La caída del Partido Liberal

Por: Efraín Bu Figueroa

El partido liberal, una organización de grandes luchas y victorias ha tenido el pasado 26 de noviembre la mayor derrota electoral de su existencia, colocándose al borde de su extinción de no ocurrir un cambio cualitativo en su planteamiento ideológico y programático. Algunos pretenden responsabilizar a su candidato Luis Zelaya, aunque éste en una insólita declaración, se atribuyó absolutamente la derrota electoral, tapándole la boca a sus detractores. No obstante, el declive del partido liberal no es de ahora y no se debe a Luis Zelaya, hace ya rato comenzaron los estertores de su agonía.

Pero… ¿qué le paso al Partido Liberal? Fue una institución valiente y beligerante que le toco vivir momentos fatales bajo la dictadura cariísta y más tarde bajo el militarismo golpista en la década de los sesentas del siglo pasado. Bajo el clima de encierro, destierro y entierro se forjaron los grandes líderes, José Ángel Zúñiga Huete, Ramón Villeda Morales, Modesto Rodas Alvarado y muchos otros, quienes con sus luchas y realizaciones le proporcionaron al partido una posición progresista. Villeda Morales representó a la nueva generación ubicada en el liberalismo social de los años cincuenta del siglo XX, impulsando en su gobierno profundas reformas laborales, agrarias y sociales.

Al asumir el poder el partido liberal en la década de los ochentas, comenzó a evidenciarse un sector conservador y entreguista, que fue alejándose de los principios doctrinarios establecidos en sus estatutos. Dicho sector, vendió la soberanía nacional convirtiendo al país en “cabecera de playa” de fuerzas externas para agredir a la naciente revolución nicaragüense, convirtiéndose en ejecutor de la política de seguridad nacional que desató una feroz represión contra los opositores de esa época.

La intención del presidente Roberto Suazo Córdova, de reelegirse, acentuó las fisuras internas y la erosión ideológica, pues alejaba al partido de sus ideales democráticos y constitucionalistas. Con ello, surgieron dentro de sus filas, diferencias de enfoque sobre el desarrollo del país. Un respiro liberal progresista se notó con el ascenso al poder de Carlos Roberto Reina en 1994, cuyo logro más notorio fue la desmilitarización de la sociedad hondureña y el fortalecimiento institucional.

Sin embargo, el servilismo de sus sucesores, frente a las políticas neoliberales del capitalismo salvaje ahondaron las desigualdades sociales y por consiguiente la pobreza de la población.

En el año 2006 asume la dirección del partido y el poder de la nación una nueva generación de liberales, varios de ellos ex-líderes universitarios, sobrevivientes de los años represivos de la guerra fría en Honduras; dando inicio al gobierno del poder ciudadano, encabezado Manuel Zelaya Rosales. El poder ciudadano, expresión avanzada de un liberalismo social, reivindicativo y solidario fue ahogado en sangre y destierro el domingo 28 de junio del año 2009, por un golpe de Estado, cuando el presidente Zelaya se dispuso a realizar una consulta popular, no vinculante, basada en una ley de participación ciudadana, sobre si procedía o no una asamblea nacional constituyente para la generación de un nuevo pacto social. 

El ala conservadora, del partido liberal, liderada por el presidente del Congreso Nacional, en ese momento, junto con el partido nacional, apoyados por poderes facticos internos y externos, propiciaron un golpe de Estado al mismo partido liberal, instrumentalizando para ello al ejército. Este acto deleznable, rechazado por los propios estatutos del partido liberal, generó el punto de quiebre en la historia política hondureña, iniciando con ello el fin del bipartidismo, al producirse un cisma irreversible dentro de esa organización y el consiguiente debilitamiento cuantitativo.

 En los años siguientes, desde oscuros oráculos, el partido liberal fue convertido en instrumento de negociación con el poder ejecutivo, lo que se evidencio a través del acomodamiento, colaboración y sumisión de su bancada diputadil a los intereses del partido gobernante y de grupos de poder vinculados a redes de corrupción en los últimos dos periodos legislativos.

El momento culminante de esta subordinación al nacionalismo, lo demostró la actual bancada liberal en la elección del Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia.

Se dice que en política se puede morir muchas veces. Luis Zelaya, ha asumido una conducta moral de cargar con la culpa de la derrota, aunque no la tiene y mostrarse alejado de las sucias componendas de la política tradicional, además de condenar el fraude electoral, lo cual podría significar que el partido liberal comienza a purificarse y estaría por nacer un nuevo paradigma político e ideológico.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas

Compartir 👍

Podría interesarte

14 comentarios

  1. Para comenzar, al unirse al diálogo Zelaya, ya está poniendo en riesgo su credibilidad. No hay forma política de esa crisis. Sólo la renuncia de Joh. El partido liberal nació al lado del pueblo, para apoyarlo, defender sus derechos y buscar mejor vida para los pobres o desposeídas de de los servicios sociales.un partido de izquierda.con la llegada de Suazo Codova entregaron el país a la derecha con una seguridad nacional y destruyeron sus principios y abandonaron al pueblo. Siguen pagando su error y aumento con el golpe en contra su propio partido.para que resurja, tendría que unirse al partido de Mel, y esperar pacientemente su oportunidad ya en el poder, buscando el liderazgo del partido liberal.no veo otra.

  2. Lo mejor es no afiliarse a ningun partido politico porque si no se pierde la objetividad para elegir autoridades o gobiernos. Sin embargo, comparto la opinion de este escrito y me parece que Luis Zelaya esta levantando el pesimo perfil de acomodados y mafiosos que ha tenido el PL. Luis, si de verdad quiere que le crea todo su discurso de moralidad, actue y elimine/expulse a los corruptos de su partido, como Elvin Santos/diablo y con ello se gano mi voto.