Por: Redacción CRITERIO
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Gloria María Cálix, una joven que iba dar a luz a su primer hijo, llegó al Hospital San Francisco de la ciudad de Juticalpa, buscando asistencia médica para ella y su vástago y lo que recibió fueron malos tratos y desatención por parte del personal de enfermería y de los galenos en servicio.
Procedente de La Venta, una aldea situada a unos 20 kilómetros de la ciudad cabecera departamental de Olancho, el departamento más grande de Honduras localizado a 174 kilómetros al nororiente de la capital Tegucigalpa, Gloria María llegó confiada al hospital regional, que ahí recibiría asistencia médica.
Al llegar al centro asistencial, acompañada de su esposo, Ángel Fúnez, se dirigieron a la sala de emergencias del citado hospital y ahí, tras una larga espera la atendieron, la revisaron y luego le dijeron que se saliera, aun y cuando ella estaba con los fuertes dolores de parto y altos grados de dilatación.
La joven madre, se salió y al sentir que ya casi daba a luz, regresó y en su desesperación por ver que no la atendían y que ella sentía que ya se le venía el niño se defecó y volvió a entrar.
Esta vez la mandaron a bañarse, lo hizo y regresó y fue entonces cuando un médico de manera grosera la saco y le grito “vaya vaya, salgase salgase ya le dije que no es hora”
Gloria María relata, “me salí y fue cuando, a los pocos minutos mi niño cayó al suelo, ahí en el duro piso del hospital, la gente gritó y fue entonces cuando si me atendieron y me creyeron que ya estaba pariendo”.
Ángel Fúnez, esposo de Gloria María, se llenó de coraje y de impotencia, al ver como tratan a los pobres en ese hospital y les gritó una serie de palabras cargadas de rabia e indignación, dolido porque su hijo estuvo a punto de morir por negligencia médica.
Uno de los doctores en vez de atenderlos y ver que los reclamos de Fúnez eran justos, llamó a un guardia de seguridad y lo mandó sacar. “Yo era el afectado, gracias a Dios mi hijo está bien, pero lo doy a conocer para que esto no se repita porque solo por ser humildes nos miran mal”.
Fúnez, señaló que “los pobres no tienen dónde acudir y vienen ahí (hospital San Francisco) porque se supone que están obligados a brindarle atención y medicinas, pero estos médicos y enfermeras tratan a la gente hasta con desprecio”.
Estas historias se repiten día a día en el Hospital San Francisco de la ciudad de Juticalpa, sin que nadie del ministerio de salud trate de poner orden en esta institución, además existe un comité de apoyo ciudadano que tampoco hace algo al respecto.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas