Por: Redacción CRITERIO
Miente y miente el régimen en todo lo que dice y hace…. Miente en las causas del cierre de la Dirección Ejecutiva de Ingresos, porque de un solo plumazo algo grande está ocultando.
Miente en la reducción de las cifras de muerte que son el sello distintivo para amedrentar al pueblo en esta administración que llegó al poder mediante un monstruoso fraude electoral.
Miente en las cifras infladas del movimiento turístico de este y del año anterior cuando dice que 3.1 millón de hondureños se desplazaron por el país y dejaron 7 mil millones de lempiras en gastos a favor de la industria sin chimeneas.
Como el régimen puede sustentar la falsedad del ingreso de divisas derivadas del turismo, cuando la actividad se nutre mayoritariamente de personas asalariadas de las clases media, media-media y media-baja. Según el INE, del total de connacionales con ocupación más de tres millones ganan uno o menos de un salario mínimo; y más de 800 mil ganan menos de un salario.
Hay tristes falsos seudodirigentes regordetes de esta patria con altísimos niveles de desempleo, subempleo y bajos ingresos; de miles de trabajadores despedidos sin sus derechos laborales y en donde más del 60 por ciento de la población sobrevive con menos de dos dólares diarios Según el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), “Desarrollo social inclusivo: una nueva generación de políticas para superar la pobreza y reducir la desigualdad”, el número de personas en nivel de pobreza e indigencia aumentó a nivel regional en niveles no vistos desde 2011.
En ese ámbito Honduras ocupa el puesto número uno entre los países con mayor porcentaje de población en condición de pobreza con 60%. Un breve repaso a los titulares de la prensa corporativa, la misma que constituye el cerco mediático en nuestro país, muestra contenidos como: “dos millones de nuevos pobres surgieron en Honduras en 13 años, según estudio”. “Fosdeh: Estancada la pobreza; Por pobreza y desigualdad, niños abandonan el país; y Proyectos para reducir la pobreza no funcionan”, entre otros.
Al mes de agosto de 2013 unos dos millones de hondureños vivían con menos de 21 lempiras al día, según datos del Instituto Nacional de Estadística, entidad que para el estudio del año 2015 no aportó datos a la CEPAL. Con una población de 8.5 millones de habitantes, el propio INE calcula que casi seis millones (5,889,545) de personas son pobres.
De casi seis millones, un total de cuatro millones 213 mil 746 habitantes viven en extrema pobreza y 1.6 millones en pobreza relativa. El Informe del año 2012 “Panorama Social de América Latina de la CEPAL, reafirma que Honduras posee el índice de pobreza más alto del continente.
El estudio reveló niveles de pobreza de 67.4%, casi 10 puntos más alto que el país con el segundo nivel de pobreza, Nicaragua, con 58.3%. Miente el régimen en los indicadores macroeconómicos que solo recogen datos convenientes a la gestión de gobierno; miente en la microeconomía cuando los indicadores de inflación ocultan el costo real de la vida, la manipulación, que linda en el asalto, en los altos precios de los carburantes a nivel local.
Miente hasta cuando asegura que dice la verdad como lo vemos en el caso de la MACCIH, de los delincuentes confesos, como lo son Rafael Leonardo Callejas, Alfredo Hawit, Mario Zelaya, para quienes no existe el Ministerio Público, Corte suprema de Justicia e incautación de bienes. Como parafrasea el irreverente pero acertado cantautor ibérico, Joaquín Sabina, estos charlatanes del régimen que hablan del notable desplazamiento de divisas y turistas en la Semana Santa de los dos últimos años, “mienten hasta cuando dicen la verdad”.
La Odisea del presente marca la ruta de la nueva Honduras, una que saldrá de las brasas de este régimen inhumano y excluyente, como lo es el neoliberalismo cavernario impuesto por el bipartidismo que se niega a morir y que como imperativo categórico dará paso al proceso de Refundación Nacional.
