Tegucigalpa, Honduras. – La construcción de dos cárceles y un tren interoceánico en áreas de alto valor ecológico y ambiental en Honduras contradice las medidas necesarias ante la emergencia ambiental decretada por la presidenta Xiomara Castro en mayo de 2024.
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LA EMERGENCIA
El 22 de mayo de 2024, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, decretó una emergencia ambiental debido a los masivos incendios forestales que azotaban el país que como consecuencia generaron una densa capa de humo cubrió gran parte del territorio.
De igual forma, en la reunión del Consejo Nacional de Defensa y Seguridad (CNDS) realizada en Mocorón, municipio de Puerto Lempira, departamento de Gracias a Dios, la presidenta Castro anunció la implementación de la estrategia de “Cero deforestaciones al 2029” como respuesta inmediata a la crisis.
En el ámbito financiero, se destinó una inversión de 242,9 millones de dólares para reforestación, con el objetivo de proteger la selva hondureña, además, se ordenó un fortalecimiento legal para combatir los delitos ambientales, en colaboración con el Poder Judicial y el Ministerio Público (MP).
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CONSTRUCCIÓN DE CÁRCELES CONTRADICE LA EMERGENCIA AMBIENTAL
Sin embargo, pese a la ordenanza de cuidado del medio ambiente, se ha decretado la construcción de dos centros penitenciarios de máxima seguridad en áreas protegidas de Honduras.
Lo anterior desafiando las recomendaciones de expertos ambientales que advierten sobre los daños que estas edificaciones causarán al entorno y al ecosistema.
Las dos cárceles proyectadas son: una en la reserva marina Islas del Cisne, ubicada a 273 kilómetros de Trujillo, en el Caribe hondureño; y la otra en el Centro de Reclusión de Emergencia (CRE), situado en una zona despoblada entre los departamentos de Gracias a Dios y Olancho, en el territorio de la Moskitia hondureña.
Estos anuncios han generado una fuerte oposición debido a los posibles daños ambientales, las violaciones de derechos humanos y las consecuencias económicas para el país.
Otros de los proyectos que también podría causar un grave daño ambiental es el anunciado tren interoceánico, cuya construcción se extendería por 440 kilómetros de largo y 250 kilómetros de ancho, atravesará importantes zonas forestales y áreas protegidas.
Es por ello que ambientalistas y biólogos ya han alertado sobre posibles impactos negativos, como deforestación, pérdida de hábitat, y contaminación del aire y el agua, además, el proyecto podría dañar áreas de valor cultural y arqueológico, poniendo en riesgo sitios históricos.
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DEUDAS EN TEMAS AMBIENTALES
Lucía Vijil, analista socioambiental y economista, criticó que los proyectos actuales se han enfocado exclusivamente en temas de defensa y seguridad, ignorando la gravedad del impacto ambiental y desestimando las advertencias de expertos en la materia.
«Los proyectos actuales se han enfocado exclusivamente en temas de defensa y seguridad, ignorando la gravedad del impacto ambiental» Lucía Vijil (Foto:Jorge Burgos/Criterio.hn)
Vijil señaló que, a pesar de los esfuerzos realizados, como la asignación de fiscales y jueces especializados en temas ambientales y la creación de fuerzas interinstitucionales, aún persisten importantes deficiencias.
Por ejemplo con la impunidad y los avances en las mesas de trabajo sobre asesinatos de líderes ambientales, «aún queda mucho por hacer, lo preocupante es que el cierre de este gobierno se acerca y no hemos visto que se hayan establecido ni siquiera las bases de presupuesto y políticas públicas para transformar ambiental actual», expresó.
Además, destacó la deuda en deducir responsabilidad a las empresas involucradas en proyectos extractivistas y energéticos, por lo que es necesario ir más allá de los temas de agendas de financiamiento climático.
¿INTERESES EN JUEGO?
De su lado, Jimena García Merino, fundadora de la organización de sociedad civil Honduras Resurge, manifestó que los megaproyectos anunciados contradicen claramente las medidas necesarias en una emergencia ambiental, debido a que los expertos en medio ambiente han respaldado esta posición con argumentos sólidos en múltiples ocasiones.
Según Merino, el gobierno ha ignorado repetidas advertencias sobre los daños ambientales, posiblemente debido a intereses políticos y económicos, como ha ocurrido en administraciones anteriores.
Merino también destacó como ejemplo de daños de grandes construcciones ambientales pasadas, como el caso de las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), donde la construcción de cimientos en Próspera causó daños ambientales, tal como advirtieron los especialistas.
En este contexto, subrayó que las acciones en una emergencia ambiental deben ir más allá del discurso y traducirse en hechos concretos, no solo durante los meses en los que el país sufre incendios forestales, sino también en épocas como la actual, cuando incluso el tráfico vehicular sigue contaminando el medio ambiente.
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Además de los megaproyectos anunciados que dañan el medio ambiente, persisten acciones que contradicen los esfuerzos de protección ambiental, como la minería.
Según una verificación realizada por Criterio.hn, la promesa del gobierno de eliminar la explotación minera y de recursos naturales es falsa falsa, pese a que no existe evidencia sobre sobre nuevas concesiones mineras, se ha comprobado que las actividades extractivas continúan, causando destrucción, criminalización, violencia.
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Periodista comprometida con Honduras, amante de los animales, las letras y la justicia. He escrito para medios nacionales e internacionales, creo fielmente que desde esta trinchera se puede incidir para lograr verdaderos cambios en favor de los sectores más vulnerables. Ver todas las entradas