Por: Redaccion CRITERIO.HN
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Fotos de: Pablo César Zapata
Durante la pandemia de COVID-19, la comunidad garífuna de La Ceiba busca alternativas para obtener alimentos de primera calidad en sus hogares
La Ceiba, Honduras I Criterio. Todos los días llegan temprano con sus mascarillas para cambiar su futuro. Niñas y niños de 4 a 12 años de la comunidad garífuna de Corozal se han puesto como meta aprender a sembrar un huerto comunitario. Quieren obtener de esa manera alimentos para vencer la inseguridad alimentaria causada por la pandemia del coronavirus en Honduras.
“Queríamos trabajar con niñas y niños porque tienen más tiempo de aprender y no solo piensan en el dinero”, dice Pablo César Zapata, presidente del patronato de Corozal.
Junto a la líder Yadira García, Pablo emprendió el proyecto de enseñar a sembrar plantas alimenticias a las nuevas generaciones. Saben que su futuro no solo depende de una mejor alimentación, sino también de las nuevas habilidades que puedan aprender para defenderse ante la difícil realidad hondureña.
En medio del desempleo que se ha disparado en Corozal por los efectos colaterales de la pandemia, una docena de jovencitos comenzaron a preparar sus cultivos en mayo. Después se fueron uniendo varios más. Ahora son 54. Con esta iniciativa, muchas y muchos de ellos están replicando los huertos en sus hogares y dentro de poco tendrán los resultados de la siembra.
En el huerto tienen plantas medicinales y aromáticas como pimienta gorda, albahaca, canela, jengibre y orégano entre otros. No pueden faltar las hortalizas como la yuca, el plátano, camote, chile cabro (típicas de la gastronomía garífuna) y algunas semillas de girasol.
Durante una hora, los más pequeños dividen su tiempo entre sembrar, regar las plantas, limpiar el huerto y otras actividades que les están enseñando responsabilidad, previsión y cuidado de los recursos ambientales. Tras realizar las actividades reciben una merienda, con lo cual algunos tienen la posibilidad de alimentarse porque en sus hogares no tienen suficientes recursos.
Solo tres veces llegaron las bolsas solidarias a Corozal. Al ver que esa ayuda no era para siempre, la comunidad organizada está buscando otras alternativas para hacerle frente a la inseguridad alimentaria. La Asociación Unión Corozaleño (ASUNCOR) destinó un fondo para la preparación del terreno. La meta es crear un sistema de riego y lograr que estos huertos se hagan en cada uno de los hogares de la comunidad garífuna.
Más de 1.6 millones de personas en Honduras padecen inseguridad alimentaria debido a la pandemia de la COVID-19. Es un considerable aumento comparado con los menos de un millón que había antes de la emergencia, alertó este jueves el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas