Foto de portada de archivo
Tegucigalpa.- La intimidación, persecución, criminalización contra la Red de Mujeres Campesinas Las Galileas, escaló un peldaño más y se les calificó de terroristas.
Esta vez, en un claro discurso que recuerda el utilizado por las fuerzas de seguridad durante el régimen de Juan Orlando Hernández, se expuso con bombos y platillos ante los medios de comunicación a una lideresa campesina como la cabecilla de “una banda criminal”.
La capturada es Nolvia Albertina Obando Turcios, una mujer campesina y pastora evangélica, quien fue exhibida ante los medios de comunicación por la Policía Nacional.
Obando fue capturada al momento del desalojo de las 60 mujeres que conforman la Red de Mujeres Campesinas Las Galileas en la comunidad de La Bomba, en el municipio de Jutiapa, Atlántida, costa norte de Honduras.
En un comunicado emitido por la Policía Nacional se afirmó que “con esta operación las autoridades de la base policial de la UDEP-1, logran debilitar la estructura de ‘Las Gloriosas’ [Las Galileas], que perpetra la ejecución de actividades tanto delictivas como terroristas contra la población civil y la infraestructura estratégica del país”.
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras condenó enérgicamente el discurso de la Policía Nacional y medios de comunicación de la zona, al criminalizar la defensa de la tierra y el territorio, nombrando a la defensora y a la Red de Mujeres Campesinas Las Galileas, como una banda criminal y exponiendo a la defensora como una delincuente citando que es “conocida en el bajo mundo como alias ‘La Cheki”.
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Criterio.hn se comunicó con la defensora e integrante de la Red Nacional de Defensoras de DD. HH., Yessica Trinidad, quien desaprobó el mensaje criminalizante desde los medios de comunicación y de la Policía Nacional.
“Les están nombrando como grupo subversivo, terrorista, un grupo y estructura criminal. Me parece grave porque son compañeras, pero además son mujeres. Es fuerte lo que les está pasando”, declaró Trinidad.
La defensora de derechos humanos fue contundente y dijo que esta acción forma parte de un proceso de criminalización fuerte, tanto contra la detenida y las otras campesinas desalojadas. “Hay un discurso, que no es nuevo, de aleccionar a las defensoras de la tierra y el territorio, pero también de criminalizar el derecho de defender y recuperar la tierra y el territorio”, pormenorizo.
Trinidad señaló que las campesinas necesitan tierra para sembrar y sobrevivir en un país donde hay altos niveles de pobreza y hambre. Algo que las mujeres campesinas habían solventado en cierta medida mediante el cultivo de frijoles y maíz, sin embargo, estos granos se perdieron luego que la policía ingresó tractores a las parcelas de tierra.
A finales de mayo de 2022, organizaciones obreras y defensoras de derechos humanos denunciaron amenazas y persecución contra las 60 mujeres que integran la empresa campesina Las Galileas, ubicada en el municipio de Jutiapa, Atlántida, al norte de Honduras.
