La promesa de combatir “invasiones” evidenció cómo la narrativa empresarial y los prejuicios mediáticos moldean el discurso político frente a la defensa del territorio garífuna
Tegucigalpa, Honduras. – Salvador Nasralla, aspirante a la presidencia de Honduras por el Partido Liberal, afirmó que, en caso de ganar las elecciones del próximo 30 de noviembre, combatirá las “invasiones” en el país durante su participación en el programa televisivo dominical 30/30.
Inducido por el entrevistador Edgardo Melgar, quien interrumpió su intervención para para remarcar la situación de unos residentes canadienses que alegan ser propietarios de terrenos ancestrales del pueblo garífuna en Trujillo, Nasralla manifestó que la “invasión” es un acto de delincuencia.
Nasralla fue interrumpido reiteradamente por Melgar, quien insistió en que los procesos de recuperación de tierras – a los que calificó como “invasiones”– representan “un problema para atraer inversionistas”.
DISCURSO CRIMINALIZA LA DEFENSA DEL TERRITORIO
Lucía Vijil, analista socioambiental del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad), señaló que no sorprende que los grupos empresariales y medios corporativos utilicen la narrativa de la “invasión”, pero advirtió que este tipo de discursos son peligrosos porque ponen en riesgo a los defensores de la tierra y promueven el odio hacia acciones legítimas de recuperación territorial.
Criticó, además, que en el debate electoral nadie aborde el problema de fondo: la redistribución de la tierra, el acceso equitativo para mujeres y hombres, ni el reconocimiento de derechos ancestrales. Añadió que repetir estas narrativas en un país tan peligrosos para quienes defienden los derechos humanos resulta especialmente grave.
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CAMPAÑA MEDIÁTICA DE DESPRESTIGIO POR EXIGIR RESPETO A SU TERRITORIO
Edgardo Melgar es uno de los comunicadores de Corporación Televicentro denunciados por la Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh), por los delitos de incitación al racismo y odio mediático contra las comunidades garífunas en Honduras.
La acción legal fue interpuesta tras semanas de difusión de mensajes y comentarios cargados con prejuicios, en los que se presentaba a la organización y a la comunidad garífuna de la zona como delincuentes, invasores, enemigos del desarrollo y distribuidores de drogas y alcohol.
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La población garífuna de Honduras ha enfrentado por años estigmatización, violencia, desapariciones y asesinatos por exigir se respeten sus títulos ancestrales.
En tres ocasiones, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha declarado a Honduras internacionalmente responsable por la violación al derecho a la propiedad colectiva de tres comunidades garífunas con título de propiedad ancestral. Sin embargo, el Estado continúa sin cumplir las reparaciones dictadas.
Mientras el Estado hondureño omite realizar el saneamiento territorial de las comunidades garífunas, sectores privados que se apropiaron de las tierras promueven campañas de desprestigio en su contra, con apoyo de medios corporativos.
Recientemente, el Colegio de Periodistas de Honduras (CPH) se solidarizó con los periodistas denunciados por la Ofraneh, sin pronunciarse sobre los comentarios difundidos por los periodistas y comunicadores sociales.
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