El sacerdote Bernardo Font, culpa a Rodríguez por haber perdido su patrimonio y dice que ha entablado una demanda por daños y perjuicios a su persona y a sus bienes, en los tribunales de justicia de Honduras.
A través de la demanda pide que se le devuelvan todos los bienes materiales que ha perdido desde su expulsión hasta el día de hoy, y su reintegro a su servicio pastoral.
Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-El sacerdote, Bernardo Font Ribot, envió la misiva al Papa Francisco el pasado 5 de julio y en ella denuncia que ha quedado en la quiebra por poner a la orden del cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, sus bienes patrimoniales heredados por su familia y que luego, cuando ya no tenía nada, el jerarca de la iglesia católica hondureña lo desechó, suspendiéndolo del sacerdocio, tras 50 años de servicio pastoral.
Font Ribot, de origen español y con residencia en el municipio de Amapala, departamento de Valle, Honduras, pone en conocimiento a Francisco que conoció a Rodríguez Maradiaga a través del padre Marco Renieri y del padre Juan Pablo Peluquín, en la parroquia de la colonia Miraflores de Tegucigalpa.
En la misiva el religioso dice que luego de ponerse al servicio del Cardenal Rodríguez Maradiaga, éste lo nombró como Secretario Ejecutivo de los Medios de Comunicación de la Iglesia Católica, donde puso a disposición su patrimonio heredado de sus padres, consistente en varias empresas de bienes y raíces, acciones en compañías aéreas y otras, tanto en Honduras como en Puerto Rico.
Font insiste en la carta que ayudó a Rodríguez Maradiaga a conformar los medios de comunicación de la iglesia católica y además de ello, contribuyó en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa, y en la parroquia Miraflores, en manos del padre Marco Renieri, y en la Arquidiócesis Metropolitana de Tegucigalpa.
Font dice en el escrito que desde un inició fue muy claro con Rodríguez Maradiaga sobre sus actividades empresariales, e incluso lo invitó que investigara sus negocios en Puerto Rico, a lo que el religioso le respondió: «No abandone sus negocios, mejor ayúdenos».
Cuenta que continuó con sus trabajos empresariales, porque consideraba que de esa fuente podría ayudar más a la iglesia local. Pero que un día inesperadamente, fue víctima de calumnias por parte del abogado Jorge Alberto Madariaga, quien lo sorprendió con un contrato de compra-venta de un bien inmueble (un terreno), lo que después se solucionó de manera pacífica y a conformidad con las partes.
Posterior a este episodio, cuenta que el cardenal Rodríguez Maradiaga, junto con sus dos asistentes en la arquidiócesis, el ex obispo el auxiliar Juan José Pineda Fasquelle y el padre Carlo Magno Núñez, en una acción deliberada, el 9 de febrero de 2005, lo suspendió del sacerdocio, sin la menor oportunidad de explicación y defensa a la que mínimamente podría aspirar.
Font sigue contando que el año 2015 le envió una carta a Rodríguez Maradiaga pidiéndole una explicación sobre su suspensión, pero lastimosamente, hoy a tres años no ha recibido una respuesta.
Al no tener respuesta, el religioso se pregunta si fue desechado por el Cardenal porque ahora ya no tiene recursos económicos o si fue víctima de hermanos religiosos que deseaban ascender a una posición de mayor poder en la Arquidiócesis o por venganza del exobispo auxiliar, Juan José Pineda Fasquelle.
Font dice que a raíz de la situación en la que se encuentra actualmente, ha sido marginado y afectado económica, moral y sicológicamente, que se ha visto obligado a tomar tratamientos médicos prescritos contra la profunda depresión emocional en la que ha caído.
El sacerdote pide justicia y que algún día se le reintegre al servicio pastoral del que fue «usado y tirado, después de que di lo mejor de mi vida y mis recursos para apoyar las acciones de un arzobispo que hoy está henchido de poder y soberbia”.
Mediante la carta, el religioso informa al Papa Francisco que ha procedido a entablar una demanda por daños y perjuicios a su persona y a sus bienes, proceso que está activo en los tribunales de justicia de Honduras, “cuyos resultados aspiro sean a mi favor. De no ser así procederé a las instancias internacionales de acuerdo a los tratados judiciales, comerciales, penales y de derechos humanos suscritos entre la República de Honduras y los demás países firmantes”, advierte.
Descargue aquí: Carta del sacerdote Bernardo Font enviada al Papa Francisco
CRISIS DE LA IGLESIA
Mediante la misiva el padre Font le dice al pontífice que en la iglesia católica hondureña hay atropellos contra muchos sacerdotes y una “crisis dramática”, en temas tan delicados como la “crisis de homosexualismo en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Suyapa, y por cierto, dicha crisis está relacionada con el Obispo Auxiliar Juan José Pineda Fasquelle”.
También apunta que existe descuido del clero hondureño, marginación y persecución de aquellos clérigos que no son afines al gobierno, pues penosamente la jerarquía, con pocas excepciones, está en demasiada evidencia en complicidad con el sistema dictatorial y corrupto”, e incluso informa a Francisco que el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, ha sido señalado por la sociedad hondureña de ser cómplice de lo antes señalado.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
Se está haciendo un avispero alrededor del cardenal..
Que Díos nos ampare a todos, para donde nos vamos…