La violencia contra la niñez hondureña, en aumento y enmarcada en un entorno de desigualdades sociales, económicas y culturales, se manifiesta de manera alarmante dentro de los hogares del país
Analistas advierten sobre las profundas cicatrices físicas y emocionales que deja este flagelo, mientras llaman a las autoridades a intervenir de manera urgente para contrarrestar esta problemática que afecta el desarrollo y el futuro de la infancia
Tegucigalpa, Honduras. – El país enfrenta desafíos persistentes en términos de seguridad pública, pero una epidemia igualmente alarmante está en aumento a puertas cerradas: la violencia contra la niñez, perpetrada no sólo en el ámbito público, sino también en lo privado, el hogar.
En ese sentido, Wilmer Vásquez, director ejecutivo de la Red Coordinadora de Instituciones Privadas Pro las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden), consideró que la violencia afecta de manera directa a la niñez, en la escuela, en la comunidad y principalmente en sus casas. “Los principales agresores, los que más vulneran los derechos de la niñez están en el seno del hogar”.
Refirió que las agresiones que reciben los niños y niñas son por perpetradas por algún familiar.
En los últimos días en Honduras se han registrados hechos que la sociedad hondureña ha repudiado como del niño de cuatro años, Eduardo David Gonzales Escobar, quien falleció en el Hospital Regional de Atlántida debido a golpes y quemaduras de cigarrillo en su cuerpo. El Misterio Público, determinó que la causa de su muerte se debió a un trauma contuso con trauma craneoencefálico cerrado, que resultó en edema y hemorragia cerebral.
De acuerdo con las investigaciones, la pareja (madrastra y padre) sometía al niño a constantes maltratos, siendo la madrastra la principal responsable.
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VIOLENCIA GENERALIZADA
Analistas señalan que la violencia contra la niñez hondureña no es sólo un problema de índole individual, sino que está arraigada en un entramado de factores sociales, económicos y culturales. La pobreza, la falta de acceso a servicios básicos, la inestabilidad familiar y la normalización de la violencia son sólo algunas de las variables que perpetúan este ciclo de abuso.
Ante este panorama de desigualdades sociales, el psicólogo Felipe Maldonado, en comunicación con Criterio.hn explicó que dichas desigualdades se convierten en detonantes de la violencia, pero no un justificante para agredir a los hijos e hijas.
Refirió que históricamente el país centroamericano ha vivido en contextos de pobreza y desempleo, además, que la violencia ha sido, de cierta manera, naturalizada, cuando se ve a tomadores de decisión o funcionarios protagonizando escenas de violencia, que además son replicadas en los medios de comunicación. “Todas estas situaciones hacen que las personas se desanimen, entren en frustración e impotencia; todas estas situaciones negativas provocan que las personas tengan conductas impulsivas”, recalcó.
El maltrato ejercido por los progenitores o su círculo cercano, no sólo deja cicatrices físicas, sino que también inflige heridas emocionales profundas y duraderas en el tejido mismo de la infancia. Los niños, que deberían desarrollarse en un ambiente de seguridad y afecto, se ven atrapados en un ciclo interminable de miedo y sufrimiento.
El psicólogo Felipe Maldonado, recriminó que en el país no hay un programa de atención de la salud mental. Razón por la cual, la violencia que se está ejerciendo en la niñez, será replicada en su edad adulta, es decir, que es potencialmente que sean agresivos, de igual manera, la niñez que sufre abuso tiene más probabilidades de experimentar problemas de salud mental, dificultades en el aprendizaje, comportamientos antisociales e incluso un mayor riesgo de perpetuar el ciclo de violencia en el futuro.
NO HAY PREVENCIÓN DE LA VIOLENCIA
Para Maldonado, la violencia en contra de la niñez seguirá en aumento debido a que no hay estrategias de prevención ni hay educación hacia los padres y madres de cómo es el cuidado hacia los hijos e hijas.
Recriminó que los castigos que están ejerciendo, son brutales que causan heridas, moretones e incluso la muerte.
Entre el 2023 y abril del 2024, el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh) atendió 371 quejas de diferentes modalidades violatorios de los derechos de la niñez.
En 2023, se reportaron 278 quejas, 43 de ellas están relacionadas con maltratos, y otras 93 en los primeros cuatro meses de 2024, detalló el Conadeh
Finalmente, Felipe Maldonado llama a las autoridades estatales a intervenir en el cuidado de las familias para conocer las condiciones de vida y contrarrestar la violencia contra la niñez.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas