Odir Fernández y Francisco Herrera son los postulantes a la rectoría de la UNAH que más desacuerdos han generado entre la población. Al primero se le señala de ser el ungido de Libre y el segundo por ser el actual rector interino, por lo que una permanencia generaría desagrado por parte de los movimientos estudiantiles
Tegucigalpa, Honduras. – El proceso de selección de las nuevas autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), que inició el mes de junio del presente año, podría concluir esta semana. Se espera que en los próximos días se conozca el nombre del nuevo rector para el periodo 2024-2028.
Los cargos que se someterán al proceso de elección son el de rector, como el más alto cargo, también están los puestos de vicerrectores, decanos de las facultades, directores de centros universitarios regionales, director de educación superior, representante de la UNAH ante el Consejo de Educación Superior (CES), secretario general, entre otros. Los cuales se espera que sean electos antes del 15 de diciembre de 2023.
Los cinco candidatos que aspiran al cargo de la rectoría son, René Antonio Noé Martínez, María Victoria Zelaya, Marco Tulio Medina, Odir Aarón Fernández. y el actual rector interino Francisco Herrera, último que ha ocupado el puesto desde 2017.
En la presentación de propuestas, que realizaron recientemente, los cinco postulantes, mencionaron algunos los proyectos y visiones que implementarían de ser electos. Algunos de los puntos coincidentes entre ellos fueron: Posicionar a la casa de estudios a nivel de Latinoamérica, mejorar la matrícula estudiantil, la cual ha decaído gravemente en los últimos años.
Además, de apostarle al conocimiento científico, mayor participación de la comunidad estudiantil, revisión de la prueba de aptitud académica, apostarle al cuidado ecológico, mayor inclusión de personal y alumnos, y mayor acercamiento con la comunidad internacional, entre otras.
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INTERÉS PERSONALES Y POLÍTICOS
Es importante mencionar que la Junta de Dirección Universitaria (JDU), que elige a las nuevas autoridades está integrada por siete personas. Presidida por Osman Martínez y acuerpada por Mauricio Díaz Burdett, Patricia Durón, Víctor Molina, Norma Martínez, Raúl Figueroa y Carlos Pérez.
Una postulación que ha generado bastante controversia es la Odir Fernández, el ex integrante del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), y decano de la facultad de derecho de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, a él se le ha catalogado como el ungido del Partido Libertad y Refundación (Libre), para asumir el máximo cargo de la UNAH.
Las aseveraciones han sido negadas en varias ocasiones por el presidente de la JDU, Osman Martínez, “nosotros no vamos a aceptar presiones de ningún tipo, nos vamos a regir por lo que dice la Ley Orgánica de la universidad y los reglamentos, un proceso que incorpora los temas meritocráticos”, afirmó Martínez al ser abordado por los medios de comunicación.
En este sentido, reconoció que los rumores no son desconocidos, ya que según expresó, siempre ha existido interés político por asumir las riendas de la casa de estudios.
Y en esta ocasión no es la excepción ya que se ha dicho que Libre pretende hacer un control ideológico desde la universidad pública como ha sucedido en otros países.
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INTERESES DE LIBRE
Sobre el tema, la integrante de la organización de sociedad civil Honduras Resurge Jimena García Merino analizó en entrevista con Criterio.hn que el tema de la UNAH pasa por dos grandes aristas: la primera es por que de parte de la UNAH se elige un representantes para que conforme la junta proponente además por la influencia de la comunidad universitaria.
Desglosó que la primera es notoria, ya que se recuerda que para elegir a las autoridades del Ministerio Público y la Corte Suprema de Justicia se debe conformar una Junta Proponente, la cual es conformada por un representante de la UNAH, “se entiende que el voto de dichas personas es sumamente importante”, aseveró.
Como segundo punto está el control estudiantil y autonomía. Explicó que al ser la universidad con mayor afluencia de estudiantes, los políticos han pensado que es conveniente tener el control de la institución de estudios.
“Un nuevo rector afín al gobierno no permitirá que los jóvenes universitarios utilicen esta casa de estudio para realizar actividades cívicas ciudadanas, las implicaciones para que los políticos quieran mantener el control son varias y son de relevancia para mantener y controlar a la población”, precisó García.
En este sentido, mencionó que ha sido evidente un impulso desde otros sectores como es el caso del abogado Odir Fernandez, que a su juicio si ha jugado a favor del interés de Libre en la Junta Proponente en la elección de magistrados.
“Entonces se puede decir él puede tener algún compromiso y por eso se le ve al gobierno apoyándolo de una manera tan fuerte, para que sea él nuevo rector, no sería mal porque sabemos el conocimiento, pero no cuando se vincula con interés partidarios y personas porque las decisiones serían manipuladas”, opinó García.
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PERMANENCIA DE HERRERA SERÍA UN ERROR
En tanto, el abogado y analista político, Rodil Rivera Rodil, explicó en diálogo con Criterio.hn que en América latina las universidades son claves en el desarrollo o atraso de un país, por ello los gobiernos siempre se han interesado en controlarlas.
A su juicio se ha mantenido el ojo por los movimientos estudiantiles, los cuales ha sido decisivos en decisiones histórica, “ahora los estudiantes están buscando de nuevo el papel en una universidad, porque cada vez se les ha ido robando espacios, y la actual conducción ya no es tan de acuerdo en ver las mismas autoridades que no han presentado cambios significativos”, apuntó el profesional del derecho.
En cuanto a las aseveraciones que Libre quiere imponer a los candidatos, Rivera es del criterio que “si es probable que el gobierno quiera tener a una personas afín a su proyecto político”.
Sin embargo mencionó que se espera una pronta elección el cual a su juicio debe de ser de afinidad de los estudiantes, no de los políticos. “Sería un error la permanencia de Herrera, porque se le haría muy difícil dirigir la universidad con un movimiento estudiantil en contra, porque no va marchar bien sino tiene el control de un factor elemental como es la comunidad estudiantil”.
