Artículo escrito por Jon Rappoport
(Primera Parte)
redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-CRITERIO quiere compartir con sus lectores un artículo del periodista investigador Jon Rappoport, quien hace un análisis fundamentado sobre el pánico que se ha sembrado en los países latinoamericanos sobre el virus del Zika, lo que a su juicio, no es más que una campaña para controlar la tasa de natalidad y una inmensa oportunidad de negocio por parte de poderosas compañías mundiales que ya están ofreciendo la supuesta solución del problema.
De nuevo Jon Rappoport nos muestra un punto de vista muy diferente al oficial, esta vez en referencia a la histeria artificial desatada con el virus Zika.
Ahora que la histeria con el Zika se está expandiendo a marchas forzadas, vale la pena que todo el mundo lea este artículo para tener un punto de vista alternativo…
La histeria vende y es el momento de volver a provocar histeria.
Ahora el virus de moda es el Zika.
Nos están diciendo que lo transmiten los mosquitos y que puede causar defectos de nacimiento en los bebés, provocando microcefalia, es decir, niños discapacitados de nacimiento con un cerebro y un cráneo más pequeños de lo normal.
Los titulares son terroríficos, del tipo:
“Brasil envía 200.000 soldados para detener la propagación de Zika”
“Manténgase alejado de Río si está embarazada”
“‘Perdemos la batalla contra los mosquitos”
“Virus amenazando dos continentes”
La histeria repentina llega al punto de que diarios como el Daily Mail indica que las mujeres embarazadas están siendo advertidas de no viajar a 22 países de América Latina y África. Varios casos de Zika ya se están reportando en Italia, el Reino Unido y España, así como Dinamarca o Suecia.
Un artículo llamativo lo encontramos en el Washington Post, titulado: “A medida que el virus Zika se propaga, El Salvador pide a las mujeres que no se queden embarazadas hasta el año 2018”:
“La rápida propagación del virus Zika ha llevado a los gobiernos latinoamericanos a instar a las mujeres a no quedar embarazadas durante un máximo de dos años, una precaución extraordinaria dirigida a evitar los defectos de nacimiento que se creen que están vinculados a la enfermedad transmitida por mosquitos”.
“Se trata de un fenómeno nuevo con una capacidad potencia para cambiar la cultura en varias naciones, donde se ha pedido a las poblaciones que retrasen la procreación. La Organización Mundial de la Salud dice que al menos 20 países o territorios de la región, entre ellos Barbados y Bolivia, Guadalupe y Guatemala, Puerto Rico y Panamá, han registrado la transmisión del virus”.
Así que ahora tenemos gobiernos advirtiendo a las mujeres de que no queden embarazadas.
Parece un nuevo método de despoblación: “No se quede embarazada. Si lo hace y un mosquito la pica, usted podría dar a luz a un niño gravemente dañado”.
A ello se suman los avisos masivos contra los viajes, para las mujeres embarazadas. Y 200.000 soldados en Brasil, sede de los próximos Juegos Olímpicos, van de puerta en puerta distribuyendo información acerca de esta nueva “plaga”.
Un auténtico estado de histeria inducido.
Así que vamos a examinar un poco la ciencia real que se oculta detrás del virus Zika y la afirmación de que está causando defectos de nacimiento.
Antes de que se pueda establecer de forma segura que un virus causa una enfermedad, se necesita haber realizado algunos procedimientos.
En primer lugar, se debe probar que el virus existe. Tiene que ser aislado del tejido enfermo de un portador humano y después ese tejido tiene que ser puesto bajo un microscopio electrónico, en el que se deberán ver muchos ejemplares del virus, en este caso del Zika.
En segundo lugar, las pruebas tienen que ejecutarse en muchos casos diferentes de humanos sospechosos de llevar el virus, y estas pruebas tienen que revelar grandes cantidades de Zika en el cuerpo.
Este es el “kit de inicio básico” para decidir que un virus puede ser la causa de una enfermedad humana real.
Rappoport afirma que al examinar la literatura publicada sobre el Zika, hasta ahora no ha visto informes sobre el análisis de tejido enfermo de un ser humano, seguido de fotos de microscopio electrónico que revele grandes cantidades de Zika.
En cuanto a las pruebas de diagnóstico de casos de posibles humanos infectados, como de costumbre, se utilizan dos grandes tipos de pruebas: la prueba de anticuerpos y el PCR.
Voy a revisar brevemente los defectos graves en estas dos pruebas.
A-Los anticuerpos son exploradores del sistema inmunológico que identifican a los invasores que penetran en el cuerpo. Los anticuerpos identifican a los intrusos para que otros elementos del sistema inmunológico puedan repelerlos y destruirlos.
Cuando una prueba muestra que los anticuerpos dirigidos contra un virus específico (como el Zika) están presentes en el cuerpo, eso significa que el cuerpo ha contactado con ese virus, (si la prueba para el Zika se hizo bien y no da un falso positivo resultado). Cabe destacar que los falsos positivos son frecuentes. Pero más desastroso aún: el hecho de demostrar que el cuerpo tuvo contacto con un virus específico, no dice absolutamente nada acerca de si el paciente está enfermo o va a enfermar.
De hecho, antes de 1985, una prueba de anticuerpos positiva era interpretada generalmente como una buena señal: el sistema inmunológico del cuerpo había encontrado y vencido al invasor. En cambio, después de 1985, la “ciencia” dió un giro y pasó a interpretar que un resultado positivo significa que la persona está enferma o va a enfermar. Y eso significaba, por supuesto, más falsos diagnósticos de la enfermedad y más beneficios procedentes de los consiguientes tratamientos.
Así es como, cuando se “anuncian epidemias”, las agencias de salud pueden inflar falsamente el número de casos hasta números sobredimensionados.
B-La PCR es una prueba muy sofisticada y difícil de ejecutar. Es propensa a errores. Se necesita una cantidad minúscula de material que se supone que es un fragmento de un virus, y se multiplica para que se pueda observar ese fragmento.
El primer problema con la prueba es: ¿los técnicos en efecto elegir una pequeña muestra que en realidad es una pieza del virus en cuestión? ¿O son simplemente restos de escombros genéticos?
El segundo problema es: la prueba, a pesar de todas las afirmaciones que sostienen lo contrario, no dice nada fiable sobre la cantidad de virus que hay en el cuerpo del paciente. ¿Porque es esto importante? Porque usted necesita una gran cantidad de virus en el cuerpo para empezar a decir que está causando la enfermedad.
Una cantidad muy pequeña es trivial.
Con estas dos pruebas inútiles, la de anticuerpos y el PCR, los investigadores y los médicos no tienen ninguna pista significativa acerca de si un paciente está enfermo como consecuencia del Zika.
Todos los informes sobre posibles casos pasan a ser sospechosos.
Por lo tanto, atribuir problemas muy serios al Zika a nivel mundial es insostenible y especulativo. Eso NO es ciencia.
Y dar el salto de llegar a afirmar que el virus está causando que las mujeres embarazadas den a luz a bebés con cabezas muy pequeñas y cerebros deteriorados es absurdo.
¿Quién se beneficia de esta falsa “ciencia” sobre el Zika?
Ciertamente, las empresas que están liberando mosquitos genéticamente modificados como método para prevención de enfermedades. La mayor de estas compañías se llama Oxitec.
Hasta el momento, los mosquitos transgénicos de Oxitec se utilizan para reducir la fiebre del dengue en Brasil, Malasia y las Islas Caimán. Florida es el próximo territorio en la agenda donde se liberaran los mosquitos OGM de Oxitec.
Pero con la inmensa oportunidad de negocio que proporciona el Zika, “transmitido por una plaga de mosquitos”, ya podemos imaginarnos que pronto nos venderán la necesidad de llenar todo el planeta de mosquitos genéticamente modificados para “salvar al planeta de esta nueva amenaza”…
Sin embargo, cabe destacar que hay algunos problemas con los mosquitos transgénicos.
Una ciudad en Brasil ha informado que siguen teniendo niveles elevados de dengue, a pesar de que los mosquitos OGM se hayan introducido para combatir esa enfermedad.
La hipótesis científica para hacernos creer que los mosquitos OGM van a salvarnos es: el mosquito transgénico (macho) inseminará a las hembras naturales, pero no proliferará ninguna generación real de mosquitos más allá de la etapa larval, debido a los genes modificados. Sin embargo, esta tasa de natalidad cayendo en picado en los mosquitos es la única “prueba” de que el gran experimento es seguro. No hay estudios sobre los efectos sobre la salud a largo plazo de estas técnicas, algo que recuerda mucho a lo que sucede con la introducción de los cultivos OGM: sólo se ofrecen garantías insulsas, sin pruebas científicas concluyentes sobre sus efectos a medio o largo plazo.
No hace falta decir que sin extensas pruebas de laboratorio, no hay forma de saber lo que estos mosquitos transgénicos en realidad están aportando al medio ambiente, más allá de las afirmaciones de los investigadores pagados por las empresas de biotecnología.
Donde quiera que se hayan introducido estos mosquitos transgénicos, o estén a punto de ser introducidos, las poblaciones humanas no han sido consultados para que den su autorización. Todo está siendo realizado por el gobierno y las élites corporativas sin pedir permiso ni opinión a nadie.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas