Por: Martha Alegría Reichmann
redaccion@criterio.hn
Tegucigalpa.-Pido perdón al poeta Ramón Ortega por usar el título de su bella poesía, «Verdades Amargas», por ser yo otra fiel testigo de verdades amargas que estoy viviendo a través del cristal de mi experiencia, aunque en el mismo mundo en que vivimos donde se compra amor, voluntad y conciencia.
He leído con tristeza y una extraña mezcla de dolor con pizca de satisfacción, las 11 páginas del admirable y profundo testimonio del Ex-Nuncio Carlo Maria Viganò, a quien nunca he tenido el gusto de conocer, donde reclama al Papa Francisco la anulación de las sanciones contra el Cardenal Theodore Mc Carrick, que el Papa Benedicto XVI le había impuesto.
Digo tristeza porque veo el deterioro de la Iglesia desde su cúpula, abarcando distintos lugares de nuestro planeta, tristemente incluida mi querida patria, Honduras.
Digo satisfacción, porque el periodista Edward Pentin, autor del artículo del 26 de agosto en el periódico «The Catholic Register», menciona las palabras del Papa Francisco pronunciadas en el Ángelus del 12 de agosto 2018: «CADA UNO ES CULPABLE DEL BIEN QUE PUDO HABER HECHO Y NO HIZO… SI NO NOS OPONEMOS AL MAL, LO ALIMENTAMOS DE MANERA TACITA. ES NECESARIO INTERVENIR DONDE EL MAL SE DIFUNDE PORQUE EL MAL SE DIFUNDE DONDE FALTAN CRISTIANOS AUDACES QUE SE OPONGAN CON EL BIEN». Estas sabias palabras del Papa me dan toda la razón porque concuerdan perfectamente con mis acciones y con mis declaraciones en entrevistas y artículos concedidas a distintos medios. Lo único malo aquí, es que como demuestra el Ex-Nuncio Vegano, el Papa no pone en práctica lo que dice.
Artículo Relacionada: Sí, soy pecadora…a mucha honra
Al final de la página número 7 e inicios de la página 8 de su valiente testimonio, el Ex-Nuncio Viganò escribe literalmente lo siguiente:
«El Papa Francisco ha pedido varias veces total transparencia en la Iglesia, a los obispos y a los fieles de actuar con la libertad de decirlo todo y también la franqueza en el expresarlo. Los fieles de todo el mundo le exigen a él que dé el ejemplo. Diga desde cuando ha sabido los crímenes cometidos por Mc Carrick abusando de su autoridad con seminaristas y sacerdotes.
Noticia Relacionada: Exnuncio de EE.UU. acusa al Papa Francisco de encubrir abusos sexuales
En cada caso, el Papa lo ha sabido de mí el 23 de junio 2013 y continuó a cubrirlo. No ha tomado en cuenta las sanciones que le había impuesto el Papa Benedicto y lo ha nombrado consejero de confianza junto con Maradiaga. Este último se siente tan seguro de la protección del Papa que puede tirar a la basura como «chismes» las denuncias de decenas de sus seminaristas que tuvieron el coraje de escribirlo después de que uno de ellos tentó suicidarse por los abusos homosexuales en el seminario.
Seguramente los fieles ya entendimos muy bien la estrategia de Maradiaga: insultar a las víctimas para salvarse él mismo, mentir descaradamente para encubrir un enorme abuso de poder, de mala gestión en la administración de los bienes de la Iglesia, de desastres financieros aún en perjuicio de amigos íntimos, como en el caso del embajador de Honduras Alejandro Valladares, ya Decano del Cuerpo Diplomático ante la Santa Sede.
En el caso del obispo auxiliar Juan José Pineda, después del artículo que apareció en el semanario «L Espresso» en febrero pasado, Madariaga había declarado al periódico «Avvenire»: Ha sido mi obispo auxiliar Pineda quien pidió la visita para «limpiar» su nombre por las calumnias de las cuales ha sido objeto».
Ahora de Pineda se ha publicado únicamente que su renuncia ha sido aceptada, haciendo así desaparecer en la nada cualquier eventual responsabilidad ya sea suya o de Maradiaga.
En nombre de la transparencia del Papa tan proclamada, que se haga público el reporte del Visitaddor, el obispo argentino Alcides Casaretto que le entregó hace más de un año, solo y directamente al Papa.
En fin, también el reciente nombramiento a sustituto del obispo Edgar Peña Parra tiene una conexión con Honduras, o sea, con monseñor Pena Parr,a en efecto del 2003 al 2007 prestó servicios en la Nunciatura de Tegucigalpa en calidad de Consejero. Como delegado para la RR.PP. me llegaron informaciones preocupantes referentes a él.
En Honduras se está por repetir un escándalo como en Chile. El Papa defiende a toda costa a su hombre, el Cardenal Rodríguez Maradiaga así como había hecho en Chile con el obispo Juan de la Cruz Barros que él mismo había nombrado obispo de Osorno, contra el parecer de los obispos chilenos. Primero había insultado a las víctimas de los abusos, después solo cuando se vio acosado por el clamor de los medios por las protestas de las víctimas y de los fieles chilenos ha reconocido su error y se excusó, diciendo que había estado mal informado, provocando una situación desastrosa en la Iglesia en Chile».
Ruego a Dios todo poderoso que ponga su divina mano para que las cosas retomen el camino justo conforme los principios y el legado que el mismo Jesucristo nos heredó a través de su palabra en las Sagradas Escrituras.
Como cristiana, como católica y como víctima, lo único que puedo hacer es orar y poner mi granito de arena denunciando lo que puedo denunciar porque igual que el Ex-Nuncio Carlo Maria Viganò, pienso que callar es colaborar con el mal y nuestra conciencia no lo aguanta ni lo permite por la simple razón de que amamos a Cristo y damos la cara por él.
Martha Alegría Reichmann
-
Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
Què bueno que dentro de la Iglesia hayan personajes importantes que puedan denunciar sin temor lo que allì està pasando