Piden proteger a acampados frente a presidencia hondureña

Huelga iniciòn con apoyo de defensores de los derechos humanos,  donde el titular del CONADEH brilla por su ausencia.

Por: Agencias

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Tegucigalpa. Organizaciones de Derechos Humanos presentaron el martes ante la Corte Suprema de Justicia de Honduras un recurso de amparo para proteger los manifestantes que acampan en las cercanías de la casa presidencial de Honduras después de un ataque sufrido la víspera pese a estar rodeados de policías y militares.

«Es una vulneración a los derechos de asociación y reunión y se les ha agredido, incluso rodeados de militares y policías, por eso se ha presentado un recurso de amparo. Deben ser protegidos», dijo Edgardo Colindres, coordinador del no gubernamental Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos

Al menos una persona resultó herida durante la noche del lunes cuando un grupo de civiles y al menos un ex militar atacaron a manifestantes que apoyaban a cuatro jóvenes en huelga de hambre en las cercanías de la casa presidencial para exigir el fin de la corrupción y la impunidad en Honduras.

«A las 2 de la mañana orábamos y de repente más de 15 hombres armados llegaron en dos vehículos, nos atacaron y huyeron rápidamente», dijo The Associated Press Ariel Varela, uno de los manifestantes.

La policía detuvo a tres hombres a los que acusó de escándalo público e identificó a uno de ellos como José Antonio Sorto, presidente de la asociación de reservistas de las fuerzas armadas de Honduras.

Sorto iba armado y entregó voluntariamente su arma a los agentes que le detuvieron cuando estaba rodeado por partidarios de los huelguistas.

Los detenidos fueron puestos en libertad poco después.

Juan Flores, profesor de literatura en un colegio privado bilingüe, recibió una pedrada en la cabeza, según Varela. Flores, quien está hospitalizado, acompañaba a los huelguistas.

La agresión ocurrió pese a que los manifestantes que permanecen acampados en tres carpas han sido aislados de quienes les apoyan desde el lunes, y el lugar permanece rodeado de vallas y militares que bloquean la circulación en una de las principales calles de Tegucigalpa para impedir que más personas se unan a la protesta.

«Esta acción nos impulsa a continuar en la protesta», aseguró Varela. «Y aquí estaremos hasta que la Comisión Internacional contra la Impunidad de las Naciones Unidas se instale en el país y que el Congreso inicie juicio político contra todos los implicados en el saqueo del Instituto Hondureño del Seguro Social».

Según cifras oficiales, el Seguro Social perdió más de 100 millones de dólares en el gobierno del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), a través de un sistema de compras de medicamentos en mal estado, de la sobrevaloración de productos y servicios y del pago de comisiones.

El activista de derechos humanos Denis Muñoz, que asiste a los manifestantes, dijo que «los militares y policías sólo nos permiten estar en un reducido espacio a unos 50 metros del portón de la (casa) presidencial» y permiten escasas visitas de familiares a los huelguistas, que son atendidos por médicos amigos.

El movimiento de protesta Oposición Indignada nació el 2 de mayo en las calles de esta capital cuando el hijo de 17 años de Ariel Varela convocó a sus compañeros de colegio a reunirse con antorchas frente a la sede del Congreso para protestar por un escándalo de corrupción en el Seguro Social.

Desde entonces, las marchas de las antorchas se han extendido y se han repetido casi a diario en diferentes ciudades, llegando a rodear la sede de las Naciones Unidas, las oficinas del Ministerio Público y la embajada de Estados Unidos.

El asesor presidencial Ebal Díaz dijo que «este movimiento ya perdió su sentido patriótico, pese a que en un principio dio esperanzas de ser genuino» y acusó a los manifestantes de estar manipulados y acercándose a la violencia. (Nuevo Herald).

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