsado por la conectividad energética crucial a través de un gasoducto desde Turkmenistán, un oleoducto desde el Caspio en Kazajstán.

Lean esto para una visión geopolítica

https://thesaker.is/a-two-part-pepe-escobar-report-on-the-china-pakistan-and-the-new-great-game/

Se está cambiando el paradigma a nivel mundial que incluye desbloqueando el potencial productivo, cultural y científico de miles de millones de seres humanos y liberándolos de la división y conquistando las cadenas geopolíticas de un Cabal de psicópatas. El Imperio siempre ha buscado dividir y acosar. Solo miren su obra maestral aquí en Honduras

En ese proceso, sería útil que el liderazgo dentro de los Uigures despertara. En lugar de ser reclutados como forraje de cañón para El Imperio, cuya guerra no solo contra Rusia, sino contra la humanidad, muchos estamos interesados en detener.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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