Redacción: Viena Hernández
Tegucigalpa. –En vísperas del 10 de septiembre, fecha en la cual se celebra el Día del Niño, es oportuno mencionar la preocupante y grave situación de la niñez en Honduras, resaltando las desapariciones de menores de edad de quienes se desconoce total información, dando lugar a la incógnita de si han sido víctima de trata de personas, explotación sexual, si migraron, entre otros panoramas poco alentadores.
Datos de Interpol y de la Dirección Policial de Investigación (DPI), facilitados por la Secretaría de Seguridad a Criterio.hn, la niñez de Honduras en condición de desaparecidos arroja los siguientes datos:
Los datos anteriores, recabados en 2022 corresponden a los meses de enero a julio. La cantidad de niños desaparecidos es de 123 en los últimos tres años, notablemente sobrepasado por la cantidad de niñas desaparecidas con un total de 348.
Sobre ese contexto, la investigadora, María Angélica Milla, apuntó que lamentablemente se ha normalizado la desaparición de menores de edad y mujeres en Honduras, al igual que la explotación sexual, cuyas cifras van en ascenso.
Al revisar las páginas de Interpol, en específico las alertas amarillas, en las cuales se anuncian los nombres de niñez de Honduras, en las primeras cuatro páginas aparecen en su gran mayoría niñas y adolescentes, incluyendo bebés de solo meses de nacidos, evidenciando que existes redes criminales tras estas desapariciones.
El director de la Coordinadora de instituciones privadas pro las niñas, niños, adolescentes, jóvenes y sus derechos (COIPRODEN), Wilmer Vásquez, dijo a Criterio.hn que, existe una debilidad institucional que en los últimos 12 años quedó totalmente evidenciada.
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INSTITUCIONALIDAD DEBILITADA, PASO FIRME A DESAPARICIONES DE NIÑEZ
Es necesario fortalecer la institucionalidad para que las instituciones del Estado cumplan con sus funciones. “La impunidad ha sido una política de Estado en Honduras, existe diferentes problemáticas que afectan directamente a la niñez, el tema de las niñas y niños que desaparecen, de quienes no tenemos evidencia, es enorme”, apuntó Vásquez.
Es probable que a nivel oficial la DPI pueda tener datos específicos de las desapariciones, sin embargo, esos solo son los datos que se reportan, pero hay muchos otros que no son registrados, es decir, no existe ningún tipo de información al respecto.
Lo mismo puede pasar con los niños que se lanzaron por la ruta migratoria, de muchos se desconoce información, sobre todo, lo más importante, si llegaron a sus destinos, si ocurrió algo en el camino, por qué salieron y su información personal.
Las entidades de investigación deben ser fortalecidas y, además, Vásquez destacó que debería existir una unidad de investigación en el Ministerio Público (MP) y Policía Nacional destinada solo para la niñez desaparecida, muertes violetas de niñez, así como de trata de personas, tráfico y explotación sexual.
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La directora de la Asociación Calidad de Vida, Ana Lizeth Cruz, destacó que la mayoría de desaparecidas víctimas de trata de personas son mujeres y niñas, evidenciando que el patriarcado está inmerso en esa situación.
“Tenemos casi 20 años de estar en la lucha contra la trata, hemos exigido al Estado medidas de prevención porque no existe, la preocupación es grande, esas heridas en las familias con la esperanza que algún día aparecerán sus hijas víctimas de este delito, nos lleva a exigir al gobierno que se tomen medidas”, destacó Cruz.
En Honduras, se ha demostrado por la Secretaría de Seguridad que existen redes de tratas fortalecidas y coludidas con autoridades hondureñas, estás son investigadas, pero esas pesquisas todavía no gozan del apoyo total de las entidades que deben desarrollar dicho papel.
