Medidas anunciadas por el gobierno solo favorecen al sector formal de la economía

Aparte de la decisión de enviar alimentos a 800,000 familias, que me parece correcta, el resto de las medidas que se anunciaron ayer –como han comentado muchos– «van dirigidas únicamente a las personas que tienen acceso al sector financiero, o sea, al sector formal de la economía».

Por: Adolfo Facussé

El problema aquí va a ser el cierre de empresas y el millón y pico de trabajadores del sector formal. Allí tenemos de ejemplo los 165,000 trabajadores de la maquila, que han tenido que ser suspendidos. ¿Cómo van a comer ellos y sus familias si no van a estar percibiendo salarios?

Si esto termina y se resuelve este próximo domingo, cuando finaliza el Toque de Queda, pues demos Gracias a Dios, sería Magnífico, ¡desapareció el problema! Las empresas pueden hacer el sacrificio y cubrir esos salarios y volver al trabajo si todo termina este 29 de marzo del 2020.

Pero esta pandemia tiene todos los visos de continuar por un buen rato y más cuando el sector público ha estado saqueando y desmantelando desde el principio al IHSS y a los hospitales y demás instituciones de la Salud Pública, sacrificadas para sostener la corrupción y para multiplicar el gasto en los militares; como si se anticipaba que, en algún momento, los reclamos del pueblo iban a tener que ser contestados con populismo, por una parte y cuando ya no es suficiente o no ajusta, con reprensión y balas, al estilo de la dictadura nicaragüense.

El colmo aquí es que el Gobierno hasta está peleado con el Colegio Médico de Honduras, la institución más calificada para dictar las medidas de salud y sanitarias más convenientes.

Hay 12,000 médicos desempleados durante esta emergencia. Los hospitales están desabastecidos hasta de los medicamentos básicos y son continuas las quejas que aquellos que están arriesgando sus vidas para atender a los enfermos no tienen ni mascarillas para protegerse.

¡El Gobierno ha sido incapaz de terminar su guerra contra los médicos en momentos en que lo que nos amenaza es una grave enfermedad! ¿Quién tiene el Gobierno para asesorarse en este tema cuando hasta la señora Ministra de Salud no es Doctora en Medicina?

Entonces, el eslogan «Enciérrate» tiene lógica desde el punto de vista de detener el contagio, pero no resuelve el problema fundamental de la atención a los enfermos y, volviendo al tema, de la falta de ingresos de empresas que no están vendiendo y de trabajadores que no están trabajando.

Así que, ¿qué va a pasar con las empresas y con la inversión productiva? ¿Qué va a suceder con ese millón y medio de sus trabajadores? El problema subsiste, aunque el gobierno también les dé de comer a algunos porque, digámoslo claramente, el Gobierno no puede darle de comer a los 9 millones de hondureños.

Entonces, es extraordinario que la Empresa Privada, no está insistiendo en sus propuestas de salvamento del sector productivo, que sí ha formulado y son muy buenas, en lugar de ver complaciente y haciéndose la desentendida hasta con el gasto innecesario y hasta corrupto que está haciendo el Gobierno, si tomamos como ejemplo los ventiladores totalmente inservibles y proscritos por peligrosos por la FDA de los Estados Unidos que se compraron sin siquiera preguntarles a los supuestos fiscalizadores, COST, FONAC y el propio COHEP.

¿Es que vamos a tener que resignarnos a que se malgasten los $503 millones que se aprobaron para atender la emergencia? ¿De qué van a servir 94 hospitales que dicen que se van a construir y entregar en un plazo de 6 a 12 meses, cuando ya no van a quedar pacientes vivos que atender?

En toda esta lamentable situación hay que realizar que lo único que no quiere hacer el Gobierno es rebajar la enorme carga, en su mayor parte inútil, que el propio estamento público representa en la economía nacional.

El Gobierno no ha querido dejar de cobrar la energía eléctrica, el agua (donde hay y donde no hay, pero la cobran), las comunicaciones (aparte de los 50 mensajitos), etc como han hecho en El Salvador por tres meses, pagaderos sin intereses ni mora, poco a poco, después.

El Gobierno y hasta las Municipalidades no han querido aliviar ninguna de sus múltiples cargas impositivas. Esperan que se sigan declarando y cobrando puntualmente los impuestos sobre las ventas, sobre la renta, sobre los bienes inmuebles, sobre las transacciones, el peaje, los combustibles, etc., etc.

Ha bajado el petróleo a alrededor de $20 el barril y el Gobierno no ve necesario que se rebajen los combustibles ni la energía eléctrica.

¿Ya quebrados, en que van a poder contribuir a la reconstrucción nacional los empresarios privados? Ni siquiera estamos recordando que, cuando la emergencia del Mitch, un Gobierno mucho más inteligente entendió que su misión impostergable tenía que ser recuperar la economía; y en ésta, que puede terminar siendo una catástrofe peor, cómo es que se espera que el pueblo hondureño va a subsistir a costa de mantener un Gobierno corrupto, inútil y todopoderoso?

Lo que se les olvida es obvio, o sea, si las medidas no se adoptan por Decreto o conforme a derecho, se van a tener que implementar de hecho.

No se va a pagar impuesto de ventas si no se está vendiendo, no le ingresará al Gobierno ningún impuesto sobre la renta si se está perdiendo, no se va a seguir cobrando peaje y distribuyendo gasolina si no se puede transitar por las carreteras.

Ojalá la razón prevalezca.