Las características que llevaron a Honduras hacia un  Estado fallido

Por: Glenn Flores*

La narco dictadura que usurpó el poder del  Estado de Honduras desde el 27 de enero del 2010 cuando asumió la presidencia Porfirio Lobo Sosa hasta el 26 de enero del 2022, último día en que mandó el narcotraficante internacional Juan Orlando Hernández llevó al país al borde de un Estado fallido.

Para ser considerado un Estado fallido una nación necesita tener por lo menos las siguientes cuatro características:

1) Emigración masiva de su población.

2) Descalabro económico del país.

3) Ausencia del Estado en partes de su territorio

4)  La elite gubernamental sea parte integral del crimen organizado.

A continuación de manera breve brindamos ejemplos de las  características enumeradas anteriormente.

Honduras fundamentalmente durante los últimos ocho años de la narco dictadura (2013/2021) vivió un periodo de emigración masiva, nunca visto e igualado en el continente Americano. La emigración usualmente es una actividad clandestina, pero esta se convirtió en una actividad totalmente visible, cuyos integrantes se organizaban públicamente, desde en las redes sociales hasta en las calles y avenidas de las distintas ciudades de Honduras. Este fenómeno llego a llamarse “las caravanas”. Estas “caravanas” eran integradas por hondureños que habían perdido toda esperanza en su país por muchas razones, pero la mayoría lo expresaba que las causas principales para abandonar Honduras eran: la violencia consecuencia de la narcoactividad y la falta de empleo.

Hubo un descalabro económico en Honduras debido al latrocinio voraz que ocurrió a  las arcas del Estado, los actos de corrupción del gobierno ilegal de JOH parecían que se empeñaban en superar sus propias marcas año con año.  Entre los casos emblemáticos de corrupción están: La caja chica de la primera dama, el caso Pandora, el robo del Seguro Social y el robo de los hospitales móviles de Invest-H en plena pandemia. Estos actos sumados a la desmedida hipertrofia burocrática dejaron a el país en la quiebra con una deuda pública de 16,000 millones y con el 59.3% de los hogares en la extrema pobreza.

El territorio hondureño tenia regiones  como  el municipio de Florida en Copán (controlado por el narcotráfico), y barrios en las ciudades como la colonia Rivera Hernández y el sector de Chamelecón en San Pedro Sula (controlados por maras y pandillas). Las anteriores zonas geográficas son controladas por grupos delincuenciales en su totalidad. En estas áreas  las autoridades civiles, eclesiásticas y  militares solicitan permiso para poder entrar. Igualmente en la época de elecciones los políticos pagan “peaje” o derecho de paso para poder entrar a muchos barrios y colonias de Honduras y así poder realizar su que hacer proselitista.

Ya era un fuerte rumor en el país el involucramiento delincuencial del ilegal presidente, cuando empezaron a circular,  primero por las redes sociales y después por los medios de comunicación oficialistas las declaraciones hechas en las cortes de Nueva York de los capos hondureños con los nombres del presidente de facto Juan Orlando Hernández y de su hermano Antonio como enlaces en Honduras con el narcotráfico internacional.

El hermano de Hernández  en Nueva York fue condenado en octubre del 2019 a cadena perpetua y a treinta años de cárcel por el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos. Y el 17 de marzo  del presente año fue autorizada la extradición de JOH  hacia E.E.U.U.  Todo indica que en Honduras el poder ejecutivo era ejercido por el capo más grande de la historia de la humanidad como lo indicó el comisionado de policía  Henry Osorto.

La construcción de un Estado democrático no es tarea fácil. Eso es lo que nos queda como gran reto a los hondureños con vocación demócrata.

Lo bueno, es que es posible revertir el entorno en como quedó el país, ya que otro mundo  es posible.

¿Pero cómo hacerlo?

En la próxima entrega abordaremos ese tema.

*Articulista Libre