Por: Patricia Murillo Gutiérrez
Gran diferencia hay entre ser humano, sentirse humano, humanizarse cada día más y en sentido contrario, vivir en el mundo de los instintos primando el gen de la selva que todos traemos.
Penosamente la Honduras del Siglo 21, es caldo propicio para deshumanizarse, para proceder con actos inhumanos, para que impere la Ley de la Selva y generar la vigencia de la del Talión, para blanquear los sepulcros de la pudrición corrupta del régimen impostor con las aguas benditas de las jerarquías religiosas que adormecieron sus conciencias y se acostaron con el poder.
Este es un país bizarro sin duda, donde, por un lado la gente se muere lentamente por malnutrición, falta de un Sistema aceptable de Salud, escaso trabajo y cuando lo logró malísimos salarios, únicamente un pago para sobrevivir, como en los tiempos de los faraones que con un plato de mala comida y agua sostenían los esclavos, para seguir construyendo sus pirámides y gigantescos obras.
Y por el otro la perversa clase que domina y está harta de comida y la dolce vita, y para lograrlo invierte miles de millones de lempiras en armamento y pertrechos de guerra y reprimir, asesinar e intimidar a este pueblo famélico y hastiado de sufrir.
En esta parafernalia, me pongo en el lugar de la funcionaria de la Misión de Naciones Unidas para los Derechos Humanos aquí, Soledad Pasos, cuando este 27 de enero tuvo que darle la mano al usurpador y violador de la Constitución y de todos los derechos humanos Joh y hacerle el saludo de rigor y me late que se la lavo mil veces en ruda y alcanfor para que la sangre de los compatriotas asesinadas tras el fraude electoral, no le manchara para siempre su conciencia.
Igual asumo les pasaría a los representantes humanizados de otros países y organismos que cumplieron el rigoroso protocolo de saludar al repetido o a Juan Segundo como bien lo califica el escritor Julio Escoto.
Naciones como Suecia, Austria, Finlandia, donde si es real el desarrollo humano, el mismo Japón adalid en los avances tecnológicos en el mundo y que vivió en carne propia los efectos monstruosos de las bombas atómicas, venir a Tegucigalpa a ser cómplices dolosos o culposos de esta asquerosa y surrealista pantomima, de asunción al poder por la fuerza de las balas y la violación total de los derechos humanos. No les parece amigos extranjeros, que es la antítesis de la lógica civilizadora que respiran sus pueblos.
Pero bien, Honduras con o sin H, es el lugar donde se es o no se es. Se es tolerante, ciudadano, amigo del diálogo respetuoso y de la vigencia de la solidaridad, como generalmente ha sido nuestro pueblo o por lo contario, no se es nada de Hommo Sapiens y se quedan en cavernícolas, maquillados de humanoides como es el régimen cachureco.
Sepa comunidad internacional, sepan organismos financieros, FMI, Banco Mundial, BCIE y toda esa interminable lista de funcionarios que saludaron al primer dictador del siglo 21 en Honduras, que cada copa de vino y abundantes manjares que degustaron en palaciegos salones, están amasados con la sangre, sudor y lágrimas de este humillado pueblo que hace más de 5 siglos empezó a sufrir. ¡Que les aproveche si su voz interior o conciencia los dejan en paz por la medianoche!
Si me pregunta lector, lectora de CRITERIO algo que me duele mucho de esta dictadura, le confesare es la ignominia que somete a nuestra juventud, esa que creció bajo un criminal golpe de Estado y hoy madura víctima de los dictadores azules que les están robando loes mejores años de su vida.
Por momentos me interrogo si los hondureños no estamos pagando el castigo del héroe de la mitología griega Sísifo, que al haber hecho enfadar a los dioses por su gran astucia, como castigo fue condenado a empujar PERPETUAMENTE una gigantesca piedra, montaña arriba y al llegar a la cima, volvía a caer el peñasco hasta el valle y así indefinidamente (Wikipedia).
Piedras que llevamos sobre nuestras espaldas como las cruentas guerras fratricidas de inicios del Siglo 20. La dictadura cariísta, que inspira a la de Joh. Los huracanes y las enfermedades que diezman a nuestro pueblo. El sometimiento a los imperios, desde el español que con su sangre combatió Lempira, hasta el moderno de las transnacionales mineras, palmeras, hidroeléctricas etc. y sus peones los malinches que nos gobiernan…
Lo que me anima de esta cruel coyuntura histórica, quizá la más criminal y vergonzosa de nuestra historia, que por fin se cayeron todas las máscaras y andamos desnudos por más maquillaje mediático que paguen algunos y por más bolsas solidarias y migajas que tiran. Aquí todos sabemos por fin quien es quien y en que esquina se colocan los humanistas y los seres humanos que buscamos perfeccionarnos sobre la barbarie y en que oscuro y fétido rincón manchado de sangre están los que regresaron al planeta de los simios, donde prevalece la ley del más fuerte y no de la razón y el derecho.
HONDURAS será o no será una nación democrática y civilizada, dependerá de nosotros.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas
Un comentario
Hay hacer un balance histórico , puedo concluir que el pueblo honesto de Honduras , ha logrado una gran victoria , al resistirse heroicamente durante 2 meses. Fueron necesarios el fraude y las armas para imponerse a esta juventud digna y valiente. Nunca en la historia se había logrado poner en jaque a la tiranía conservadora . Esto solo es una batalla , la lucha seguirá en diferentes trincheras incluidos la de los diputados honestos