Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
A los presos políticos
Aquí no importa mucho, no pasa nada. Ninguna discusión interna ni externa podrá restaurar nunca aquí la credibilidad de JOH a quien defienden a capa y espada sus fieles incondicionales. Pero su lánguida figura tiene hoy claramente una dimensión internacional. En Israel se agitó una polémica que los medios quieren esconder cuando por un lado una ministra invitó a Juan O. Hernández para que participara en el ceremonial del Día de la Independencia obligando la asistencia de B. Netanyahu, mientras que por medio de su vocera del Partido Meretz de oposición denunció la ignominia que eso significaría y exigió que se le desinvitara, condenando sus violaciones a los derechos y corrupción ampliamente documentada incluso en medios públicos y ya se anuncia que JOH desiste de la alelada condecoración.
Al fin y al cabo solo es una continuidad del éxodo que viene sucediendo cada vez mas intensa y desorganizadamente desde de 2009. No se si me hubiera llamado mucho la atención el que -desde hace unos días- una caravana de personas de muchas nacionalidades pero mayoritariamente hondureños, que llevan una pancarta y una bandera nacional marcha inexorablemente hacia la frontera estadounidense con gran alarma de su autoridad. De no ser por un nuevo tuit en que Donaldo Trump asegura que EUA debe construir el muro porque ha sido muy generoso con México y con Honduras, pero esos países le mandan caravanas de migrantes ilegales al asalto de sus fronteras.
La congresista californiana Norma Torres ha respondido con un texto bello -por su sencillez- relacionando ese éxodo con la política estadounidense en Honduras. No debería de sorprenderse Trump, dice porque la violencia, la pobreza, el atropello a los derechos, la inestabilidad de una democracia fallida y la corrupción que empujan esa migración son males viejos que su falta de principios éticos del Presidente y la colusión de su gobierno han complicado. Al abandonar la causa de la democracia en Honduras le dice doña Norma a Donaldo, su Administración ha ayudado a generar el caos de modo que cuando culpa a México por esa marcha, debe mirarse en el espejo. Conste que Trump pudo responder que antes de él ya había abandonado esa causa Hillary Clinton con la complicidad de Obama. No se si los caminantes han avanzado o si ya vienen de regreso según la apresurada declaración de la asustada canciller mexicana, amenazada con suspensión de los tratados de libre comercio. Y no pretenderé hablar por, ni defender a México.
Pero voy a discrepar con Trump cuando asegura que los EUA han sido generosos con Honduras. Han apoyado aquí recién a los exportadores, salvo a los que maquilaban calcetines y a los que cultivaban melón envenenado (que comíamos con el consejo de ministros y el cuerpo diplomático en Casa Presidencial en 2008) porque el Departamento de Comercio no los dejaba entrar a cuando el Embajador Ch. Ford quiso chantajear a Mel.
Los EUA les han franqueado el acceso a su mercado a las empresas estadounidenses exportadoras de banano y de piña, que se producen en nuestro Litoral Atlántico. Permiten la exportación a EUA del café o el cacao hondureño unos de los mejores del mundo. Y ha apoyado a las navieras estadounidenses que acarrean esas exportaciones y las importaciones masivas de 75% de las manufacturas que aquí se consumen. Como apoya a las petroleras transnacionales que venden en Honduras un poco más caro que en otro lado los derivados del aceite y ha defendido EUA a las mineras de norteamericanos que explotan aquí todo tipo de metales aunque no esta claro si las utilidades compensan por los daños ambientales y sociales. Ha sido generoso el gobierno de los EUA para financiar la construcción de infraestructura que pudiera ser de valor estratégico en caso de tener problemas el Canal de Panamá. Su país nos ha mandado a muchos misioneros con camisetas alusivas a su filantropía. Antes -en los 1980s- nos proveyó según declaró el E. Cris Arcos mil millones de dólares en diez años en armas y entrenamiento militar. Los que pudieron servirnos de algo hipotéticamente si algún país nos hubiera atacado. Más recientemente ¿ha protegido el gobierno de los EUA a varios de los bancos locales contra la OFAC?
Bajo Trump el gobierno de ese país ha sido generoso con JOH, al punto de designarlo presidente reelecto y ha dado antes y ahora a través de otros países -como Israel y potencias intermedias de la región- otra vez mucha ayuda y regalos a los militares que JOH usa para reprimirnos y que consideran a EUA sus papayunai. Ha dado publicidad y premios a los medios de comunicación masivos que le sirven de caja de resonancia, para reproducir y ampliar sus mensajes propagandísticos, arbitrariedades, mitos y sofismas.
Nora relacionada Lucem et Sensu EL MUNDO Y TRUMP
Pero a los hondureños de a pie, que quisiéramos ser ciudadanos responsables de una republica libre e independiente, en un país desarrollado en función de nuestras necesidades, y que anhelamos elegir a nuestros gobernantes con libertad y sin injerencia externa mezquina, a los hondureños y hondureñas libres, dignos, identificados con nuestra historia y tradición atropellada y con nuestro propio proyecto nacional, EUA no solo no nos ha ayudado nunca, Donald, nos ha estorbado siempre, frustrado y catalogado como enemigos peligrosos, nos ha satanizado y perseguido implacablemente con la burocracia desbordada de la CIA empeñada en exterminarnos. Y a los empresarios nativos que producen alimentos para el abasto del país el libre comercio con EUA los amaga más bien con una competencia injusta y catastrófica que los extinguirá para beneficiar a los destazadores
Bajo Obama se diseñó un proyecto para detener la migración y se habló de dotarlo con $1500 millones de dólares que pudieron haberse sentido en la economía local del Triangulo Norte. Se redujo después eso a casi $700 millones que todavía era sustancial. A la hora de llegar Trump otra vez se redujo a $420 millones, casi la mitad de eso para los militares y policías, armas, equipo y apoyo para la represión. Paradójicamente en esa temible caravana solo unos pocos son refugiados políticos que huyen explícitamente de la persecución. La mayoría de esos peregrinos huyen de la desesperanza que aquí ha provocado la colaboración de nuestros opresores locales y sus padrinos extranjeros. Muchos son pitiyanquis convencidos de que ya no tenemos un país, que no hay esperanza aquí, y que allá la democracia si funciona, y existen los derechos y se puede prosperar y obtener las cosas que les han dicho que hacen la vida buena. ¡Son tu herencia Donaldo! Recíbelos con los brazos abiertos y con alegría y dales lo suyo.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas