Por falta de planificación entidades electorales disparan el gasto en años de elecciones  

Por: Redacción CRITERIO.HN

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Tegucigalpa, Honduras.- El Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (FOSDEH) ha señalado en su informe, «El Costo de la Democracia en Honduras», que por falta de planificación presupuestaria, diferentes instituciones relacionadas con los procesos electorales disparan el gasto de sus operaciones y realizan millonarias erogaciones discrecionales.   

En conferencia de prensa realizada a través de la plataforma virtual, Voto Informado, el economista, Ismael Zepeda, del FOSDEH, sostuvo que para las elecciones del 2017 el Congreso Nacional aprobó 204 millones de lempiras, pero que al final el Tribunal Supremo Electoral (TSE) erogó,  1,200 millones. 510% más de lo aprobado, en ejecuciones facultativas para la contratación del equipo que tuvo que ver con la sistematización y la transferencia de resultados.

Indicó, que lo mismo sucedió en las elecciones primarias del 2012 y las generales del 2013. Detalló, que en el 2012 el Congreso Nacional le asignó al TSE  58 millones de lempiras, pero que esta entidad terminó gastando más de 600 millones. 942% más del presupuesto. Aseguró, que en el 2013 lo aprobado eran 591 millones y finalmente gastaron 863 millones.

Asimismo, Zepeda dijo que para las elecciones primarias de marzo y las generales de noviembre del 2021 al Consejo Nacional Electoral (CNE) le aprobarán 1800 millones de lempiras. 

Para Zepeda, las reformas electorales tienen impacto económico, como, la Unidad de Política Limpia, que necesita una  erogación de recursos para la sistematización, fiscalización y transparencia del financiamiento de los partidos políticos. Indicó, que a esta entidad en el 2018 le asignaron 5 millones de lempiras, que no fueron suficientes y erogaron el doble de lo presupuestado.

Otra entidad que ha registrado diferencias entre lo ejecutado y lo presupuestado en los años electorales, es el Registro Nacional de las Personas al que en el 2017 le asignaron 457 millones pero que ejecutó 850 millones. Y así también está el Tribunal de Justicia Electoral que según lo informado, le asignaron 35 millones para el 2020 pero gastará más de 100 millones.

De igual manera, Zepeda se refirió a la deuda política que el Estado paga para el sostenimiento de los partidos políticos que participan en las elecciones generales. Sostuvo que de 197 millones erogados por el proceso electoral del 2017, al Partido Nacional le entregaron 61 millones; a Libertad y Refundación (LIBRE) 44 millones y al Partido Liberal 36 millones.

De igual manera les entregaron 9 millones de lempiras, equivalentes al 15% del total que le corresponde al Partido Nacional, declarado ganador, por el TSE, a los partidos minoritarios, UD, DC, PINU, PAC y Alianza Patriótica.  La Ley electoral establece que cuando los partidos políticos no alcanzan el 2% del número de votos del partido ganador, se les otorgará el 15% del valor que le corresponde al ganador.

Vale aclarar, que según Zepeda, el valor el voto cambia de 20 a 60 lempiras en el dictamen de la nueva Ley Electoral, pero elimina ese 15% de los partidos minoritarios.

Monitoreo electoral

El informe presentado por Zepeda, lo complementó la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), al revelar datos contenidos en la investigación, Monitoreo Electoral, que dio a conocer el asesor jurídico, Rafael Jerez, quien es del criterio, que las grandes reformas propuestas por la ciudadanía fueron excluidas del dictamen de la nueva ley Electoral.

Jerez dice, que reformas importantes como la segunda vuelta, la consulta ciudadana sobre la reelección, la trenza en las planillas, la paridad y la ciudadanización de las mesas receptoras, quedan pendientes por falta de voluntad política.

 Sin embargo, para él, el dictamen contempla aspectos positivos, como la publicidad de todos los documentos del Consejo Nacional Electoral y la elección por unanimidad de miembros del auditor interno de esa institución.

Jerez asegura que existe suficiente sustento legal y material para que el Congreso apruebe la segunda vuelta electoral, que solo falta voluntad política, porque a partir del multipartidismo registrados en los dos últimos procesos, el porcentaje de elección del presidente se fragmentó.