La batalla por la justicia

La batalla por la justicia: asegurar la ley y el bien público

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

 

En un estado de derecho democrático

 a Filiberto, por el resumen

Parece una guerra montada del estatus quo para retener control de la Corte… y por otro lado, y una estrategia para poner escollos y meter cizaña a la consecución de la CICIH. [1] ¿Será? Para nada se trata de que la CICIH o la elección de la Corte, por sí solas o juntas sean una panacea. Todos deberíamos entender que –además- tenemos que reformar el sistema político y la administración del Estado, antes de conseguir una patria justa, asegurar la justicia social y la seguridad de los ciudadanos contra los bandoleros.

Porque al final no puede haber ley justa donde hay injusticia estructural, lo cual solamente se corrige con la reforma política. Hay que generar una cultura ciudadana de compromiso cívico y una institucionalidad nacional efectiva, un propio estado de derecho. Si no, la comisión internacional será un paliativo y una dependencia sin término y aun la mejor corte será un evento pasajero, insostenible.  

Pero en efecto, el tema de debate de mayor importancia en la actualidad es el del inmediato proceso que conduce a la obtención -de parte de NNUU- de una Comisión de acompañamiento (¿Por qué va a molestar ese término?) una CICIH y la definición del tercer poder del estado, el poder judicial a partir de una selección fiable de los mejores. Ya que la actual Corte Suprema -heredada del régimen pasado- surgió de la injerencia de fuerzas políticas y económicas ligadas a organizaciones criminales, fue una parodia que amparó la corrupción y garantizó la impunidad de los peores criminales y -al mismo tiempo- permitió la persecución de opositores y víctimas, consintió los asesinatos de los testigos incluso en los penales, las ejecuciones extrajudiciales y no pudo impedir la liberación de los peores enemigos públicos. Para investigar, estudiar y ventilar esa problemática crucial, la semana pasada el Grupo de Pensamiento Estratégico Movimiento PATRIA[2] -el más importante e independiente- ha celebrado un foro coordinado por su Comisión de Estado de derecho…encabezada por Rodil Rivera R.

Para este fin PATRIA invitó a un elenco de especialistas internacionales, con experiencias directas en la región, quienes cavilaron con profundidad el espinoso problema. En general, los invitados extranjeros fueron cautelosos, por no decir escépticos, los encargados actuales del proceso y el auditorio, más optimista.

La ex Fiscal y ex presidenta de la Corte Suprema y candidata presidencial de Guatemala Thelma Aldana pidió que, al solicitar una misión a la NNUU respetemos la prerrogativa que tendrá la ONU de nombrar al personal propio de la misma. Y más tarde desestimó la ambivalencia que puede tener el concepto de acompañamiento advirtiendo al final el peligro de este terrible mal de moda de la judicialización de la política, por lo que resulta que, con las mismas instituciones que antes ella persiguió a los corruptos, en su tierra ahora se la pretende perseguir a ella, inventándole delitos para arrinconarlapoliticamente.

Virginia L. Contreras, ex funcionaria de la MACCIH puso el acento en la necesidad de una administración autónoma para la nueva misión y en una comprensión holística del tema, que instituya mecanismos de prevención y protección, refrescándonos la trágica conciencia de la vulnerabilidad de los agentes de la justicia en esta circunstancia 

El ex director de la MACCIH Juan Federico Jiménez Mayor enfatizó que la raíz del mal es la politización extrema del poder judicial que anula su independencia ante una sociedad que no termina de entender las consecuencias. Explicó que para ser efectiva la nueva Comisión requerirá una Corte más independiente de la que tuvo la MACCIH…y más tiempo, reclama una sanción efectiva para el crimen contra el bien público. Y llama a una coalición social y política, a una ciudadanía aguerrida y comprometida en defensa de un saneamiento de la judicatura, y protección de la misión y de su cometido.

Con un tono en general más positivo, el ministro de Transparencia, Edmundo Orellana se curó en salud recordando que él aún no tiene experiencia como los ponentes anteriores para aventurarse a hacer recomendaciones. Razonó que se pueden precisar los términos en la negociación. Rescató la moraleja positiva de un legado de la MACCIH[3] (UFERCO y conciencia ampliada). Coincidió con las recomendaciones, explicando que aquí ,como en cualquier país, hay condicionantes constitucionales que impiden que una Misión Internacional sea completamente independiente, confía que se pueden sortear las limitantes vía reforma del Código Penal y  envisiona la CICIH como inicio de una refundación de la justicia para construir un estado de derecho que, sin embargo, debe blindarse a futuro y recordó la propuesta de la policía comunitaria que articula una política de prevención en general. 

El presidente Adolfo Facusse clausuró el foro, alegando que la corrupción es el principal problema del país nos está matando… frase de la cual hace eco la Embajadora Dogu[4]. Con un tono mas optimista reafirmó que hay un contexto nacional e internacional más favorable para promulgar nuevas leyes, y para la instalación de la CICIH. Hoy dijo, no hay un Trump que proteja a un JOH. No hay en el Congreso una mayoría oficialista dispuesta a certificar la infamia. Habrá que superar escollos legales que se han opuesto, presionando a la clase política para que sancione un convenio.

Aunque se dice que es delicado llamar al apoyo popular ¿porqué se puede interpretar como contrario al gobierno? Pareciera clarísimo que se ocupa esa fuerza. Varios de los expertos nos dijeron directamente que la MACCIH fracasó porque la dejaron sola. Es una lección aprendida. Como todo cambio real y siempre antes, contra tantas resistencias poderosas, se ocupa al pueblo.

El gobierno tiene que jugárselas también. Transformar el miedo (de que se malinterprete o paradójicamente se alegue que es antidemocrática su lealtad al pueblo) en una conciencia amplia y compromiso de la masa ciudadana lucida con un proyecto, que inevitablemente su enemigo desechará, porque le resulta indispensable controlar y administrar el sistema de injusticia con que mueve al mundo. La suscripción, operación fluida y prórroga de una CICIH, dependerá en última instancia del apoyo de un amplio movimiento de convergencia y apoyo popular.

Varios medios de masas citaron a los conferencistas del Foro PATRIA y divulgaron sus asertos sacándolos de contexto con una intención propia, sin ahondar ni darle el crédito a la organización. No importa. Es de felicitar a PATRIA por darnos un foro de esta calidad. El fin claro es debatir, despejar dudas. Orientar a la gente. Y no ha fallado.

[1] Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, concepto que circuló ampliamente desde el 2015 y se transformó en una propuesta de campaña que sigue abanderando y negociando Xiomara Castro de LIBRE

[2] Este grupo que preside Adolfo Facussé de ciudadanos connotados para fines de estudio e incidencia inteligente.

[3] Misión contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, solicitada a y organizada por la OEA cuyo contrato fue abrogado con la connivencia de Luis Almagro y el gobierno de JOH que votó por su reelección del secretario general.

[4] Que felizmente, observa Adolfo, amigo de muchos republicanos… no representa Trump, el ladrón de documentos, el fraudulento, el conspirador contra las elecciones que perdió, sino a J. y a Hunter Biden, el directivo de las empresas petroleras ucranianas.

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