Por: RedacciónCRITERIO
Tegucigalpa. – Una salvaje represión por parte de las fuerzas de seguridad del Estado contra ciudadanos que se manifestaban en contra del régimen de Juan Hernández, se produjo este 15 de septiembre en Honduras en el marco de la conmemoración del 198 aniversario de una quimérica independencia patria.
La represión, que se produjo mediante el lanzamiento a discreción de gas lacrimógeno, balas de goma y chorros de agua a presión, se originó en el bulevar Morazán de Tegucigalpa cuando los manifestantes se dirigían hacia el centro de la ciudad donde se ubica el parque Central “Francisco Morazán” donde en los últimos diez años, a raíz del golpe de Estado de 2009, los sectores sociales se citan para exponer sus demandas.
Durante la represión varios ciudadanos resultaron lesionados por el impacto de balas de goma y de bombas lacrimógenas como el caso del fotoperiodista y defensor de los derechos humanos, César Fuentes, que fue lesionado en su frente por el impacto de una bomba lacrimógena. Durante la acción violenta se produjo una lluvia de piedras lanzadas por los manifestantes y respondidas por los agentes de la seguridad del Estado, resultando dos de ellos con lesiones menores.
Cesar Fuentes, fotografo y defensor de derechos humanos resultó golpeado por una bomba lacrimógena
La represión contra los ciudadanos se produjo también en las ciudades de San Pedro Sula y Choluteca.
El golpe de Estado marcó en Honduras una división, por un lado, el gobierno con el apoyo de los militares y los sectores más conservadores aglutinados en las élites empresariales y las iglesias, celebran ostentosamente un desfile que confluye en el Estado Nacional de Tegucigalpa y por otro, los sectores populares, que se declararon en resistencia a raíz del rompimiento del orden constitucional, se movilizan paralelamente en protesta y en contra del sistema imperante.
Este año los ciudadanos salieron nuevamente a gritar consignas contra el jefe del régimen, Juan Hernández, acusado por actos de corrupción y señalado de ser co-conspirador de su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, acusado en la Corte Sur de Nueva York, por cargos de narcotráfico.
El desfile paralelo, que fue saboteado en su camino y que al final concluyó en el parque central de Tegucigalpa, estuvo encabezado por el derrocado expresidente y coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre) Manuel Zelaya Rosales (2006-2009), quien previo al ataque de los militares y policías, declaró ante medios de comunicación que la conmemoración oficial de la independencia patria es un acto falso, porque Honduras mantiene sus ataduras hegemónicas y porque está siendo gobernada por una dictadura criminal, comprometida y señalada por delitos de corrupción y de narcotráfico.
Zelaya Rosales condenó que el gobierno haya impedido el ingreso de los sectores populares al Estado Nacional, pues dijo que cuando fungió como presidente esta gente siempre llegaba con sus actos de protesta y su gobierno nunca lo impidió.
El régimen de Hernández emitió sendos decretos ministeriales mediante los cuales se establecen sanciones contra los docentes y estudiantes de los centros educativos, que expresaran palabras o frases consideradas contrarias al evento o que portaran pancartas con mensajes políticos. Pese a las prohibiciones, que han sido consideradas como acciones dictatoriales en contra de libertad de expresión, algunos estudiantes portaron pancartas y mantas con la leyenda “Fuera JOH” o fuera CC-4, al referirse a los señalamientos por narcotráfico contra el gobernante.
Fusiles de guerra
Paradójicamente mientras el gobierno insistía en la conmemoración de un año más de independencia, las principales calles de Honduras fueron ocupadas por militares portando armas de guerra, como un acto de intimidación a la protesta ciudadana.
Los helicópteros de las Fuerzas Armadas de Honduras sobrevolaron desde tempranas horas la ciudad capital, para amedrentar a los pobladores que este día salieron para protestar contra el titular del régimen que está señalado de actividades de narcotráfico junto a su hermano Tony Hernández que está acusado en los Estados Unidos.
En virtud del desbordamiento de las protestas y ante el temor a que los actos gubernamentales fueron boicoteados por los manifestantes, el gobierno entregó brazaletes a los estudiantes que desfilaron, así como a los empleados públicos, que fueron obligados a participar en la actividad y a los activistas del oficialista Partido Nacional, que siempre que hay este tipo de eventos acuden en apoyo a Hernández.
A las 6:00 de la mañana al encabezar la izada de la bandera nacional, el gobernante hondureño avizoró que Centroamérica se convertirá en los próximos años en la octava economía mundial. Señaló además que los nuevos retos de su gobierno son la seguridad y el combate de los efectos del cambio climático.
En esta selfie del mandatario en el estadio Nacional de Tegucigalpa se aprecia que este lucía vacío
Hernández ha abanderado en las últimas semanas un discurso protector del medio ambiente con la intención de lograr mayores desembolsos del Fondo Verde para el Clima, una iniciativa global construida desde de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Mientras alza su voz a favor de la naturaleza, su gobierno ha emitido varios permisos de explotación de ríos, bosques y minas, violentando las leyes nacionales y acuerdos internacionales.
Pese a la represión de la movilización paralela, el expresidente de Honduras y líder del partido Libre, Manuel Zelaya Rosales, logró llegar hasta el parque Central de Tegucigalpa, conocido también como Plaza “Francisco Morazán”, en honor al prócer independentista centroamericano. Al pronunciar su discurso en este lugar, Zelaya Rosales celebró que su partido haya logrado integrar los órganos electorales.
“Ya podemos luchar porque los muertos ya no van a votar más, porque se acabó la venta de credenciales en las próximas acciones electorales, porque en la transmisión de resultados, ahora se va a reflejar los votos exactos de las áreas urbanas y de las áreas rurales, se acabó la manipulación”, dijo el líder opositor, quien ha denunciado fraude en los últimos dos procesos electorales (2013 y 2017).
Mientras Zelaya Rosales pronunciaba su discurso se produjo nuevamente la represión de las fuerzas de seguridad del Estado, que obligaron que los presentes salieran despavoridos del Parque Central de Tegucigalpa, donde les volvieron a lanzar gas lacrimógeno, balas de goma y chorros de agua a presión.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
3 respuestas
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Aquí nadie tiene miedo aquí nadie se rinde,es la única arma qe tienen la Represion Y NÓ SERÁ PARA SIEMPRE
Las bombas la lacrimógenas:
Existe riesgo de lesiones permanentes graves o de muerte cuando se utilizan gases lacrimógenos. Esto incluye los riesgos de ser golpeado por cartuchos de gas lacrimógeno, que incluyen hematomas severos, pérdida de la vista, fractura de cráneo e incluso la muerte.
Por lo general, los efectos se activan después de unos 30 segundos con síntomas angustiantes; e incluyen una sensación de ardor y dolor en los ojos, dificultad para respirar, secreción nasal, dolor y opresión en el pecho, estornudos, tos, saliva excesiva e irritación de la piel.
Lagrimeo, contracciones oculares y arcadas que es un movimiento violento del estómago que se produce antes de vomitar o durante el vómito.