Por: Redacción CRITERIO.HN
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Foto portada: Claudia Mendoza
Tegucigalpa.-Una nueva caravana de migrantes hondureños salió en búsqueda del sueño americano, esto a criterio de analistas se debe a la pobreza, el daño provocado por el paso de los huracanes Eta y Iota y también por la corrupción impulsada desde el Gobierno.
Cada factor suma a los motivos migratorios de miles de compatriotas, quienes tienen menos confianza en sus autoridades. La Red Regional de Protección presentó esta semana ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la situación que viven personas desplazadas de Centroamérica y México en los procesos migratorios.
Entre los datos expuestos, se encuentra la violación a derechos humanos, una realidad que genera preocupación a nivel regional.
En Honduras varias organizaciones defensoras de derechos humanos han apuntado en ese flagelo, por ejemplo el Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), afirmó que las violaciones a estos derechos fundamentales juegan un papel determinante en la migración.
“El irrespeto a los derechos humanos es grave en Honduras, esto se da en un contexto donde al Gobierno se le denomina como un narco Estado por la comunidad internacional, y como sabemos el autoritarismo es una característica de un Gobierno de ese tipo”, valoró el director de esta organización, Carlos Leiva.
Para Leiva la corrupción y la violación a derechos humanos están íntimamente relacionadas: “estos son efectos de la corrupción, porque cuando se cometen este tipo de situaciones hay problemas migratorios, porque la corrupción genera problemas de salud, de educación, de trabajo, de inversión y por ende de derechos humanos, estos factores motivan a que la gente deba buscar salir del país”.
El defensor de derechos humanos recalcó que en la actualidad varios factores se han juntado para motivar a que salgan nuevas caravanas, uno de ellos es la crisis generada por el paso de dos ciclones tropicales.
Por tal razón instó a la ciudadanía a ejercer presión sobre el manejo de fondos públicos y para que desde la ejecución de ellos se priorice a los necesitados y de tal forma se respeten los derechos humanos.
“Cada situación que se presenta en el país debe tener la respuesta de la ciudadanía, sabemos que estamos bajo una dictadura y que si se le permite esto continuará en total impunidad”, concluyó Carlos Leiva.
Según el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en Honduras el 48.3 % de los más de 9.2 millones de hondureños viven bajo el umbral de la pobreza y el 22.9 % en pobreza extrema.
El Foro Social para la Deuda Externa en Honduras (Fosdeh), valoró que el país está inmerso en la corrupción y en uno de sus estudios sobre las estimaciones de este flagelo, indicó que entre 2014 y 2018 se perdieron por este factor más de 254 mil millones de lempiras.
