La batalla por la justicia

Las cosas que urgen y las resistencias

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

 (a Lagos y los elogiados)

 Inevitablemente, la lucha por el poder es intrínseca y continua. Gobernar es otra cosa, un ejercicio de inteligencia y compromiso, agilidad y ley. Para arrancar hay que dar esos primeros pasos y la única forma de avanzar es concentrarse en transitar por una ruta clara, de lo urgente. Algunos ministros ya tomaron posesión y salieron a la diligencia, se mueven. Otros parecen asustados, todavía no se percatan de que tienen el poder o para qué sirve, Andan pasando revista, regodeándose en declaraciones irrelevantes, delirios, payasadas. Un puñado de feos y bonitos que quieren darse importancia, en vez de atender su tarea apremiante.

Distintos amigos se alarman y preocupan de lo poco que ya consiguió el Partido y el nuevo gobierno, aunque muchos nos felicitamos con alegría de ver ¡libres a los presos de Guapinol, gracias a la amnistía! ¡Y suspendido el desalojo violento en las Tierras del Padre! Pese a tantas dificultades. A mí me inquieta más bien lo que todavía no empiezan a hacer, Xiomara y Redondo. La primera urgencia, impostergable, lo dijimos antes y lo hemos repetido todos, es desmontar los laberínticos instrumentos de tortura y andamiajes jurídicos de la dictadura de JOH. Ahí es donde está el problema. No nos distraigan.

Con conciencia clara de que el Estado de derecho está en ruinas, y de que, por tanto, tenemos que prevenir daños, y para nada podemos confiar en las instituciones del estado secuestrado, para combatir la corrupción. Hay que derogar como anuncia explícitamente el Plan Bicentenario que apoyado por sus aliados y por la sociedad civil LIBRE presentó a los electores. No es el momento de consensuar Ángel, es la hora de hacer valer esos consensos. Anular la Ley de Secreto oficial, las leyes del inconstitucional Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, la Ley de Escuchas, la Ley de Co-Alianza, el conjunto de normas llamado Pacto de Impunidad, que paralizan la función judicial. Anular los fideicomisos secretos y derogar la Ley de Zonas Especiales como tantas otras concesiones.

1.-Hay que revertir las ZEDE. El Ejecutivo ha nombrado a Fernando García para ese fin, y promulgó un primer decreto. Pese a una masiva campaña de medios, los hondureños mayoritariamente repudiamos las ZEDE, en las elecciones de noviembre pasado y muchísimas municipalidades se declararon libres de ZEDE, para protegerse. La clase política corrupta que promulgó las ZEDE ya le ha retirado su apoyo. Ahora la defienden los intereses creados de sus dueños, y padrinos, incluido hoy -vía lobby- en Washington, el poderoso Senador demócrata Bob Menéndez (que preside el Comité de Relaciones Exteriores), muchas veces reelecto en Nueva Jersey, pese a múltiples acusaciones, que nunca fueron aclaradas del todo en juicios fallidos por corrupción.[1]

2.- Incontinenti, urge, por la ruta de pedirles sus renuncias y, si es preciso, por la vía de llevarlos a un juicio, destituir a las autoridades judiciales que han sido cómplices de la corrupción y la impunidad por tantos años. Necesitaremos la unidad opositora y el consenso de la opinión pública, el apoyo del movimiento popular contra las fuerzas que los defenderán a capa y espada, sus socios y patrón. Dirán que abusamos, que tenemos que respetarles un año o dos más de plazo. Aunque no dijeron una palabra cuando antes JOH destituyó a quienes no le querían dejar pasar las ZEDE y la reelección. Ahí está ya, para ese fin, la propuesta de Maribel Espinoza, de llamar a los que han delinquido. CICIH ¡ya!

3.- Hay que revertir por supuesto la transferencia -días antes de la entrega del gobierno y pese a manifiesta resistencia de los afectados, los maestros dueños de los fondos multimillonarios, de 2800 millones de lempiras de Imprema, confiados al proyecto del dudoso Lenir Pérez en Palmerola, el mismo usufructuario de las concesiones mineras que fueran de los Cachiros. En un tuit reciente, el Padre Ismael Moreno, S.J. agrega que los responsables de esa transferencia deben ser investigados. Y para ese fin, el ministro Esponda tiene que intervenir IMPREMA, de nuevo, con gente confiable. Porque según ha trascendido, dos meses antes de eso, la Junta Interventora de JOH también aprobó otra transferencia de L. 240 millones de lempiras a la empresa Alutech, del conglomerado de Lenir Pérez, la que recientemente ofreció -para las aduanas de Puerto Cortés- scanners como los que acaba de comprar Costa Rica, pero con sobreprecio de $20 millones de dólares.

4.- Se tienen que derogar las autorizaciones, para la minería extractiva, que tanto complicó la destrucción de Eta y Iota en el Valle de Sula, y previo estudio técnico, las de Ciudad Jaragua, en El Merendón y Condado de Santa María, en La Tigra. En ambos casos, como otros antes, estos proyectos amenazan en su origen las fuentes de agua cruciales de esas grandes ciudades y sus drenajes. ¡Administrad con visión el patrimonio natural! Aunque las ciudadanías no se han compenetrado, únicamente defienden esas concesiones de tierra bosque y agua, los especuladores y los usufructuarios.

5.- Se pueden hacer cosas más fáciles aun, simbólicas. El nuevo gobierno tiene que anular los arrendamientos de vehículos de lujo para el Estado, tanto porque el Estado de un país pobre no debería usar vehículos de lujo, punto, como porque hay formas más económicas de obtener la logística que a través de los arrendamientos, las nuevas movidas, sinvergüenzadas de ese viejo comercio corrupto de suministros. Así se manda un mensaje.

Ya deberían estar designadas con los mejores las comisiones legislativas y, asimismo, los embajadores de calidad, que nos den a respetar, en los principales destinos diplomáticos, en el Continente y en las capitales de las potencias, que pueden ayudar. Falta nombrar aún a directores de los Institutos, viceministros, y un puño de ministros importantes, si se quiere que lo sean, de la mujer y de las etnias. Hay que arrancar. No hay tiempo que perder, no queda tiempo para la vanidad de la selfie. Ni para procrastinar. Vamos “muchá” sin miedo todos a la vez. Hoy o nunca, esto será una revolución o no será nada. ¡Y depende de Ustedes!                                                          

[1] Incluyendo la imputación de que habría defendido, desde su tribuna pública, los intereses privados de su amigo y fuerte donante Salomón Melghen, cuyos donativos y agasajos no había reportado cabalmente.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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Un comentario

  1. Sr. Rodolfo Pastor Lo felicito. Algunas temas que menciona son valiosos para El Desarrollo y la Reactivación de Honduras. Ver Douglass C . North. INSTITUCIONES, CAMBIO INSTITUCIONAL Y DESEMPEÑO ECONÓMICO. FCE, 1993. México. Traducción de Institutions, Institutional Change and Economic Performance 1990, Cambridge University Press.