ahorcados en sus celdas en La Tolva

Tres privados de libertad fueron ahorcados en sus celdas en La Tolva

Por: Redacción CRITERIO.HN

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Tegucigalpa.-Tres privados de libertad fueron asesinados este jueves en el Centro Penitenciario de  Morocelí, El Paraíso, más conocido como La Tolva, ubicada en la zona oriental de Honduras.

De acuerdo con un informe del Instituto Nacional Penitenciario (INP), murieron por asfixia por estrangulamiento y eran miembros de la Pandilla 18.

El informe establece que las víctimas son Carlos Johan Boquín Hernández, de 24 años quien cumplía una pena por los delitos de robo de vehículo, robo agravado y privación injusta de la libertad, recluido desde el mes de octubre de 2015.

El otro fallecido es José Noé Cárcamo Martínez, de 24 años, a quien se le había impuesto una pena por la supuesta participación de dos asesinatos. Estaba recluido desde el mes de abril de 2015.

Mientras que Pablo Antonio Estrada López, de 25 años, estaba procesado por el delito de homicidio simple, recluido desde el mes de abril del 2019.

El INP indicó que ya coordinaron con organismos de investigación y ciencias forenses para realizar los levantamientos.

Según el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh) cerca de 800 privados de libertad han perdido la vida en los últimos años en Honduras de forma violenta.

Uno de los casos recientes y sonados se registró a finales del año 2019, el privado de libertad Magdaleno Meza -testigo clave en caso de narcotráfico que involucraba a Tony Hernández, hermano del presidente Juan Orlando Hernández- fue masacrado a tiros y el hecho quedó grabado en una cámara de seguridad.

El 5 de abril del 2003 en la Granja Penal de El Porvenir, en el departamento de Atlántida, que dejó como saldo 69 personas muertas.

El 17 de mayo de 2004 en el Centro Penal de San Pedro Sula perdieron la vida 107 privados de libertad, hecho por el que Honduras fue condenado por la Corte Interamericana de los Derechos Humanos.

Por último, entre el 2011 y el 2012, el Conadeh registró la muerte de 419 privados de libertad, 360 de ellos murieron quemados en la Granja Penal de Comayagua.

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