La protesta de pacientes renales en Honduras evidencia un conflicto entre empresas por el control del lucrativo mercado de diálisis, mientras los afectados claman por mantener sus tratamientos en manos de la empresa monopolizadora, se genera preocupación sobre la calidad y accesibilidad de la atención médica en el país centroamericano
Tegucigalpa, Honduras. – En un escenario donde la salud se convierte en moneda de cambio y los pacientes en rehenes de intereses económicos, la reciente protesta llevada a cabo por pacientes renales en Honduras ha desencadenado el debate y la suspicacia. La manifestación, que congregó a decenas de personas afectadas por insuficiencia renal, ha puesto en relieve una disputa detrás de bambalinas por un contrato millonario para el desarrollo de servicios de diálisis en el país centroamericano.
La mañana del martes a las 6:00 de la mañana, la CA-5 Norte –a la altura de El Durazno— fue el epicentro de la protesta en donde los pacientes renales, con pancartas en mano, y aun afectando su ya deteriorada salud, pedían a las autoridades hondureñas que el proceso de las diálisis siga en manos de la empresa Diálisis de Honduras, que ha mantenido el monopolio de las hemodiálisis desde el 2012.
Durante la protesta que duró más de cinco horas y que paralizó el tráfico vehicular, se vivieron momentos de angustia, pacientes que, debido a su situación médica y el calor abrasador, sufrieron desmayos. Entre tanto, familiares y pacientes permanecían en la manifestación hasta llegar a un acuerdo con la Secretaría de Salud.
“Soy paciente renal, respete mi derecho a recibir mi tratamiento donde me siento seguro y confiado”, se leía en una pancarta sostenida por una paciente renal.
El reclamo principal que expresan los pacientes con insuficiencia renal, es que al tener una nueva suplidora de estos servicios no se les está dejando decidir el lugar para sus tratamientos.
Y es que la controversia se ha generado entre dos empresas proveedoras de servicios médicos, Diálisis de Honduras y Nefrocentro –empresa que en 2023 ganó la licitación para ser suplidora de servicios de hemodiálisis a la Secretaría de Salud.
Se estima que más 4000 personas en Honduras sufren de insuficiencia renal, una enfermedad debilitante que compromete seriamente la calidad de vida de los afectados. La insuficiencia renal, conocida por su progresión silenciosa y devastadora, se manifiesta cuando los riñones no pueden filtrar adecuadamente los desechos y el exceso de líquido de la sangre, lo que lleva a la acumulación de toxinas y otros problemas de salud graves por lo que se requiere de hemodialisis.
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PACIENTES SON UTILIZADOS EN “GUERRA COMERCIAL”
Pasadas las 12 del mediodía una comisión integrada por pacientes renales y la Policía Nacional llegaron a las instalaciones de la Secretaría de Salud, para sostener un dialogo con la ministra Carla Paredes.
De acuerdo con la titular de la SESAL, los pacientes están siendo utilizados por las empresas proveedoras del tratamiento, además denunció que la empresa que brindó el servició por más de 12 años sin tener competencia, no permite la supervisión pese a que el contrato lo establece.
Para la ministra, es contradictorio que los pacientes en protesta pidan que los dejen elegir, si ellos están recibiendo el tratamiento en la empresa que quieren sin conocer la otra empresa. Además, refirió estar sorprendida al escuchar que los pacientes temen que se terminen los insumos porque no se paga al proveedor (Diálisis de Honduras), porque, “ese proveedor ha cobrado hasta el último centavo hasta el último día, no se le debe absolutamente nada”, refirió Paredes.
Por su parte, el doctor Carlos Umaña, diputado por el partido Salvador de Honduras (PSH) señaló que la protesta no es más que “una guerra comercial donde ponen a los pacientes de escudo para hacer creer que se están dando servicios inadecuados, para hacer creer que no hay empresas que puedan ser capaces”.
De igual manera, ante la controversia y la exigencia de los pacientes que piden continuar sus tratamientos en Diálisis de Honduras, Carlos Hernández, director ejecutivo de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ)expresó que los pacientes renales no pueden ser “intermediarios” de un contrato entre la empresa privada y el Estado
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CONTRATO MILLONARIO
De acuerdo con Carlos Umaña, el conflicto se ha agudizado porque la Secretaría de Salud, ha invitado a licitación sobre el proceso de diálisis, en la que hay al menos ocho empresas, por lo que refirió que la empresa que ha manejado el negocio de las diálisis, esta “torpedeado las licitaciones porque sabe que va a perder territorio”.
Con la nueva contratación que realizó la Secretaría de Salud en 2023, Diálisis de Honduras perdió alrededor del 30 % de pacientes en Tegucigalpa, capital de Honduras.
Estimaciones del galeno, indican que en los próximos tres años se moverán, en concepto de diálisis, al menos 4 mil millones de lempiras. “Este es el verdadero negocio de la compañía, Diálisis de Honduras sabe que este contrato ya lo perdió”, remarcó.
Por otro lado, Criterio.hn, conoció la denuncia de una paciente renal, que, por temor a ser discriminada y vulnerada en sus derechos, pidió confidencialidad. En ese sentido, refirió que existe temor entre los pacientes de acudir a una nueva empresa de hemodiálisis. “Tenemos miedo porque ha habido rumores que no tienen personal calificado (Nefrocentro)”.
El temor se ha agudizado debido a que, de acuerdo con su testimonio, recientemente al menos unos 50 pacientes renales se infectaron con una bacteria a causa de mala higiene por no limpiar bien los catéteres.
Sin embargo, reconoció que existe un pleito entre las empresas por el contrato de hemodiálisis en el país que registra al menos 4200 pacientes renales. Entre tanto, los pacientes renales continúan su lucha por el acceso a tratamientos adecuados, en medio de un panorama incierto donde la salud se encuentra en una encrucijada entre intereses económicos y necesidades humanas fundamentales.
