El 28 de agosto de 2024, la presidenta Xiomara Castro ordenó la cancelación del tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos, pese al rechazo colectivo a la decisión, Castro no se ha retractado ni presentado una alternativa eficaz ante la lucha contra el narcotráfico
Según Nelson Castañeda, analista en temas de seguridad, la eliminación de la extradición podría dar lugar a la aparición de nuevas estructuras criminales y un aumento en el tráfico y producción de drogas
Tegucigalpa, Honduras. – A dos días de cumplirse un mes desde que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ordenó la cancelación del tratado de extradición con Estados Unidos (EE. UU.), suscrito en 1912, la oposición a esta decisión se ha intensificado.
La ciudadanía ha salido a las calles en señal de protesta, y varios diputados han anunciado su intención de crear una ley que revierta esta medida, sin embargo, Castro se mantiene firme en su postura de eliminación, la cual entrará en vigor el 28 de febrero de 2025, según manda la ley.
La negativa de la presidenta a retractarse y su falta de propuestas alternativas al tratado han suscitado preocupaciones entre diversos sectores y analistas, muchos temen que Honduras se convierta en un refugio para delincuentes internacionales que buscan evadir la justicia.
Por su parte, en su más reciente discurso durante la 79 Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), la presidenta Xiomara Castro evitó abordar el tema de la cancelación del tratado de extradición con Estados Unidos.
En cambio, se centró en resaltar otros logros de su gobierno, esta omisión ha generado especulaciones sobre su postura respecto a las críticas y preocupaciones que han surgido en torno a esta controvertida decisión.
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AVIZORA AUMENTO DE CRIMINALIDAD Y NARCOTRÁFICO
Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), expresó su preocupación por la negativa del gobierno de retractarse de la cancelación del tratado de extradición con Estados Unidos o de proponer un mecanismo alternativo.
“Pese a que el descontento por esta decisión se ha generalizado, incluso entre miembros del partido oficialista, esperamos que el gobierno escuche el clamor popular y no cancele la extradición; en cambio, debería enfocarse en fortalecer la persecución penal interna en el país”, afirmó Castañeda en entrevista con Criterio.hn
Si esta petición no se atiende, advirtió que podría incrementarse la criminalidad, con el surgimiento de nuevas estructuras de igual forma el narcotráfico, tanto la producción como el tránsito, debido a que los delincuentes operarán sin temor a enfrentar la justicia hondureña.
A nivel internacional, Castañeda anticipa que esta decisión tendrá repercusiones negativas en calificaciones sobre los esfuerzos por combatir el narcotráfico, ya que Honduras será evaluada de manera desfavorable.
“Al final, se verá cómo reacciona el propio gobierno ante los resultados adversos que surjan de acciones como la cancelación de la extradición”, concluyó.
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ELUDIR JUSTICIA
En esta misma línea de pensamiento Beatriz Valle, diputada recién llegada del extranjero y ahora integrante del Partido Liberal de Honduras (PLH), expresó su preocupación sobre la reciente decisión de eliminar el tratado de extradición con Estados Unidos, en declaraciones a los medios, advirtió que esta medida convertirá a Honduras en un refugio para delincuentes.
“Eliminar la extradición atraerá a muchos criminales al país, no sólo narcotraficantes, sino también terroristas, tratantes de blancas y vendedores de órganos. Todos esos delincuentes buscan refugio en países que no tienen tratado de extradición”, afirmó Valle.
Además, criticó la intención de castigar a los grandes delincuentes con la justicia hondureña, que, según su opinión, sigue cooptada por un solo poder del Estado, el poder ejecutivo.
Otra de las voces que han criticado fuertemente la cancelación del tratado de extradición es el doctor en derechos humanos Joaquín Mejía, quien manifestó que el panorama de insistencia en eliminarlo se asemeja a lo que ocurrió en Colombia durante la época del narcotraficante Pablo Escobar y el intento de los denominados «extraditables» de eliminar esta herramienta para eludir la justicia estadounidense.
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REFUGIOS DE DELINCUENTES
La migración de delincuentes entre países no es algo nuevo. Para el caso en Honduras, recientemente, se han capturado a varias personas con vínculos criminales y narcotráfico que estaban huyendo del modelo de seguridad implementado por el presidente salvadoreño Nayib Bukele en El Salvador.
Esto ha llevado a muchos pandilleros a buscar refugio en Honduras, donde ingresan de manera irregular, utilizando rutas clandestinas. Además, políticos corruptos han encontrado asilo en países como Nicaragua, que no cuenta con un tratado de extradición.
