Por: Lester Núñez*
Un homenaje al poeta hondureño, José Adán Castelar, se llevó a cabo el día viernes 9 de abril de 2021 a las 6:00 p.m. hora de Honduras y 8:00 p.m. en Nueva York, vía plataforma Zoom y Facebook Live, para conmemorar lo que serían los 80 años de su nacimiento.
El homenaje “Voces para el poeta Castelar: a 80 años de su nacimiento”, fue organizado por Gladys Rosales de Castelar, Lucy Pagoada, Roberto Quesada y familiares del poeta, con la intención de rememorar su vida, obra y natalicio.
José Adán Castelar nació el 9 de abril de 1941 en Olanchito, Yoro, y falleció en Tegucigalpa el 24 de diciembre de 2017. Fue un reconocido escritor que representó a Honduras en espacios literarios nacionales e internacionales. En palabras de Fausto Leonardo Enríquez, poeta y crítico, miembro de la Academia Dominicana de la Lengua: “Castelar fue un poeta de la voz convocada, jalonado por el compromiso social, el amor, lo popular y lo culto”.
El poeta Castelar recibió los premios literarios más prestigiosos de su país y de su entorno: el Premio Iztam Na de Literatura (1982), el Premio Latinoamericano de Poesía Roberto Sosa (1986), el Premio Centroamericano de Poesía Juan Ramón Molina (1988), y el Premio Nacional de Literatura Ramón Rosa (2003).
El poeta Castelar publicó las siguientes obras: Ser (1961), Poema estacional (1966), Entretanto (1970), Memoria en mano (1976), Sin olvidar la humillación (1983), Pasión del claroscuro (1988), Tiempo ganado al mundo (1989), También el mar (1991), Venus en el campo (2001), Cauces y última estación (2006), Poema Opus II (2016).
Personalidades de la literatura, el arte en general y amantes de las letras unieron sus voces para conmemorar el natalicio del poeta Castelar. Algunos de ellos fueron: Manuel Zelaya, Roberto Quesada, Lucy Pagoada, Rafael Murillo Selva, Melissa Merlo, Félix Cubías, César Lazo, Oscar Amaya, Rolando Kattán, Sergio Osmín, Eduardo Bähr, Mario Morales, Livio Ramírez, Tito Estrada, Galel Cárdenas, Róger Rovelo y Pavel Núñez.
Antes de iniciar el homenaje, el joven y reconocido pintor, Roberto Quesada Pagoada, presentó a su padrino Mel Zelaya: “Estoy muy contento de estar esta noche celebrando el cumpleaños 80 de mi abuelo Adán, cada año hacíamos un viaje a Honduras, pero por el golpe de Estado de 2009, ya no podíamos visitar a nuestra familia. Hoy tengo el honor de presentar al presidente Mel, quien nació en Olancho, en donde tengo un caballo que él me regaló”.
El expresidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, dio las palabras de inauguración al homenaje: “La literatura para nosotros y todo ser humano de la modernidad, tiene un peso específico en toda la composición histórica de la sociedad… La cultura, en mi caso, la considero más indispensable que nunca. Este homenaje al poeta Castelar es merecido, pues honra una parte fundamental de nuestra historia”.
Gladys Rosales, viuda de Castelar, se refirió al poeta con palabras emotivas: “Lo que viene a mi mente, es que fue un escritor comprometido y disciplinado. Escribía de día y de noche, siempre puliendo sus textos. Recuerdo que me decía que cada libro es como un hijo, a todos se les quiere por igual”.
“Al definir a Adán, pienso que fue una persona optimista frente a cualquier adversidad. Amaba las cosas sencillas, eso lo hacía feliz. Era un hombre pacifista y defensor de las causas justas a favor de los niños y de la mujer. ¡Me amó y lo amé, su recuerdo estará para siempre, recibo este homenaje y lo guardo en mi corazón!”, agregó.
El poeta César Lazo, dijo “que desde que leyó la obra de Castelar, lo convirtió en su poeta preferido”.
El escritor Roberto Quesada, quien se mostró contento con el homenaje, ya que se crio desde los seis años con Castelar, relató de manera jovial, una anécdota que compartió en vida con el poeta: “Una vez lo encontré mirándose en una foto, lo vi y dijo: ¡que indio tan feo!, y entonces le pregunté, ¿quién es?, resulta que era él mismo.
El Dr. Ramón Luis Acevedo, especialista en Literatura Centroamericana, de la Universidad de Puerto Rico, expresó: “Me siento muy honrado de participar en esta celebración de la vida del poeta Castelar, un amigo auténtico de vocación y de una personalidad singular, en el cual se fundía la vida y la poesía”.
El poeta Fabricio Estrada, comentó “que conoció al poeta Castelar en la solidaridad poética, y que él publicó su primer poema en un diario nacional en 1994”.
“José Adán Castelar ha dejado con su partida un gran vació en el corazón del pueblo hondureño”, afirmó el escritor Félix Cubías.
“La imagen de nuestra amistad, es como una metáfora para estamparla junto a la mía, dijo el escritor Eduardo Bärh.
La poeta Melissa Merlo, consideró que el poeta Castelar “es uno de los poetas más grandes de Honduras y Centroamérica”.
Iván Castelar, nieto del poeta Castelar, recordó: “Él me enseñó a jugar ajedrez, y conocí la opera gracias a él”.
Lucy Pagoada, maestra de literatura, se sintió muy feliz de ser parte de este bello homenaje a la vida y legado poético de José Adán Castelar. También se sintió agradecida porque en vida el poeta Castelar le dedicó el poema, El bolígrafo.
“Fue un enorme acontecimiento en mi vida personal el haberme encontrado con José, en una época muy difícil como la década de los 80, arriesgamos la vida por nuestra militancia política”, recordó el poeta Oscar Amaya.
Sarah Castelar, nieta del poeta Castelar, aprovechó para enviarle un feliz cumpleaños a su abuelito que está en el cielo: “Le quiero mandar un feliz cumpleaños a mi abuelo más cariñoso y especial, al que siempre quise ser como él”.
“Qué bonito celebrar las efemérides, los aniversarios de los grandes hombres”, exteriorizó el poeta Rolando Kattán.
El dramaturgo Rafael Murillo Selva, compartió su experiencia con el poeta Castelar: “Nunca escuché de sus labios una palabra agria contra nadie, y aun así, lo sigo viendo en mi memoria, con su sonrisa bonachona, con su aura generosa y sonriente”.
El poeta Róger Rovelo, agradeció la invitación a los organizadores del homenaje, y compartió versos del poema de Castelar, “Las últimas palabras”.
El exvocalista de la agrupación musical Café Guancasco, Pavel Núñez, recitó musicalmente el poema de Castelar, “Cauces y la última estación”.
Al final del homenaje, Pablo Rubén y Gladys Rosales, hijos del poeta Castelar, agradecieron a los organizadores del homenaje y a los invitados presentes. También se refirieron a su padre:
“Yo recuerdo a mi padre en vida como un gran hombre, intelectual y respetuoso, el mejor amigo que he podido tener”, contó Rubén.
“Mi papá fue una persona muy compresiva y con mucha paciencia. Una de las cosas que más me agradó de él es que nunca nos juzgó, nos dio todo el cariño y el amor que un hijo desea para ser feliz”, recordó Rosales.
*Licenciado en Ciencias Sociales por la UPNFM, pasante de la Carrera de Periodismo y Comunicación Social en la Universidad Metropolitana de Honduras.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas