Por: Redacción CRITERIO
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Tegucigalpa. Nada paró la novena movilización de las antorchas en Honduras. Ahora, con otro componente: la persecución que padece el periodista y director de Radio Globo TV, David Romero, por el gobierno.
Una carta con pocos párrafos, el régimen nacionalista dice desmarcarse de las acusaciones hechas por el comunicador, quien aseguró que hay “línea” dictada por Juan Hernández y ejecutada a pie juntillas por el vicepresidente del Consejo de la Judicatura, Teodoro Bonilla.
Eso ha enardecido al pueblo, que se vio obligado a ir a “rescatarlo” de las garras del Poder Judicial, el día que sería enviado, sin derecho al debido proceso, a la cárcel.
El pueblo, sin importar que llovió copiosamente sobre la capital de Honduras, se desplazó a la oficina del defensor del pueblo, donde se encuentra albergado por el comisionado de DDHH, Roberto Herrera Cáceres, para solidarizarse y acuerpar las denuncias que ha hecho contra altos funcionarios nacionalistas, sindicados de haber quebrado el Seguro Social.
Una marcha de estudiantes arribó de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) al refugio temporal de Romero. Entraron al estrecho estacionamiento y los respaldos no se hicieron esperar.
“David, amigo, el pueblo está contigo”, “David Romero, te apoya el pueblo entero”, eran una de las tantas consignas que gritaban los muchachos en apoyo a uno de los artífices de las multitudinarias movilizaciones que se realizan desde hace dos meses en todas las ciudades.
De igual manera, partió otra marcha desde el inicio del cuestionado proyecto Trans450, hasta Casa Presidencial; las consignas no varían: piden la renuncia de Hernández y la Comisión Contra la Impunidad para Honduras, patrocinada por la ONU.
Sin embargo, la indolencia de la administración volvió a ser evidente, el gobernante está en Taiwán, la isla rebelde de China continental; ningún funcionario del gobierno ha querido dialogar con los manifestantes.
Aun así, los gritos se hicieron saber. Las agencias internacionales de prensa dedicaron sendos espacios a las caminatas. Los medios tradicionales dieron poco espacio a las marchas en sus portadas.
Las dos marchas se encontraron y se agrandó el movimiento, hasta llegar a la denominada “zona cero”, donde volvieron a pedirle a Juan Hernández su dimisión.
Dieron un homenaje a los 2,888 pacientes que fallecieron en el contexto del mefagraude contra el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), que asciende a unos siete mil millones de lempiras.
Los autores materiales del saqueo están presos en una unidad militar; los intelectuales no han sido llamados a declarar por el robo de recursos a la entidad de beneficencia social.
Además, un sentido reconocimiento a los indignados en huelga de hambre, que llevan más de un mes sin probar alimentos, en exigencia de la Comisión Antiimpunidad.
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