Por: Edmundo Orellana
Trump ha declarado la guerra a los gobiernos del denominado Triángulo Norte de Centroamérica, como recurso mediático para orientar las preferencias del elector gringo a favor de los republicanos.
La caravana de hondureños que, según Trump, amenaza la seguridad de USA, motivó a otros centroamericanos, que se le han unido con el mismo propósito, huir del infierno que viven en sus respectivos países.
Trump responsabiliza a esos gobiernos del éxodo porque no han atacado las verdaderas causas de los históricos problemas que aquejan a estos países. Los acusa de robarse las ayudas que “generosamente” ofrece a esos gobiernos, particularmente al de Honduras, que, en una reacción inédita, exige a Trump, ingenuamente, que rectifique.
Desde que regresamos al régimen constitucional no hemos presenciado un deterioro en las relaciones con el gobierno de los Estados Unidos, como el que observamos. Ni gobernante hondureño alguno había recibido semejantes insultos del Presidente de Estados Unidos.
Esto ocurre en un contexto muy complejo, que comprende la caravana, pero también la lucha contra la impunidad en corrupción que lidera el binomio MACCIH- UFECIC, auspiciado, entre otros, por el gobierno de Estados Unidos, cuyo Congreso está por recibir una lista de supuestos corruptos de Guatemala, El Salvador y Honduras, que remitirá el Departamento de Defensa gringo y que, según afirma su promotora, la representante Torres, servirá para cancelar visas y aplicar la famosa Ley Magnistky.
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La acusación de Trump no viene de la nada. Seguramente, la información que se ha recopilado para la confección de esa lista, le sirve de sustento para proferirla. Por lo que no será una sorpresa que altos funcionarios de esos gobiernos, a los que Trump, acusa de ladrones, se incluyan en la misma.
¿A qué nivel llegará esa lista? Después de lo dicho por el impulsivo Trump, habrá que preguntarse si su gobierno está dispuesto a deteriorar sus relaciones con estos gobiernos, incluyendo a funcionarios que ocupan posiciones cimeras en éstos.
Con Honduras ha tenido una relación ambigua. Oficialmente actúa como si el gobierno hondureño fuese un aliado importante, pero, a su vez, el gobernante aún no ha sido recibido oficialmente por Trump, quien no duda en atacarlo directamente y responsabilizarlo del éxodo del que se ha aprovechado para provocar miedo entre los electores, esperando se orienten hacia los candidatos republicanos en estas elecciones de medio término.
¿Qué nos está anunciando el gobierno de Estados Unidos? Por ahora, la acusación de Trump es un categórico mentís a las declaraciones oficiales de su embajada en nuestro país, que reiteradamente defiende al gobierno hondureño, cuya exclusión de la Cuenta del Milenio, recién anunciada, revela- otra vez, contrariando a la embajada- que el gobierno ha sido incapaz de aprobar los indicadores que se exigen en materia de transparencia y lucha contra la corrupción.
Siendo que es el Presidente de Estados Unidos quien denuncia ante sus electores que sus contribuciones fiscales canalizadas hacia estos países, probablemente se las roban sus gobiernos impúdica e impunemente, provocando la pobreza extrema, desempleo, explotación, discriminación e inseguridad, causas directas del éxodo hondureño, es de suponer que la famosa lista que se está elaborando será la prioridad de los representantes que salgan electos en estas elecciones, ante la imposibilidad de que se castigue localmente a los responsables.
Más allá de que se trata, manifiestamente, de una transgresión a las normas más elementales de la diplomacia, la denuncia de Trump coloca al gobierno hondureño, en el que ha hecho énfasis en su acusación, en una posición muy incómoda ante el mundo y en riesgo de que a sus más altos funcionarios se les aplique la temida Ley Magnistky.
Por menos de lo expuesto en otros países la oposición ya hubiera asumido el control de la agenda nacional en busca de una salida a la crisis. En el nuestro, desgraciadamente, la oposición, incapaz de asumir su papel, se afana en pequeñeces esperando que desde el extranjero resuelvan la crisis a su favor.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
3 respuestas
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La embajada gringa y el gobierno de Honduras no han hecho el trabajo debido que evite el éxodo. Se requieren técnicos y patriotas inteligentes que planifiquen lo necesario para el progreso del país.
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Trump is correct on all counts regarding Juan Hernandez and his so called «Ambassador» Fulton. Heads are going to roll soon. Trump does not do things on an impulse. When he is about to shake up a deal make he plays his chaos card and forces his opponents to doubt what and who he is dealing with. Created uncertainty in his opponents.
This JOH never stood a chance vs Trump and is out of his league. To talk down and DEMAND trump anything shows how oblivious he is. To bull shit his way out of trouble when dealing with Trump was insulting to Trump. The duplicity was too obvious. And now the PAIN is coming. This is not Obama he is talking to. This is frekin POTUS.