Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
No cabe duda que en el ultimo siglo Ha jugado un papel crucial para prevenir la extensión de las guerras y su agravamiento. De repente no ha sido suficientemente refinado la Asamblea de las NNUU en los últimos meses, y preocupa. En otras instancias las agendas pueden ser más dispersas y particulares. En el SICA o el Parlacen, en la OEA o …Pero en la instancia mundial los estados nacionales del planeta han de cooperar en las reclamaciones mas generales y no hay que inventar el agua tibia.
Proteger las Culturas y promover la Ciencia. Hay otros problemas importantísimos con la tecnología y retos formidables para los derechos de toda la especie en el futuro próximo inmediato. Pero la humanidad tiene tres enemigos que amenazan su misma subsistencia. 1) Las armas nucleares que -en una guerra- pudieran dar al traste con la civilización que bien o mal el genero humano ha construido y mantenido a flote. 2) El calentamiento global que pudiera provocar una devastación análoga y aunque mas lentamente igual de irreversible por sus múltiples consecuencias sobre nuestra forma de vida. 3) Las nuevas enfermedades, unas epidémicas y otras crónicas que se degradan en la sobre población, la concentración urbana extrema y la sustitución de la naturaleza en la dieta.
Y no es difícil entender que esos enemigos se los ha de contrarrestar simultáneamente y con las mismas estrategias complementarias, dedicar lo que hoy se gasta en armas e instrumentos de guerra a la producción energía limpia, alimentos saludables y tecnología medica para una demanda mas repartida. Claro que es mas fácil declamar esos enunciados que avanzar realmente en entendimientos de esa magnitud.
Pero es en virtud de estos peligros complejos y no de los espejismos nacionalistas, no digamos los delirios personalistas de X o P líder…, los fundamentalismos ideológicos, las codicias mercantiles o las visiones geoestratégicas particulares que tendríamos que plantearnos un curso de acción común y el concurso de cada país a la comunidad de las naciones.
La agenda mundial que lleva la organización de las Naciones Unidas. Cada nación cuenta, cuentan regiones articuladas como Centroamérica y no digamos América Latina, que cuenta doble con El Caribe y sus poblaciones extramuros. Después de comprometerse todos a frenar la proliferación de armamentos nacionales, igual todos los actores en la escena internacional tendrían que alinearse contra el alineamiento con las potencias rivales, únicas que pueden realmente prevenir toda guerra en el vacío de apoyo de países satélites, que propicia la aparición de conflictos de intereses geoestratégicos.
Y todos tenemos que caer en cuenta de que, para preservar condiciones mínimas para la vida buena y sana, saludable, la humanidad debe mantener bajo control crecimiento de la población y el tipo de actividades que hoy requieren más población, mas concentración, que ya es hacinamiento y mas migración desordenada y masiva.
Entonces cuando un país o bloque de países empujan una agenda agresiva que conduce al conflicto o estorban la consecución de la paz, y previenen la desmovilización de contingentes enfrentados, las NNUU debe actuar como un cuerpo colegiado, de manera objetiva, fría y contundente y mas allá del Consejo de Seguridad, para controlar su peligrosidad.
Cuando un país o conjunto de ellos se rehúsa a cooperar con las normas y en los esfuerzos de todos para revertir el calentamiento inducido por la economía, los delincuentes deben resentir las consecuencias por la acción conjunta de todos los demás. Y el organismo tiene que fortalecer su agenda para la producción de alimentos, el urbanismo, la ciencia medica y el control de población.
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Rodolfo Pastor Fasquelle, Doctorado en Historia y analista político, escritor y exministro de Cultura y Turismo, Graduado en Tulane Estados Unidos y el Colegio de México Ver todas las entradas