Tegucigalpa. – El mensaje de impunidad en los casos de femicidio es que matar a una mujer no es tan grave, que la vida de las mujeres no es tan importante y que hay una evidente colusión del sistema de justicia.
Así explicó la coordinadora de la implementación de la Convención de Belém do Pará y Secretaria Técnica del MESECVI, Luz Patricia Mejía, en entrevista exclusiva con Criterio.hn, al conversar sobre el caso de femicidio de Keyla Martínez.
Expresó que la colusión de los entes de justicia y de seguridad para minimizar los casos de femicidio es notable, como en otros casos, también en el del asesinato a Keyla Martínez, enfermera de 26 años.
El 7 de febrero de 2021, fecha del crimen contra Keyla Martínez, estaban de turno más de 13 agentes en la Unidad Departamental Policial Número 10, en La Esperanza, Intibucá, lugar donde la habían encerraron en una celda.
Con el caso de Keyla ha quedado evidenciado nuevamente que “la institucionalidad del Estado se presta para lavar la cara a estas instituciones porque representan al Estado”, apuntó la coordinadora de Ecuménicas, Ana Ruth García.
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Lo anterior, porque solo un implicado, el agente de policía Jarol Perdomo, ha sido presentado ante un proceso judicial Tribunal de Sentencia de Siguatepeque, Comayagua, pero aún no hay una condena en su contra.
Mejía coincide que el mensaje lanzado es de impunidad y de la vigencia de un sistema de impunidad, donde los policías se han ayudado al no existir una investigación profunda sobre el caso, cuando los involucrados son varios.
El MESECVI ha recomendado de manera permanente el protocolo de investigación de muerte violenta de mujeres que se trabajó con Naciones Unidas y con la Oficina del Alto Comisionado, lo cual señala precisamente cómo es el proceso de investigación para poder determinar cuándo un caso es de femicidio.
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SISTEMA DE JUSTICIA Y GOBIERNO DEBEN MOSTRAR INTERÉS EN CASOS DE FEMICIDIO
Lo que sucede en Honduras es que quienes están encargados de implementar la ley, las personas encargadas de hacer investigaciones y quienes deben generar los discursos públicos a través de la sentencia y la investigación no están suficientemente formados.
Lo anterior, no solo es un trabajo del gobierno, también le compete al Ministerio Público, a la Fiscalía del Poder Judicial, por eso el trabajo es del Estado, porque el gobierno puede tener la mayoría parlamentaria para hacer leyes, pero si el Poder Judicial no asume el compromiso internacional, ni la formación profesional de los jueces y a las juezas y del personal del sistema de administración de justicia, el sistema naturalmente tiende a generar un discurso de impunidad minimizando este delito.
“El mensaje del discurso de impunidad es que el femicidio, aunque es grave y a ella (Keyla) la mataron, pero no fue tan grave, ese es un discurso público que facilita y que da permanencia al discurso de violencia, de la impunidad y la sensación de que, si alguien mata a una mujer, no va a pasar nada, porque la vida de las mujeres es menos importante que la de los hombres”, apuntó Mejía.
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Desde que se cometió el femicidio contra Keyla, un caso lleno de irregularidades provenientes de las mismas autoridades policiales, la Red de Defensoras y organizaciones feministas han solicitado que haya justicia contra todos los culpables, que sean criminalizados, judicializados y penalizados, pues es solo un oficial el que actualmente fue obligado a presentarse ante el Poder Judicial, cuando hubo otros implicados que siguen beneficiados por la impunidad de entes de justicia carcomidos por el delito.
La explicación de cómo murió Keyla, estuvo plagado de inconsistencias en las declaraciones de la Policía, en las declaraciones iniciales aseguraban que se había suicidado, pero los resultados de la autopsia de Medicina Forense indicaron que perdió la vida por asfixia mecánica, revelando que se trataba de un asesinato.
