Honduras: trabajadoras del hogar urgen protección legal y ratificación del Convenio 189 de la OIT

En Honduras, 134000 personas son trabajadoras del hogar, de las cuales el 87 % son mujeres. En América Latina y el Caribe, entre 11 y 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado

Fotos: Horacio Lorca/Criterio.hn

Tegucigalpa, Honduras. – “A uno cuando ya lo miran viejo, no lo quieren contratar, y cuando nos dan trabajo, nos quieren pagar poco porque dicen que nos tardamos en hacer las cosas”, dice Lastenia Contreras, una mujer de 54 años, trabajadora del hogar.

En Honduras, el empleo doméstico, es de los menos remunerados, sin derechos laborales y con un horario extendido.

De acuerdo con el Sindicato Nacional de Trabajadoras del Hogar (SINTRAHO), al menos unas 134,000 personas son trabajadoras domésticas, pero advierten que el número podría ser mayor.

Lastenia Contreras, dijo a Criterio.hn que, debido a su edad, su nivel educativo y las escasas oportunidades laborales “he tenido que soportar de todo tipo de jefes”, este comentario surgió al consultarle sobre el pago y las condiciones en las que ha trabajado.

En su último trabajo –con dormida adentro—, relató que había días en los que se acostaba hasta las 11 o 12 de la noche, atendiendo a la familia para la que trabaja, y al día siguiente, levantarse a las 5 de la mañana a preparar desayuno, limpiar pateos y el resto de la casa.

Care Honduras, señala que el empleo domestico es uno de los sectores que más mujeres emplea, es decir el representando el 87% que representan más de 116,700 rabajadoras del hogar, la mayoría entre 19 y 24 años.

HONDURAS DEBE RATIFICAR CONVENIO 189 DE LA OIT

El contexto en el que ha laborado Lastenia Contreras, que además de percibir un salario de 4000 lempiras al mes, ha sufrido violencia verbal –que ella justifica por su avanzada edad y su problema visual, lo que imposibilita que haga su trabajo de manera rápida—, es solo una pequeña muestra de las dificultades a las que se enfrentan mujeres trabajadoras del hogar.

Criterio.hn, conversó con Silma Pérez, presidenta del SINTRAHO, sobre la realidad que viven hombre y mujeres empleadas del hogar.

Silma Pérez, presidenta del SINTRAHO

“El trabajo domestico es una de las actividades importantes que mueven la economía de este país, gracias a nuestro trabajo muchas personas pueden desarrollarse en el ámbito laboral y académico”, expresó a Criterio.hn Silma Pérez.

Sin embargo, pese a ser una parte fundamental en el desarrollo social y económico de la sociedad no es bien remunerado. Care Honduras destaca que sólo 3.5% de esta población recibe el salario mínimo.

Honduras es uno de los países más pobres de la región, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) refiere que el 84 % de la población vive en condiciones de pobreza y el 53 % en extrema pobreza.

En ese sentido, las trabajadoras del hogar instan para que el Estado se comprometa para hacer una balanza sobre los salarios de las trabajadoras del hogar, porque la mayoría de sus empleadores son parte también de la clase baja y media.

Silma Pérez, dijo a Criterio.hn que están a la espera que Honduras ratifique el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo. Este convenio brinda protección específica a las trabajadoras y los trabajadores domésticos a través del establecimiento de los derechos y principios básicos, además exige a los Estados tomar una serie de medidas con el fin de lograr que el trabajo decente sea una realidad para trabajadoras y trabajadores domésticos.

En febrero los trabajadores y trabajadoras del hogar sostuvieron una reunión con la presidenta de Honduras, Xiomara Castro. “Ella (presidenta), nos dio su palabra y que mejor que ratifique el convenio y de fe a su palabra”, comentó Silma Pérez.

La ratificación del Convenio 189 de la OIT, significaría un cambio de realidad para Lastenia Contreras y las más de 134,000 personas trabajadoras del Hogar. Donde las mujeres representan el 87% son mujeres, y la mayoría son jefas de hogar, es decir, con su trabajo sustenta a toda su familia, como el caso de Lastenia Contreras, madre de 4 hijos a los cuales –en sus inicios como trabajadora del hogar— dejaba con la abuela, hasta que la hija mayor tuvo 14 años y le trasladó el cuidado de sus hermanos.

Estudios del Instituto Nacional de la Mujer (INAM) –ahora Secretaría de la Mujer (SeMujer)—, señalan que el trabajo doméstico representa casi la única entrada al mercado laboral de mujeres, pero, debido a las condiciones precarias bajo las que se realiza, lejos de salir de la pobreza, el trabajo se vuelve generacional.

AGENDA REGIONAL

Las mujeres y hombres trabajadores del hogar, miembros del SINTRAHO desarrollan diversas actividades regionales a fin de comprender las realidades de los países centroamericanos.

De acuerdo, con Silma Pérez uno de los principales referentes es Costa Rica, país que ha ratificado el convenio 189 de la OIT, además de tener una legislación a través de la reforma al Código del Trabajo en 2009.

En Centroamérica, los países pendientes de una ratificación por parte del Estado del Convenio 189 son El Salvador, Honduras y Guatemala.

María del Carmen Cruz Martínez, de la Asociación de Trabajadoras Domésticas (ASTRADOMES) de Costa Rica

María del Carmen Cruz Martínez, de la Asociación de Trabajadoras Domésticas (ASTRADOMES) de Costa Rica y asesora de Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadoras del Hogar, hizo hincapié que las peticiones de la ratificación del Convenio 189 es una deuda de los Estados. “Son nuestros derechos, no estamos pidiendo nada, estamos exigiendo lo que los gobiernos nos deben como trabajadoras del hogar”.

 Además, señaló que la no ratificación se traduce en falta de voluntad política y abona a la violencia de género.

En América Latina y el Caribe, entre 11 y 18 millones de personas se dedican al trabajo doméstico remunerado, de las cuales el 93% son mujeres, según informes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

  • Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas
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