Por: Daniel Girón
Tegucigalpa-.El más reciente homicidio de cinco hondureños, incluido un niño de ocho años en el paso Cleveland, Houston, Texas, sólo es un reflejo que los connacionales son presas fáciles de la muerte en Estados Unidos y hasta en la travesía migratoria que hacen para conquistar una vida digna.
Obligados a abandonar Honduras porque históricamente las autoridades no han logrado generar empleos ni erradicar la violencia, unos murieron asfixiados, otros en accidentes de tránsito o en los rieles de los trenes y algunos de manera violenta. Para los hondureños ninguna parte es segura: ni en el camino ni en suelo estadounidense.
Un ejemplo de las tragedias registradas es la ocurrida en junio de 2022 en San Antonio, Texas, donde cuatro hondureños, de 51 personas, murieron asfixiados en el interior de un contenedor de un tráiler por la irresponsabilidad de un conductor que los dejó encerrados.
Un monitoreo de medios de Criterio.hn (debido a que no existe un registro oficial) muestra que, hasta finales del pasado abril, unos 33 compatriotas habían perdido la vida en suelo estadounidense, incluidos los cinco de la semana pasada, mientras que 123 están reportados como desaparecidos.
De acuerdo con analistas consultados por Criterio.hn, los migrantes hondureños viven con el temor de ser asesinados por racismo u otros factores, así como supuestamente sucedió hace unos días en Estados Unidos.
“Los hondureños que viven en Estados Unidos, no todos (…) están con el temor de vivir en ese país y ahora más después de esta masacre, más lo que viven en Texas que es un territorio poblado de migrantes”, argumentó Itsmania Platero, defensora de los derechos humanos de los migrantes.
Añadió que “este escenario de violencia que estamos viendo ahora no es el primero contra la comunidad hondureña. En ese país han ocurrido más hechos violentos que han terminado con la vida de los hondureños, sólo que no salen a luz ni han sido mediáticos”.
Según Platero, este crimen pudo ser evitado por las autoridades policiales de Texas, pero “fueron negligentes. Leí que la familia pidió auxilio al número de emergencia y no llegaron al lugar, sino hasta después que ocurrió la tragedia”.
De acuerdo con las versiones oficiales, el agresor, identificado como Francisco Oropeza, de 38 años de edad, de nacionalidad mexicana, tras una leve discusión invadió la propiedad de los hondureños, los asesinó y luego se dio a la fuga, siendo arrestado hasta este martes 2 de mayo.
Algunos testimonios afirman que la familia hondureña, en reiteradas ocasiones, llamó a la Policía denunciando que su vecino estaba haciendo tiros con su arma de fuego en el patio trasero de su casa, pero no respondieron a las llamadas y llegaron hasta que ocurrió el quíntuple crimen.
“Los hondureños llegan a Estados Unidos pensando que es otra realidad, y sí, en cuestión de empleos y mejor calidad de vida, pero en términos de violencia en ese país se registran muchos homicidios. Hasta este 2023 se han registrado unos 176 tiroteos”, cuantificó Platero.
FACTORES QUE PROPICIAN LA VIOLENCIA
Para Cesar Ramos, de la Comisión de Acción Social Menonita (Casm), este tipo violencia es casi inevitable en un país donde la población recurre al consumo de drogas y con fácil acceso a las armas de fuego.
“Estas situaciones se dan mucho en Estados Unidos por el fácil acceso a drogas y a las armas de fuego. Lamentablemente esta vez una familia hondureña que radica en ese país fue víctima de las criminalidades”, comenzó diciendo.
“Los hondureños se marchan a ese país que dice tener uno de los más efectivos y mejores sistemas de seguridad, pero esta masacre de hondureños deja en evidencia lo negligentes que son (los policías estadounidenses)”, añadió.
Sin embargo, el especialista en migración, aseguró que la violencia en la nación del norte no se circunscribe únicamente a los estadounidenses, sino que también a migrantes incluidos los hondureños, ya que se ha registrado asesinatos a manos de connacionales.
En ese sentido, Ramos recordó el caso de un hondureño que, en 2019, asesinó a su esposa, con la misma nacionalidad, y después se terminó suicidando. “Esto no es nada normal, esto no lo hacen personas con sus cinco sentidos, lo mismo pasó en la masacre pasada, el sujeto andaba bajo los efectos del alcohol”.
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MUERTOS EN LA RUTA MIGRATORIA
Las escenas negativas para los migrantes también se registran en su ruta, prueba de ello son las 308 muertes registradas entre el 1 de enero de 2014 al 23 de marzo de 2023, según datos del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La principal causa por la que han muerto los hondureños en la travesía migratoria son los accidentes vehiculares, con 97 casos, o sea, el 31% del total.
Mientras que ahogados han muerto 60, lo que significa el 19%, mientras que en tercer puesto están las muertes desconocidas, con 43 en números absolutos, es decir, 14%.
La violencia también figura: está en el cuarto escalón con 41 casos (el 13%), un poco menos que las muertes desconocidas.
Actualmente, decenas de hondureños siguen saliendo del país centroamericano por un flagelo que no ha podido ser controlado por los gobiernos, en virtud de que obedece a múltiples factores y a causas estructurales.
En 2022 94,339 hondureñas y hondureños fueron deportados de Estados Unidos, cifra que sobrepasa los 73,967 de 2021 y los 44,08 de 2020, año que se reportó una disminución por la llegada de la pandemia de la Covid-19 al país.
