Foto portada: Carlos Díaz
Por: Héctor Alcides Figueroa y Mario Rubén Zelaya
Una proporción considerable de personas que residen en países en vías de desarrollo se ven afectadas por la pobreza energética, esto incide en su nivel de bienestar humano de manera negativa, obligándolos a hacer uso de combustibles sucios o contaminantes, y tiempo excesivo dedicado a acopiarlos6 para satisfacer las necesidades básicas. La pobreza energética es distinta de la escasez de combustible, cuya definición se centra exclusivamente en la cuestión de la asequibilidad de combustibles.
La pobreza como fenómeno multidimensional ha sido estudiada desde diversas metodologías y ámbitos, pero muy raras veces se toma en consideración la problemática de la pobreza energética, que puede ser definida como la falta de acceso a servicios modernos de energía, tal como el acceso de los hogares a la electricidad y/o instalaciones de eco-estufas que funcionen en base al uso de combustibles renovables y explotados sosteniblemente.
La pobreza energética también refleja las brechas y desigualdades sociales que vive la población en los distintos contextos geográficos del país y que a la vez se vuelve una limitante para el desarrollo humano. En la zona rural, 34% (84,966) de los hogares con jefatura femenina estaban en situación de pobreza energética, de los cuales 19% se encontraba en pobreza energética relativa y 15% en pobreza energética extrema. Esto evidencia la carencia de los hogares que no logran satisfacer sus necesidades relacionadas con los usos energéticos, lo cual tiene una serie de implicaciones en temas de pobreza y sobre todo en la calidad de vida.
En Honduras la pobreza energética no ha estado presente en la agenda política de país, sin embargo, es importante promover el interés de la comunidad científica investigadora y evidenciar la necesidad de abordar este problema de forma integral tomando en cuenta el aspecto cuantitativo y cualitativo ya que 34% de los hogares con jefatura femenina en la zona rural están en condición de pobreza energética.
Hay una relación directa entre el acceso a servicios de energía y desarrollo; un mayor acceso a los servicios energéticos muestra mejores niveles de progreso y desarrollo humano y sobre todo mejora las condiciones de bienestar de los hogares, con respecto a aquellos con limitado o ningún acceso a los servicios. Por lo tanto, un mayor acceso de las jefas de hogar de la zona rural a los servicios derivados de la energía puede ayudar a mejorar los niveles de desarrollo de las comunidades.
Para logar la electrificación de las zonas rurales hay desafíos que se tienen que afrontar, como buscar el financiamiento para los proyectos, desarrollo de la infraestructura y con ello mejorar las condiciones de vida la población rural. Las estimaciones de hogares con jefatura femenina en la zona rural que no tienen acceso a los servicios energéticos mostrado en esta investigación ponen en alerta al Estado para implementar acciones puntuales que permitan lograrel ODS 7 al 2030. El “acceso a los servicios de energía” debe trascender e incluirse en el diseño de los programas de gobierno enfocadas a mejorar el acceso a energía eléctrica condición ligada a la reducción de pobreza energética.
Uno de los grandes problemas que enfrentan los hogares con jefatura femenina son los bajos ingresos y esto implica serios problemas para pagar el consumo de electricidad. Al final de cuentas los hogares necesitan incrementar los ingresos y posibilitar el acceso a electricidad.
La electrificación en zonas rurales remotas constituye un gran desafío para alcanzar la universalización del servicio a nivel nacional, y será vital para apoyar a su desarrollo a través de la electricidad y sus servicios provistos. La actual crisis de la ENEE es una de las grandes limitantes para ampliar el acceso a electricidad, es obligatorio superar dicha situación.
El suministro confiable, continuo y asequible, en el marco de la transparencia y rendición de cuentas debe ser el modelo para seguir. Hay que asegurar que las inversiones son sostenibles financiera y técnicamente permitiendo que su uso potencie el proceso educativo, los tratamientos de salud, el ingreso proveniente del proceso productivo y la calidad de vida dentro del hogar, junto con la construcción de confianza de los procesos necesarios en el ataque a la pobreza energética.
La UNAH como institución dedicada a la investigación e interesada en promover el uso de fuentes de datos confiables debe solicitar al INE incluir en sus levantamientos de data social, aspectos relacionados con el acceso y consumo de energía. La información obtenida servirá para la toma de decisión de los sectores: académico, público y privado en lo relacionado a la forma en la cual los hogares consumen energía y su impacto en el desarrollo humano.
Desde el Estado, se plantea la obligación de la construcción de política pública relacionada con las necesidades energéticas fundamentadas en los pilares del desarrollo humano. La visión debe estar centrada en el suministro y uso de la electricidad y su efecto en la calidad de vida en aspectos como la salud, la educación y los procesos productivos.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
Un comentario
Por ejemplo
Patuca I-II-II
Que basura planificaron, no tecnica, sino social.
Le cortan parte del caudal al Patuca (que recorre todo Gracias a Dios)
-Parte por evaporacion
-Parte por filtracion
-Parte por sequias
protestaron en varias ocasiones, los “jefes riendose en sus butacas con aire frio”, que griten les diremos unas cuantas mentiras creibles, y asi fue
En todo el Departamento, la energia electrica es 99.8 % de combustible, generadores caseros o excepcion de Puerto Lempira y Brus (narco) tienen un generador que da unas horas al pueblo.
O sea NO HAY ENERGIA ELECTRICA COMERCIAL que llegue de las represas.
Sin mas comentarios.