Tomado de: laopinion.com
Foto portada: GERALD SCHOMBS / UNSPLASH
Cerca de medio millón de tiburones serían sacrificados para que una sustancia que producen sea usada en la vacuna del coronavirus.
A los depredadores marinos se les busca porque su hígado produce escualeno, un aceite que es usado en la medicina.
El ingrediente potencia la efectividad de una vacuna al ofrecer una respuesta más fuerte. Se espera que varias de las farmacéuticas que desarrollan la vacuna busquen abastecerse de escualeno.
De acuerdo con el Daily Mail, el grupo de protección Shark Allies asegura que se necesita sacrificar a unos 250,000 tiburones para hacer la dosis de una sola persona. Sin embargo, científicos aseguran que dos dosis son necesarias para inmunizar a la población.
“Cosechar algo de un animal salvaje no es sostenible, especialmente un depredador que no se reproduce en grandes números”, dijo Stefanie Brendl, de Shark Allies, que promueve la campaña “Detengan el uso de tiburones para el COVID-19”.
El grupo protector asegura que la estructura química del escualeno es similar a la de sustancias que no son producidas por animales.
Unos tres millones de tiburones son sacrificados cada año para obtener escualeno, que se usa en cosméticos y aceite para máquinas.
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