Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-La frescura de los pinos, el trinar de los pájaros y varias áreas de recreación, esperan a los capitalinos este inicio de año en el parque Naciones Unidas de El Picacho, ubicado a tan solo cinco kilómetros del centro de la capital, Tegucigalpa.
Este lugar es tradicionalmente abarrotado en fechas como éstas ya que su cercanía hace que cientos de familias se desplacen para tener un poco de esparcimiento y botar el estrés acumulado por el trabajo y los problemas cotidianos.
El Picacho o Cerro de El Picacho, cuenta con un área de 395 manzanas con una espectacular vista, que lo convierte en el sitio ideal para tomar las mejores fotografías de la ciudad.
El parque, que fue abierto al público el 2 de agosto de 1946, también alberga el Zoológico Metropolitano Rosy Walther, que cuenta con especies nativas de Honduras, a excepción de un avestruz y un imponente león, que con sus potentes rugidos cautiva a los visitantes.
En el sitio turístico también se encuentra el monumento El Cristo de El Picacho, visitado cada fin de semana por religiosos cristinanos. Aquí existe un mirador de donde se puede observar toda la ciudad.
El Cristo del Picacho es un monumento que se impone en el cerro El Picacho en el extremo norte de Tegucigalpa, capital de Honduras a una altura de 1,327 metros sobre el nivel del mar.
Su figura mide 20 metros de altura que sumados a un pedestal de 12 metros completan 32; y aunque su creación es relativamente reciente (1997) se ha convertido en un icono de la capital hondureña con cierta similitud al Cristo Corcovado de Rio de Janeiro en Brasil.
Recientemente el gobierno inauguró un atractivo parque infantil, que además de juegos infantiles, ofrece caballos pony para la diversión de los niños y niñas.
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