El día del carnaval para festejar los 445 años de aniversario del Distrito Central llegó, un espacio perfecto para la recreación que tanto le estaba haciendo falta a los capitalinos y aquellos que llegaron desde otros lugares para disfrutar de este famoso festejo; y es que, dejando por un momento espacio a la diversión y entretenimiento, todos pudimos disfrutar de lo mejor este año.
La exposición cultural por excelencia que nos entregaron los participantes en el desfile con sus trajes típicos representativos de los nueve pueblos indígenas, los colegios y sus bandas que levantaron aplausos en cada ejecución, además de aquellas bandas y conjuntos musicales que dieron un concierto precioso y variado en donde retumbaron los tipos musicales de la salsa, el merengue, lo grupero, y el rock en español -todos con públicos eufóricos que corearon y bailaron para acompañarlos en apoyo a los artistas locales y también a aquellos que nos visitaron desde afuera y que hemos aprendido a querer por medio de sus álbumes.
Tampoco este año se quedaron atrás, las representaciones de oficinas públicas clásicas y queridas como es el correo nacional que por años ha sido el enlace del cruce de cartas entre nosotros y nuestra diáspora migratoria en otros países; además de las instituciones que se aseguraron de darnos un espacio seguro -discretos encontramos en las avenidas estacionadas las carpas de atención de una Inter institucionalidad atenta a todos, mientras los uniformados no dieron seguridad sido que hasta permitieron a los pequeños a posar junto a ellos para infundir amor a sus instituciones-.
Pero otro de los aspectos más importantes, desde una perspectiva económica, es que para muchas familias capitalinas ha sido la oportunidad de poder colocar sus emprendimientos a lo largo de todo el boulevard Suyapa, unos en servicio de alimentos típicos -deliciosos por cierto- y otros con la venta de mercaderías propias de ferias y carnavales que alegraron a pequeños y grandes; entre estos emprendimientos de marcas que son tan conocidas como apreciadas por muchos de nosotros, nos ha sorprendido este año, Nuevos productos de exportación que están sacando emprendedores de compañías embotelladoras con jugos, y cervecería que han logrado colocar en el exterior compitiendo seriamente con productos que han estado posicionados por años en otras ciudades de Centroamérica y las ciudades con mayor población de latinos de Norteamérica.
Así también, los diseños de bellos productos de talabartería donde los sombreros típicos con emblemas nacionales lograron ubicarse en la cabeza de muchos de los asistentes -por bonitos-, además de los cinturones, y otros similares, las fábricas de confitería que nos endulzó a todos en cada puñada de confites y bombones que fue lanzada de varias carrozas y que también nos recordó que la dulzura no debemos perderla a pesar de los tiempos -por cierto que los algodones de dulce y las manzanas de amor acarameladas, siguen siendo de los preferidos en todas las edades-, al igual que alegraron a los niños los juegos mecánicos entre los cuales no perdieron un turno en la famosa rueda de chicago cuyas canastas no estuvieron libres ni una sola vez.
Pero un detalle muy interesante -a propósito de la industria automotriz famosa en medios en estos días por la llegada el carro eléctrico-, ha sido la exposición de vehículos clásicos vintage entre las que destacaron los icónicos camioneta Ford, la motocicleta Harley Davidson de la industria automotriz norteamericana, mientras que la línea europea se hizo presente por medio de la marca alemana Wolskvagen cuya exposición de las queridas cucarachitas y busitos peseras sirvieron de fondo perfecto para posar para una foto, la marca italiana Ducati cuyas motocicletas casi siempre las vemos junto a las Harley`s por lo deslumbrantes que ambas son.
Pero no se quedaron atrás las marcas japonesas de motocicletas Yamaha y la Honda que se han convertido además en el medio de trasporte de muchas familias por aquí desde hace mucho tiempo, en fin, no cabe duda de que ha sido un lujo ver dicha exposición de vehículos que según nos dijeron sus propietarios muchos de ellos aun aman manejar a diario estos lindos clásicos.
El gran cierre se vio desde las plataformas que montaron los medios de comunicación asegurando escenarios muy entretenidos para que todos pudiésemos disfrutar ahí en el hervidero de gente, linda la tarea de periodistas especializados en el entretenimiento y detrás de ellos un montón de camarógrafos siempre atentos a sus lentes: así los concursos, rifas, baile, mucha diversión que finalizó con las ultimas canciones que nos regalara el Sr. Rivera dentro de su repertorio; decir que este fue el mejor carnaval que hemos visto desde aquellos de décadas pasadas en donde acostumbraron brillar Los Silver Star, Gatos Bravos, Banda Blanca y otros de nuestros grupos apreciados, es decir poco; se puede concluir diciendo que si merecían los capitalinos un espacio así recreativo y abierto, luego de la pesadilla del encierro de tres años atrás por la pandemia. A los viejos conocidos y a los nuevos amigos que ahí pudimos hacer, gracias por compartir.
Hasta la próxima entrega, que estemos bien.
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Abogada penalista. Especialista en criminología, con maestría en Seguridad Humana y Administración de Proyectos. Docente en la Universidad de la Policía de Honduras. Consultora internacional en criminología y seguridad. Ver todas las entradas