En Telegram funciona una red que comercializa contenido íntimo, la mayoría obtenido a través de hackeos a las cuentas personales de las mujeres.
Ilustración: Guillermo Burgos/Criterio.hn
Tegucigalpa, Honduras. – Te tomas una foto bonita, pensando que será la próxima foto de perfil de alguna de tus redes sociales, sin imaginarte hasta dónde puede llegar esta foto y para qué puede ser utilizada.
A diario, las mujeres y adolescentes se enfrentan a la violencia cibernética. Estructuras criminales o una persona en particular, utilizan las redes, para extorsionar, captar víctimas para trata de personas u ofrecer material pornográfico utilizando una foto o captura de pantalla.
Este es el caso de “Lucía” –así llamaremos a nuestra entrevistada para proteger su identidad— una joven hondureña de 20 años, víctima de ciber violencia. La captura de pantalla de su perfil en Instagram, circuló por varios grupos de Telegram, con la cual ofrecían fotos intimas a cambio de 25 dólares. La transferencia era realizada a través de la plataforma Paypal.
“Esto me tomó por sorpresa, yo sabía que no era yo, pero cómo se los explicaba a mi familia si se daban cuenta”, comentó Lucía.
“Cómo les iba a explicar que estaban usando mi imagen”, era el pensamiento diario de Lucía, mientras hilaba los hechos y daba con el responsable, que resulto ser un amigo cercano, que le hizo lo mismo a otra amiga de Lucía, que únicamente lo tenían a él como amigo en común.
Lucía, relató a Criterio.hn que ella se enteró porque un usuario de Instagram, radicado en un país centroamericano, la contactó para alertarla.
–En un inicio pensé que era mentira, porque en ese tiempo estaba la modalidad de robo de cuentas por medio de enlaces— confió Lucía.
Sin embargo, esta persona continúo con mensajes de alerta y a través de él, Lucía dio con el responsable y con otra de las víctimas.
Un estudio del Centro de Derechos de la Mujer (CDM), señalan que el 77 % de las mujeres que fueron entrevistadas, han sido víctimas de violencia cibernética.
¿QUÉ ES LA CIBERVIOLENCIA?
La violencia digital es toda acción dolosa realizada mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación, por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmite; comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios, o videos reales o simulados de contenido intimo sexual de una persona sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización y que le cause daño psicológico, emocional, en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia.
Un tipo de violencia que, de acuerdo con Helen Ocampo, investigadora de CDM “no es que sea nueva, sino que la violencia tradicional que se ejerce contra las mujeres se pasa a plataformas informáticas”.
Ocampo, apuntó que los casos de violencia cibernética, se dispararon durante el confinamiento producido por la pandemia de la Covid-19, por la dependencia de los aparatos electrónicos para para responder la vida cotidiana y actividades laborales.
El estudio “Ciberviolencia contra mujeres en Honduras”, detalla que el acoso, amenazas, discriminación y difusión de información personal o íntima, son algunas de las agresiones más comunes, que varían en función a diversas características de las víctimas: la edad, el nivel educativo o de escolaridad, la orientación sexual, la identidad de género, la etnia y la profesión de las mujeres.
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SUMIDAS EN DEPRESIÓN, EMPUJADAS AL SUICIDIO
La violencia cibernética no se enfoca en una edad especifica u ocupación –simplemente ve a una víctima para lucrarse— y tanto mujeres adultas como adolescentes se enfrentan a los peligros digitales.
Hellen Ocampo, indicó que uno de los hallazgos del estudio “Ciberviolencia contra mujeres en Honduras”, es que las victimas sufren daños emocionales, entre ellos enojo, impotencia, estrés y episodios de depresión.
De acuerdo con la psicóloga, Ligia Destephen, We Lead Honduras, la víctima de ciber violencia puede presentar cuadros de depresión y ansiedad. Lo ocurrido a Lucía, luego enterarse que estaban utilizando su imagen para promocionar material sexual, únicamente utilizando una captura de pantalla de su perfil de Instagram.
“Afecta la autoestima porque es una cosificación de los cuerpos y es una forma de sobrepasar un límite, de decir que la mujer no vale”, expresó Ligia Destéphen.
Otro de los aspectos que debe llamar la atención, es que las mujeres y adolescentes, al ser víctimas de estas estructuras, o en algunos casos el responsable es una persona cercana –la pareja sentimental, el amigo o amiga o un familiar—, y la victima opta por quedarse callada.
“No decidí proceder legalmente porque no quería lidiar con las explicaciones a mi familia que no era yo la de las fotos”, confesó Lucía.
En el peor de los casos, las víctimas acuden al suicidio como única medida de escape. El CDM reporta que al menos cuatro adolescentes se quitaron la vida luego de ser víctimas de violencia cibernética.
¿QUÉ HACER ANTE LA CIBERVIOLENCIA?
Esta red de distribución de material sexual opera a través de canales y grupos de Telegram –plataforma digital sin ningún tipo de filtro—, y en su mayoría son hombres que están pagando por este tipo de contenido, que en su mayoría es producto de un hackeo de cuentas personales.
pese a que hay una serie de denuncias, en Honduras no hay una ley que regule estos delitos, y aunque en 2019 las modificaciones al Código Penal contemplaron la violencia digital, para las organizaciones de mujeres y feministas, las penas no son contundentes para detener la proliferación de este delito.
“La violencia la ciberviolencia está alcanzando cifras alarmantes y hay que estudiarlo de forma diferenciada (…), no hay una legislación y no se hace lo necesario, hay una gran deuda de parte del Estado”, increpó Helen Ocampo.
Al ser víctimas de estos delitos, Helen Ocampo, refirió que las mujeres deben acercarse a la Unidad de Delitos Cibernéticos, ubicada únicamente en Tegucigalpa.
Además, una de las primeras cosas que sugirió Ocampo es que las mujeres deben tener certeza que no son responsables de lo que está ocurriendo, posteriormente recurrir a una red de apoyo –amistades o familias— “es importante hablar con la familia y buscar el soporte emocional”, dijo Ocampo.
Otra de las sugerencias, al ser víctimas de violencia cibernética es documentar todo, es decir no borrar ningún mensaje, hacer capturas de pantalla y sobre todo no contestar a los agresores.
Posterior a esto, es importante acercarse a las oficinas del Misterio Público para interponer la denuncia correspondiente.
Helen Ocampo y Liga Destéphen sugieren que la ayuda psicológica es de las más importantes al ser víctimas de violencia cibernética, porque está terminando en suicidios inducidos. Ocampo detalló que, en los últimos dos años, se han registrado dos suicidios de niñas de 14 años.
Actualmente en Honduras, organizaciones de mujeres y feministas contra la violencia de género digital, impulsan la aprobación de la “Ley Olimpia”, que vienen a ser una réplica de la legislación mexicana aprobada en 2021, y es específica para casos de violencia digital.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas