Conmemorando un año desde la tragedia en PNFAS, la familia de Sandra Rodríguez sigue sin recibir su cuerpo, enfrentando la desesperación y la falta de respuestas en su búsqueda de justicia y paz
Tegucigalpa, Honduras. – “Lo único que quiero es poder llevar flores a la tumba de mi hija”, expresa entre lágrimas Margarita Reina Rodríguez. Quien lleva un año exigiendo a las autoridades de Honduras le entreguen el cuerpo de su hija Sandra Rodríguez, una de las víctimas mortales de la masacre al interior de la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS).
La mañana del martes 20 de junio de 2023, en Honduras se registró la peor masacre para las mujeres privadas de libertad. 46 fueron asesinadas con ensañamiento, entre ellas Sandra.
Sin embargo, a un año de la terrible pérdida, el Estado hondureño ha alargado el dolor para la familia, debido a que su cuerpo aún no ha sido entregado para ser sepultado. Hasta la fecha, Margarita Rodríguez no ha recibido ninguna respuesta.
La mujer de 66 años, se trasladó desde Siguatepeque para participar en la conmemoración del primer aniversario de la masacre y del mismo modo para hacerse escuchar y exigir una investigación para encontrar el cuerpo de su hija.
Sandra Rodríguez, permanecía privada de libertad desde el 17 de septiembre de 2022, y al momento de la masacre el delito por que estaba privada de libertad aún no había sido probado por las autoridades hondureñas.
La mujer de 41 años, de acuerdo con el testimonio de su familia era empleada doméstica. Al momento de su captura, Sandra se dirigía a su lugar de trabajo en compañía de su esposo y padre de sus seis hijos. En un retén policial hicieron una requisa y detuvieron a Sandra a causa del contenido de la mochila que portaba. La misma que su esposo le había entregado minutos antes.
Margarita Rodríguez recuerda que su hija le comentó que cuando fueron requeridos por elementos de la Policía Nacional, el esposo de Sandra señaló que no la conocía para evadir su responsabilidad, sin embargo, también fue capturado.
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ADN NO COINCIDE
Sandra Rodríguez fue una de las privadas de libertad a las que les prendieron fuego, razón por la cual el proceso de identificación fue más extenso. El testimonio de la familia refiere que Medicina Forense les realizó pruebas de ADN tanto a su madre, como a su hermana y a sus hijos. Sin embargo, solo obtuvieron como respuesta: ADN no coincide.
Griselda Ramos Rodríguez, hermana de Sandra, refiere que confiaban en los resultados de las pruebas que les realizaron, por tanto, al tener 0% de coincidencia, la familia sospecha que el personal médico forense se confundió al momento de etiquetar los cuerpos.
Criterio.hn se contactó con Medicina Forense para conocer el proceso de este caso sin precedentes. Iza Alvarado, portavoz de la institución, confirmó que hay un cuerpo, pero el ADN no coincide con ningún familiar
Sobre la posible confusión del cuerpo, Alvarado señaló que este escenario no era posible, debido a que las muestras se toman primero al fallecido, posteriormente al familiar y luego se enumera, para finalmente hacer la entrega del cadáver.
Para Iza Alvarado –quien señala que puede haber un error humano, sin especificar en este caso particular—, confió a Criterio.hn que en el caso de Sandra se han hecho seis pruebas de ADN, pero ninguna coincide. La vocera refiere que el resultado es negativo es porque “no son familia”.
Por su parte, el abogado penalista, Fernando González, y apoderado legal de la familia,hay una contradicción debido a que el Instituto Nacional Penitenciario (INP) entregó a la familia de Sandra Rodríguez, una constancia en la que se indica que la víctima estaba entre las 46 privadas de libertad a las que se les arrebató la vida la mañana del 20 de junio de 2023.
LAS DUDAS CRECEN
En el diálogo con Criterio.hn, Griselda Ramos, quien pide a la presidenta Xiomara castro, le ayude a ella y a su familia a encontrar el cuerpo de su hermana, señaló que hay una familia –con la que ella mantuvo comunicación con un tiempo y que fueron de las ultimas en entregarle el cuerpo de una de las victimas—, que tienen dudas de si realmente era el cadáver de su familiar el que fue entregado.
En es sentido, Ramos, refiere que es allí donde debe iniciar la investigación, es decir la exhumación y terminar con lo que ellos han descrito como “calvario”. “Está claro que los cuerpos los dieron cambiados, ¿por qué sólo hay una familia que no ha recibido a su familiar”, cuestionó la hermana de Sandra.
Griselda Ramos, señaló que la otra familia que tiene dudas, están en la disipación de realizar las pruebas pertinentes, sin embargo, comenta, han recibido negativa del Ministerio Público. “Ellos saben (MP) que si aceptan hacer las pruebas de ADN va a salir que ese cuerpo que está en la morgue es de otra familia y no quieren que se den cuenta del error que cometieron”, refiere Griselda.
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DEMANDA INTERNACIONAL
En octubre de 2023, el apoderado legal de la familia de Sandra Xiomara Rodríguez, presentó ante la Sala de lo Constitucional un Habeas Corpus, contra actuaciones de la directora de la PNFAS ubicada en Támara, mismo que fue resuelto recientemente.
En ese sentido la Sala de Constitucional decidió: Declarar en reserva el recurso de Habeas Corpus o exhibición a favor de Sandra Xiomara Rodríguez hasta que aparezca la agraviada.
Al tener una respuesta de la Corte Suprema de Justicia, Gonzáles enfatizó que ahora, al no tener una respuesta por parte del Estado de Honduras ante una clara violación de los derechos humanos, procederá a presentar una petición ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para que analicen el caso y luego se proceda a una demanda en contra del Estado de Honduras.
De acuerdo con abogado, la demanda internacional giraría en torno a dos situaciones: la primera porque Sandra Xiomara Rodríguez, gozaba del beneficio de inocencia y la otra situación, por la demora y la confusión al momento de entregar el cuerpo de Sandra Rodríguez, y los daños que genera a la familia.
Mientras tanto, la familia de Sandra Rodríguez, mantiene la esperanza de que su voz sea escuchada y que, finalmente, puedan darle una despedida digna. La entrega del cuerpo de Sandra no sólo significará un cierre necesario para su madre, sus hijos, y sus hermanos, sino también un acto de humanidad y respeto que tantas otras familias merecen en medio de esta tragedia que ha dejado profundas heridas en la sociedad hondureña y que remarcó la debilidad del sistema penitenciario nacional.
