Honduras no tiene derechos sexuales ni reproductivos

Sin filosofía en un país sin ética

Por: Josué Dany Hernández Guzmán

Columnista invitado

Los seres humanos respiramos oxígeno, pero también respiramos ideas. Y es la filosofía la que nos ayuda a saber cuáles son esas ideas y también a detectar cuándo la atmósfera está contaminada y es necesario cambiar unas ideas por otras.

Todos sabemos que el sistema educativo es muy deficiente en el país, y la guinda del pastel parece ser la desaparición de la clase de filosofía en el bachillerato. Y la pregunta que se viene a la mente es ¿por qué tipo de educación estamos apostando? No sólo la filosofía, sino las humanidades parecen estar en el blanco de la reforma educativa. Parece que la tendencia es educar de una manera tecnicista y economicista, buscando que los estudiantes sepan hacer cosas, buenos operarios, pero no buenos pensantes.

Es un desastre educativo a largo plazo la ausencia de filosofía en la educación media y de las humanidades en general. La importancia de la filosofía no consiste en su abstracción, sino en el papel que tiene para la vida de la persona como persona.

La importancia de la filosofía, pensemos por ejemplo en la ética, consiste en que es esta materia en la que se enseña a pensar, a discrepar, a hacerse preguntas. Por eso, la filosofía no sólo es necesaria en las aulas, sino en la plaza pública, en la búsqueda del bien común, en el camino de la justicia y la búsqueda de la verdad.

Al parecer han querido meter a la filosofía dentro de las horas de psicología, cosa a todas luces absurda. Nos ha sorprendido para mal que se elimine la filosofía del bachillerato en el país. Me parece que los filósofos del país (si los hay) y los profesores de filosofía (que sí los hay) deben alzar la voz y defender la materia de filosofía en la educación media.

Si se trata de sacar profesionales de nuestros centros educativos, debemos preguntarnos si basta con que sepan la técnica, la praxis o la búsqueda del bienestar económico, o si también es importante (y a todas luces lo es), la actitud moral, nuestras decisiones, lo que debemos o no debemos de hacer.

De ahí la importancia de la ética para un país con estructuras de pecado enormes de corrupción, burocracia, impunidad y una vorágine de antivalores. Paradójico que la política y la economía se vayan a poner en contra de la filosofía cuando surgieron de la filosofía misma.  ¿Se puede politizar la educación? Por desgracia, sí.

La filosofía nos ayuda a preguntarnos cuál es la intencionalidad del sistema educativo de nuestro país al quitar la clase de filosofía en la educación media.

La filosofía nos enseña a entender el mundo, conocer certezas, buscar la verdad, a reconocer las injusticias de este mundo para que, por medio del diálogo, se busque la justicia y el bien común. Creo que también los padres de familia de nuestra Honduras tienen el deber cívico de protestar por la supresión de la filosofía en las aulas secundarias.
Vale la pena defender la filosofía.

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