Por: Redacción CRITERIO.HN
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San Pedro Sula.- Los asesinatos contra mujeres en Honduras no se detienen. El pasado 12 de diciembre, una mujer —identificada como Medary Caballero, de 37 años— fue asesinada por su esposo. El hombre le disparó con un arma de fuego en la ciudad de Santa Rosa de Copán, zona occidente de Honduras. Y ayer domingo, 13 de diciembre, una madre — identificada como Ingris Vanessa Borjas Vargas, de 20 años — fue asesinada cuando descansaba junto a su hijo de cuatro años en el mueble de su casa.
La información preliminar policial indicó que en el caso de Borjas Vargas “un delincuente entró armado y le disparó en repetidas ocasiones”. De igual forma, en ambos casos, los hombres sospechosos por estos feminicidios no se dieron a conocer públicamente.
Andrea Paz, del Foro de Mujeres por la Vida, señaló este lunes a Criterio.hn que en Honduras se siguen conociendo noticias terribles que evidencian que, aún en las condiciones de crisis más extremas, como el confinamiento por la pandemia, se profundizan las violencias contra las mujeres.
“La manera en cómo son asesinadas es la demostración de odio hacia el cuerpo de ellas, cuando se deja claramente una señal de violencia sobre sus partes íntimas o cuando conocemos estos casos tan dolorosos de estos últimos días”, expresa Paz.
Paz expresa que aún con la pandemia y los huracanes y los encierros, se creería que el índice de feminicidios sería muy diferente, pero la realidad es muy parecida al año 2019 en donde se registraron 400 feminicidios, sin embargo, este año 2020, según datos del Foro de Mujeres por la Vida se registran más de 320 feminicidios, siguiendo datos publicados en medios de comunicación, por lo que, para Paz, la cantidad de feminicidios en realidad es mucho más alta.
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“La violencia contra las mujeres en este periodo de encierro ha sido mucho más alta. Con una institución que no ha respondido. Nosotros como Foro hemos tenido que sacar a algunas mujeres para poder protegerlas. El año pasado el departamento con más feminicidios fue Cortés y los municipios con violencia extrema son San Pedro Sula, Choloma, Puerto Cortés y Villanueva, que estamos en el corredor en la zona noroccidental con una violencia contra las mujeres muy alta”, argumenta Paz.
Paz expone que desde que se aplicó la figura del femicidio en Honduras, apenas unos 48 casos han sido judicializados desde el 2014, pero desde entonces se han registrado más de 2,500 feminicidios. “Esos datos sirven para tener una idea de cómo está funcionando en materia de justicia el país”, señala.
Andrea Paz manifiesta que los únicos casos que logran tener alguna respuesta son aquellos donde las organizaciones ejercen cierta presión, porque la institucionalidad sigue utilizando otras figuras para evitar que se hable de una violencia contra las mujeres de manera específica o de odio de manera específica.
Un estudio del Observatorio de la Violencia del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS), de la universidad nacional autónoma de honduras (Unah), señaló que cada 26 horas con 59 minutos una mujer es asesinada en nuestro país.
