Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
Miles de indígenas llegaban ayer a Bogotá, desde la Amazonía, vitoreados por los vecinos reprimidos. Como centroamericanos tendemos a informarnos poco sobre los países vecinos de la gran Mesoamérica, casi tan poco como ellos se informan sobre los nuestros. Por ende, sabemos casi nada de Venezuela y Colombia menos aun que de México y El Caribe, aunque fácil nos dejamos llevar por medios corporativos que forman la opinión que conviene a sus intereses y patrocinadores. En esos medios, sin embargo -que no pueden ocultar toda la verdad so pena de perder toda credibilidad- nos hemos enterado de que veinte o más personas fueron asesinadas otra vez y muchos centenares heridos de bala oficial esta semana pasada en las manifestaciones pacificas en las plazas emblemáticas de Bogotá, y ciudades importantes de Colombia. ¿Por qué sufre uno un pequeño deja vu? Tibiamente ayer el gobierno de Estados Unidos protestó, nada mas faltaba que no, y urgió moderación. Fue más contundente Ms. Kamala Harris contra los giros y volteos de Bukele en El Salvador.
Nada como la airada denuncia de la respuesta oficial contra las guarimbas y escuadrones de mercenarios en Venezuela. No hubo rompimiento, salida de diplomáticos, ni reclamos fuera de tono. ¿Acaso era predecible? Al fin y al cabo, aunque dignificados de 2007 a 2014 por la alternancia y amistad con connotados políticos estadounidenses como Joe Biden, Álvaro Uribe V. y luego Iván Duque han sido vinculados a la violencia de la derecha desde hace veinte años. Acaso para neutralizar un imaginado resentimiento por la ayuda que los conservadores colombianos dieran a la campaña de D. Trump, luego de asumir la presidencia, Biden declaró públicamente a Duque, que él estaba ansioso por reactivar su amistad con Colombia, demasiado importante hoy para jugar con ella. Colombia esta llena de bases militares indispensables para el Comando Sur. Su colaboración ha sido muy valiosa y seria indispensable en una aventura proyectada. Y es una relación de amor pagado.
Duque a cambio prometió que trabajaría juntamente con Biden en el fortalecimiento de la agenda común. Luego de recordar el papel estratégico de Biden jugó como Senador para promulgar el Plan Colombia, de que tanto se ha auxiliado ese país, y del cual Biden se ufana de ser arquitecto, Uribe calificó a Biden como miembro descollante de la Coalición bipartidista que -en el Capitolio- apoya a Colombia. Y se llena la boca exigiendo un cambio de régimen en Venezuela como el mayor reto de EUA en el Continente, que es la tiranía del régimen de Maduro que, según Alvarillo hospeda a terroristas diversos pero todos declarados enemigos letales de EUA. La derecha regional ha idolatrado a estos títeres sin cabeza.
No conozco personalmente a Iván Duque Márquez, el político mas joven elegido presidente de la Republica de Colombia, bajo el padrinazgo de Álvaro Uribe, quien lo acompañó además como senador. Consta que Duque hizo campaña denunciando los Tratados por medio de los cuales su país había por fin superado (o casi) una guerra de mas de medio siglo, de la fueron victimas cientos de miles de colombianos. Pero su gestión ha sido criticada por el incremento de asesinatos de líderes comunitarios, y exguerrilleros que habrían entregado las armas acogiéndose a esos Acuerdos de paz, por el aumento de masacres de civiles desarmados y asesinatos de organizadores sociales y defensores del medio ambiente, y la impunidad de todos esos crímenes.[1] (¿Te suena catracho?) Así como por el uso de escuadrones antimotines contra manifestaciones pacíficas y específicamente la autorización del uso de armas de fuego con que se mató a trece manifestantes en las demostraciones del año pasado 2020, en Bogota, y se hirió a mas de cuatrocientos. (Vid CNN) Hace tres días su mentor y padrino Uribe V proclamó la necesidad de autorizar el uso de armas de fuego contra las manifestaciones a que acusa de violentas, contra el testimonio de la prensa internacional. A Uribe lo he tenido cerca y recuerdo haber pensado para mis adentros, es predeciblemente un hideputa
Ya en medio de su polémica campaña de reelección, el 23 de Junio de 2009 Uribe disfrutaba un ágape de caballistas que había organizado Mel para él en la arena del AGAS de San Pedro Sula durante su visita, en ocasión de la Asamblea aquí de la OEA.[2] Tres meses después me tocó ver y escucharlo a Uribe en el David Rockefeller Center en Cambridge Street, diciéndonos, en un intercambio con los profes, que EUA y nosotros podíamos confiar en el, porque el era perfectamente predecible, pero haciendo leña del árbol caído, y arrojando dudas sobre Mel por su amistad con Chávez. Por entonces, eran más bien los estudiantes, colombianos y latinoamericanos de las universidades de Princeton, Nueva York y Harvard, quienes protestaban por el prospecto de que le llevaran al Álvaro como profesor.
No se si -al final- se sabrá si Uribe manda a Iván, o éste logró transformar a Uribe en su bestia de garra. No importa. Lo esencial es que ambos amo y monstruo ejecutan en blanco y negro y sin sonido ni miramiento, el mismo crimen. Con bala viva y en plena vía publica, asaltan al ciudadano al que han terminado por dar la razón, con la renuncia del ministro concernido y la derogatoria de las leyes fiscales que detonaron la protesta. Pero, si tenían la razón ¿por qué los mataron? Quizás para responderla hay que reformular esa pregunta como ¿para que? Los mataron para mostrar que ellos son gente seria en el ejercicio del poder. A los colombianos les conviene ser cautos para aliarse con esa figura ensangrentada, los hondureños hemos comprobado que es inútil.
Para los hondureños es importante caer en cuenta de que Biden no debe tener frente a Juan O -por el hecho de que los fiscales de Nueva York digan que lo van a acusar- una relación diferente ni menos buena de la que tiene con Uribe, designado como importante narcotraficante por la DEA. Y no tiene por que perdonarle Biden menos a este que a aquel, mientras le sean útiles. Ante todo, en América Latina, Estados Unidos tiene intereses, pero además ideológicamente la cosmovisión del progresista Biden es más cercana a la de la derecha troglodita de Colombia que a la más modesta de las izquierdas democráticas o social democracia latinoamericana. En todo sentido y para todo fin practico, aquí en tierras de estos parapolíticos, los muertos no cuentan, ni los heridos, a menos que sean falsos positivos y no valen los derechos ni la legalidad, a menos que sean falsas banderas, y tengan otro fin.
El Carmen San Pedro Sula Mayo 7 de 2021
[1] Véase Colombia Reports y Tiempo, de Bogotá, 2019 2020 2021
[2] Pretendía Mel por la vía de agasajar a Uribe suavizar su confrontación con Chávez en aras de unificar.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas