Sala Constitucional deroga potestad de Fuerzas Armadas

¿Para qué necesitan los pobres un ejército parásito?

Presidente Hernández

Por: Oscar Miguel Marroquín

Honduras es el país más pobre de toda América Latina, sin embargo, el presidente Juan Orlando Hernández muestra ante los ojos del mundo entero, tener un EJÉRCITO PARASITO que consume muchos millones de dólares a cambio de asesinar al pueblo en beneficio de unos cuantos banqueros, empresarios y políticos.

Acaso los millones de dólares que se invierten en el ejército, no podrían servir para educación, salud, vivienda y otros aspectos que saquen a Honduras del bochornoso último lugar que ocupa en pobreza, la verdad es que, si se podría, sin embargo, en un país donde se prioriza mantener un ejército fuerte a fin de contener toda forma de protesta social.

En Honduras además de sostener al ejército con una buena parte del presupuesto general nacional, también se le refuerza periódicamente, lo que naturalmente hace que esto vaya en detrimento de la inversión social, principalmente para los sectores más desposeídos del país que, dicho sea de paso, están creciendo aceleradamente. En palabras más sencillas, mientras los militares gozan de buenos salarios y prestaciones, el pueblo se debate entre la vida y la muerte.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) publicó recientemente en su informa anual, que Honduras se aloja en materia de pobreza en el último lugar en toda América Latina, este informe quizá sea el mejor argumento que tengo para sostener que un país con tantos pobres juntos, debería tomar medidas inmediatas para resolver esta grave situación.

Los índices de pobreza alcanzados por Honduras requieren sin duda alguna, acciones contundentes, eliminar fuertes partidas presupuestarias en gastos militares y trasladarlos a la inversión social, podría contribuir paulatinamente a la reducción de la pobreza.

No obstante, esto naturalmente sería un imposible en un país como en Honduras donde el statu quo, necesita invariablemente al ejercito como forma de garantizar un poder por demás decirlo, que se sostiene a sangre y fuego; por si alguien reclama ejemplos de lo que sostengo, basta con mencionar el más reciente golpe de Estado contra el presidente José Manuel Zelaya, y cientos de acciones represivas donde el ejército ha tenido participación directa o indirecta.

Generalmente toda la represión cometida por el ejército es arropada con el manto de la legalidad constitucional, a fin de colocar estas acciones como una forma de “defender la patria”; ocultando de esta manera que las acciones criminales del ejercito son en favor de los intereses de grandes banqueros y empresarios que ven en todo tipo de protesta o denuncia social una amenaza.

Ahora que Honduras nuevamente atraviesa una grave crisis política y social, el presidente Juan Orlando Hernández y toda la oligarquía ocupan sin pensarlo dos veces al ejército para sofocar (asesinando si es necesario) la protesta social generada por el descomunal FRAUDE ELECTORAL.

El ejército hondureño además de parasito, es también el guardián permanente de unas pocas familias que controlan la riqueza.

En resumidas cuentas, los pobres no necesitan un EJÉRCITO PARASITO.

Quienes si los necesitan son los Canahuati Larach, Ferrari, Facussé Barjum, Schucry Kafie, Camilo Atala, Freddy Nasser y otros. Este EJÉRCITO PARASITO, es el que le garantiza a la oligarquía un statu quo permanente.  

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

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