Señalan a Daniel Ortega como el otrora líder revolucionario, honrado por la confianza de su pueblo, hoy convertido en dictador, ciego de poder y con sus manos manchadas de sangre joven.
Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa.- Intelectuales, activistas sociales y académicos del mundo se han pronunciado sobre la situación que está viviendo Nicaragua en Centroamérica donde señalan que «no hay peor latrocinio que la defraudación política de la esperanza de los pueblos. No hay peor saqueo que aquel que va dirigido a depredar las energías rebeldes por un mundo justo. No hay peor imperialismo que el colonialismo interno que se torna violencia opresiva revestido con retórica anti-imperial».
Señalan a Daniel Ortega como el otrora líder revolucionario, honrado por la confianza de su pueblo, hoy convertido en dictador, ciego de poder y con sus manos manchadas de sangre joven.
El pronunciamiento reza que alzan su voz para condenar públicamente la dictadura en la que se ha convertido el gobierno de Ortega-Murillo y expresan su solidaridad para con el pueblo y la juventud nicarauense, hoy levantados en resistencia. Para apoyar y acompañar sus exigencias de diálogo y de paz, de poner fin a un gobierno ilegítimo y criminal que hoy usurpa la memoria sandinista.
Pronunciamiento:
Por la presente, como intelectuales, activistas sociales y académicos, queremos manifestar nuestro profundo rechazo frente a la gravísima situación de violencia política estatal y violación de los Derechos Humanos que atraviesa Nicaragua, responsabilidad del actual régimen de Ortega-Murillo, lo cual se ha traducido en unos trescientos muertos en los últimos tres meses.
La indignación, el dolor, el sentido de frustración histórica es doble cuando semejante aberración política es producto de líderes y gobiernos que se dicen de izquierda. ¡Qué puede doler más que la ironía de un líder que se dice revolucionario, emulando las prácticas criminales de aquel dictador contra el que se supo levantar! Y esa indignación se hace más intensa aun cuando este panorama de violencia política estatal es completado con el silencio cómplice de líderes políticos y referentes intelectuales (auto)proclamados de izquierda.
La connivencia de cierto establishment intelectual -una izquierda oficialista que suele arrogarse la representación exclusiva de la ‘izquierda’-, ha mutado al calor del poder gubernamental en un sucedáneo del más desbocado cinismo. Denunciar esta situación tan dolorosa como inaceptable, alzar la voz contra los atropellos a las más elementales libertades y derechos que el actual gobierno nicaragüense viene realizando, no es sólo un deber de solidaridad humanitaria.
Es también un acto y un llamado colectivo a defender la memoria revolucionaria; a procurar evitar la consumación de esta degeneración política en curso. No hay peor latrocinio que la defraudación política de la esperanza de los pueblos. No hay peor saqueo que aquel que va dirigido a depredar las energías rebeldes por un mundo justo. No hay peor imperialismo que el colonialismo interno que se torna violencia opresiva revestido con retórica anti-imperial.
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Todo eso está aconteciendo en Nicaragua. La Tierra que fuera símbolo fértil de la esperanza emancipatoria a fines de los ’70, se ha convertido en un campo más de autoritarismo. La memoria mancillada de una de las revoluciones más nobles y esperanzadoras de Nuestra América, como lo fue y sigue siendo Sandino; la memoria de luchas anti-capitalistas de un pueblo sufrido pero valiente, ahora pisoteada para (intentar) encubrir la típica violencia ordinaria de un régimen dictatorial más, de esos que sobran y se repiten en nuestra historia.
El otrora líder revolucionario, honrado por la confianza de su pueblo, hoy convertido en dictador, ciego de poder y con sus manos manchadas de sangre joven. Tal, el paisaje violentamente amargo de nuestra querida Nicaragua. Alzamos nuestra voz para condenar públicamente la dictadura en la que se ha convertido el gobierno de Ortega-Murillo. Expresamos nuestra solidaridad para con el pueblo y la juventud hoy, una vez más, levantados en resistencia. Para apoyar y acompañar sus exigencias de diálogo y de paz, de poner fin a un gobierno ilegítimo y criminal que hoy usurpa la memoria sandinista. Lo hacemos con la convicción de que lo se trata no es sólo “salvar el honor” del pasado, sino, sobre todo, de rescatar y cuidar las semillas emancipatorias del futuro, que hoy se han puesto en riesgo.
Primeras Firmas; Alberto Acosta (economista, Ecuador), Maristella Svampa (socióloga y escritora, Argentina), Raúl Zibechi (ensayista y escritor, UHoracio Machado Araoz (politólogo, Argentina), Hugo Blanco (activista, director de “Lucha indígena”, Perú), Joan Martinez Alier (Revista Ecología política, España); Pierre Salama (economista, Francia), Raphael Hoetmer (historiador, Perú), Manfred Max-Neef (Universidad Austral de Chile), Yaku Pérez Guartambel (presidente de la Confederación de los Pueblos Kichwas del Ecuador – ECUARUNARI y de Coordinadora Andina de Organizaciones Indìgenas- CAOI), Decio Machado (Sociólogo, periodista español radicado en Ecuador), Pablo Solon (Fund. Solon, Bolivia) Roberto Gargarella (abogado, constitucionalista, Argentina), Massimo Modonesi (Unam, México), Edgardo Lander (sociólogo, Venezuela), Arturo Escobar (antropólogo, ambientalista, Colombia/USA), Enrique Leff (filósofo, ambientalista, México), Pierre Beaudet (Profesor Cs Sociales, Quebec, Canada), Gina Vargas Valente (socióloga, feminista, Perú), Horacio Tarcus (Historiador, Argentina), Juanca Giles Macedo (Educador Popular, Perú), Beatriz Sarlo (ensayista, Argentina); Paulina Garzón (activista, Ecuador), Carlos Antonio Martín Soria Dall’Orso (Abogado, docente y activista ambiental, Perú), Reinhold Sohns, economista, Alemania, Mateo Martínez Abarca (filosofo, Secretario de Participación Ciudadana y Control social, Ecuador), Manuela Lavinas Picq, (Profesora, Universidad San Francisco de Quito, Ecuador), Ramiro Avila Santamaría (Abogado, Ecuador), Pedro Machado Orellana (Ecuador); Juan Cuvi (Fundación Donun, Prof.universitario, Ecuador), Víctor M. Toledo (UNAM, México), Enrique Viale (Abogado Ambientalista, Argentina), Boris Marañon (UNAM-México), Elizabeth Peredo (psicóloga social, Bolivia), Carlos de la Torre (sociólogo, Ecuador), Carlos Zorrilla (Intag, Ecuador), Carolina Ortiz Fernández (UMSM-Perú), Carlos Castro Riera, Presidente del Colegio de Abogados del Azuay,- Ecuador, Santiago Arconada Rodríguez (Activista del Agua, Venezuela), Santiago Cahuasquí Cevallos (Antropólogo, Abogado, Ecuador), María Fernanda López (Geógrafa, Ecuador), Pablo Ospina (Historiador, Ecuador), Gerhard Dilger (periodista, Brasil), Danilo Quijano (Perú), Ezequiel Adamovsky (Historiador, Argentina), Hernán Rivadeneira J., (Presidente de la Rama Ecuatoriana de la Asociación Americana de Juristas), Pablo Alabarces (profesor e investigador, Argentina), Martín Bergel (Historiador-Argentina), Piedad Vásquez (Ex-Capacitadora- Técnica Voluntaria en la Campaña de Alfabetización Augusto Cesar Sandino -Ex-Directora y Fundadora del Aula de Derechos Humanos Universidad de Cuenca, Ecuador), Alberto Chirif (antropólogo, Perú), Andrés Cabanas, (periodista y escritor, Guatemala), Jurgen Schuldt (economista, Perú); Ricardo Napurí (militante socialista, Argentina), Nora Ciapponi, (militante socialista, Argentina), Arturo Villanueva Imaña (Sociólogo, Bolivia), Antonio Elizalde Hevia (sociólogo, director fundador de «Polis, Revista Latinoamericana, Chile), Elsie Monge (Defensora de derechos humanos, Ecuador) , Carmen Diana Deere (Universidad de Florida, Estados Unidos). Fernando Muñoz-Miño (historiador, integrante de El Colectivo, Ecuador) Nancy Esoasandin (maestra y politóloga, Uruguay ), Francisco Javier Velasco (antropólogo y ecologista, Venezuela), Jaime Coronado del Valle (Sociólogo, Perú), Roberto Espinoza, Sociólogo, Perú), Fernando Hugo Azcurra (Economista, Argentina), Sergio Nicanoff (historiador y docente UBA, Argentina), Aldo Casas (activista, revista Herramienta, Argentina, Juan Manuel Crespo (Cientista Social y Activista – Ecuador), Cecilia Chérrez (ecologista, Ecuador), Carlos arcos Cabrera (escritor, Ecuador), José Luis Coraggio (Economista, Argentina), Rubén Lo Vuolo, economista, argentina (Ciepp), Walter Actis (Sociólogo, activista ecologista, España), Guillermo Almeyra, periodista y escritor (Argentina-México), Juan Pablo Casiello –( Docente – Secretario gremial de Amsafe Rosario, Congresal de Ctera, Argentina), Gabriela Wyczykier, (UNGS-CONICET, Argentina ), Alberto Wiñazky (Economista-Argentina), Hermann Klosius (Presidente de la Solidaridad con Guatemala de Austria), Catherine Walsh (intelectual militante, Ecuador), Carlos Walter Porto-Gonçalves (Geógrafo. Brasil), Jaime Pastor (editor de la revista Viento Sur, España), Koldo Unceta (Universidad País Vasco, España), Maxime Combes (Economista, Francia), Olmedo Beluche,( Profesor de Sociología de la Universidad de Panamá), Juan Wahren (Sociólogo, UBA/CONICET, Argentina), Gustavo Soto Santiesteban (escritor y activista, Bolivia), Pedro Morazán,(Economista, Honduras, Alemania), Danilo Assis Clímaco
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
Habría que ver cuantos de estos rimbombantes intelectuales están o han ido a Nicaragua para que den su opinión de lo que esta pasando. Desde un mullida oficina al olor de café y tabaco es bonito y fácil hablar.